ESTA sociedad que gira en torno al narcisismo tiene una forma de amar MUY TÓXICA y nada sana. Quien te da migajas de amor, quiere TODO LO BUENO QUE LE DAS sin renunciar a NADA BUENO QUE SE PIERDE AL ESTAR EN PAREJA.
Dar migajas da una sensación superior de «MIRA QUE BUENO QUE SOY QUE TENGO A ESTE PARGELAS DÁNDOMELO TODO, mientras le doy de la basura».
Lo bueno es que quien te da migajas es PORQUE NECESITA DÁRTELAS y que TÚ LE SIGAS DANDO NO TU ATENCIÓN, SINO TU AMDIRACIÓN. Porque si sigues detrás de alguien que te trata así, no es porque te guste o te interese, es PORQUE LE ADMIRAS. Y cuando ADMIRAS A ALGUIEN, JUSTIFICAS sus comportamientos para seguir admirándole.
Para revertir esta situación, lo primero que debes hacer es dejar de ADMIRAR a esa persona. Debes dejar de atribuirle propiedades mágicas, debes dejar de darle esa capacidad única que le das de ser la única persona que puede hacerte feliz o experimentar sensaciones únicas.
Entiende que estás confundiendo AMOR con TOXICIDAD, así como el alcohólico que confunde estar medio muerto e inconsciente, con felicidad.
El segundo paso es reducir tu admiración hasta que cambien los papeles. Ve reduciendo de poco a poco. Partamos de que ahora das un 100%, pues da la semana que viene un 90%, la siguiente un 80% y así hasta llegar a un 30% de lo que das ahora, o hasta menos.
Si cumples esto, la otra persona tratará de que vuelvas a admirarla con gestos bonitos o su atención. Así le tendrás enganchado.
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