Ayer publicamos un artículo sobre cómo vencer la timidez en público y vimos que el lenguaje corporal es básico para tener seguridad en uno mismo y a la hora demostrar esa seguridad de cara a los demás. Si nos ven como queramos que nos vean es más fácil ganar seguridad. El problema de los tímidos en ocasiones es que temen, o están convencidos, que los demás les ven de un modo que no les gusta en absoluto. Y se bloquean.
El miedo es algo que afecta a casi todas las personas tímidas. Se bloquean pensando en las consecuencias de lo que pasaría si se equivocaran, por ejemplo. Pero la timidez afecta mucho más de lo que parece a primera vista. Muchas personas se quedan sin conocer a alguien especial por su timidez, sin atreverse a pedir ese puesto de trabajo con el que tanto ha soñado, les impide hablar claro y evitar problemas con las demás personas. A los tímidos les cuesta mucho ser asertivos.
La timidez es algo que se puede superar, que se puede trabajar, se puede dejar atrás con algo de esfuerzo y mucha práctica. No es algo que vaya a pasar de un día para otro, ya lo vimos en el artículo de ayer, pero puedes hacer cosas en tu casa para que cuando decidas practicar en la calle te sientas más seguro y seas menos tímido. Para conocer todos los ejercicios completos te recomiendo nuestro curso Cómo vencer la timidez y ser sociable, con el que muchas personas han dejado atrás esta etapa de su vida.
Una de las cosas que más afecta a las personas tímidas es el miedo. Tienen miedo a muchas cosas, a lo que tienen que hacer, o a lo que puede venir cuando lo hagan, o si no lo hacen bien.
Lo mejor de todo, es que trabajes los miedos en tu casa, que analices qué es lo que te preocupa.
Cómo trabajar en los propios miedos
Para ello tienes que dejar los juicios de lado. Tienes que saber reconocer todos tus miedos y no juzgarlos. Analiza qué es lo que te preocupa de cada situación, qué es lo que temes que pase.
Seria bueno que pensaras en varias situaciones y que estudiaras si el miedo que te generan siempre es el mismo. Imagínate haciendo cosas que no puedes hacer por tu timidez y pregúntate cuál es el miedo que te impide hacerlo.
Cuanto tienes claros tus miedos es bueno que hagas una lista.
Cuando ya tienes la lista hecha es el momento de juzgar. Elige uno a uno cada uno de tus miedos y sé capaz de rebatirlo, de hacer otra lista de pros y de contras. Los pros serían las cosas que lograras si consiguieras deshacerte de ese miedo y las contras lo que vives actualmente por culpa de tu timidez o las consecuencias que podría tener que realmente llegaras a vivir esa situación que tanto temes.
Es decir, si tu miedo es que se rían de ti, ponte en lo peor. ¿Qué pasaría si se rieran de ti? Escribe esa lista.
Tienes que tratar de analizar desde fuera, imagínate qué te dirían tus amigos o qué le dirías tú a otra persona para convencerle de que no es tan grave. Seguro que tus miedos no son graves.
Refuerza tu autoestima con tu lenguaje corporal. Aprende a afrontar esos miedos con tu nuevo lenguaje corporal.
Planifica cómo tendrías que actuar según lo que has aprendido de lenguaje corporal para enfrentarte a tus miedos.
Míralos a la cara uno a uno y busca la manera de desmontarlos a nivel intelectual. No hace falta que pases a la acción todavía.
Los miedos suelen ser irracionales así que algo de sentido común te vendrá bien para poder deshacerte de ellos, por lo menos en teoría. Tienes que conseguir que tus miedos te parezcan tonterías, darte cuenta de que no son tan graves ni tan importantes. Para ello te será muy útil la visualización, cosa de la que hablaremos en nuestro próximo artículo, así que estáte pendiente mañana del blog.
Muchos de los miedos de una persona tímida pasan por algo parecido a «no sé qué decir». Bien, este es el momento de trabajar duro en ello. ¿Crees que las personas que son graciosas y van todo el día contando chistes los sacan de la nada? Pues estás muy equivocado. Todos ellos, sin excepción, han probado con sus historias varias versiones antes de dar con la que más gracia hace. Aún y así, siempre tratan de encontrar la manera de contarlo un poco más gracioso que la última vez. Analizan cómo se lo toma su público y mejoran la versión para próximas ocasiones.
Todos, también sin excepción, obtenemos ideas y aprendemos de los demás mientras vemos la tele, leemos o hablamos con otras personas. De algún modo cosas de las que escuchamos pasan a formar parte de nuestro repertorio aunque solo sea para decir «esto se lo tengo que contar a mi madre».
Lo que vas a hacer tú es trabajar para tener tu propio repertorio. No te pido que te escribas un monólogo ni un repertorio de chistes, pero sí de frases que te resultarán útiles cuando no sepas qué decir. Si te agobia que te pregunten cosas de ti mismo tienes que encontrar la manera de responder de forma que la conversación se vaya para otro lado, pero respondiendo. Por ejemplo, si te preguntan a qué te dedicas, tienes preparada una respuesta adecuada y la pregunta siguiente ¿y tú?. Se trata de tener una buena lista de soluciones para cada miedo al que nos enfrentamos: no saber qué decir, ponerse nervioso, no tener ni idea del tema del que hablan… Observa cómo se escapa la gente de esas situaciones incómodas, todos nos enfrentamos con situaciones incómodas, y prepara tu lista para cada una de las situaciones que temes.
Espero que no te asuste el trabajo, ya que para dejar de ser tímido tienes que trabajar duro, enfrentarte a cosas que dabas por ciertas y que verás que no son así y aprender a comportarte de un modo diferente, por lo menos en términos teóricos. Llegará el día que tendrás que ponerlo en práctica así que cuanto más hayas trabajado de forma individual mejor asimilado lo tendrás y a la hora de practicar será más natural. Perder la timidez es posible gracias a los ejercicios que te proponemos en nuestro curso Cómo vencer la timidez y ser sociable, en el que aprenderás paso a paso cómo dejar atrás la timidez.
cuando salgo a comprar soy un poko timida y no kiero k la gente me miren