Estamos haciendo un recopilatorio de las distintas causas que generan que una persona viva con una baja autoestima. Empezamos centrándonos en las causas que forman parte del carácter de cada uno, ya que hay cierto tipo de personalidades que son más propensas a tener una baja autoestima. Como decía en otros artículos, normalmente estas no son causas únicas sino que se suman varios factores, en distinta medida, para acabar conformando una personalidad insegura, que se quiere poco y que suele ir a peor, a no ser que encuentre a alguien que le ayude a ver las cosas de otra manera.
Y es que la baja autoestima es una cuestión de percepción. También hemos hablado sobre distintos modos de ver las cosas en este blog. En el caso de la baja autoestima son cosas que percibe determinada persona y que los demás no tienen por qué ver así. El hecho de que una persona se perciba a sí misma como menos válida, diferente en tono negativo, poco hábil o no merecedora de recompensas hace que esa persona tenga la autoestima baja.
Esto no tiene que ser así forzosamente, ya que cambiando la percepción que tenemos de las cosas podemos entenderlas de forma diferente. Un fracaso se puede ver desde dos puntos de vista como mínimo. Uno en el que te quedas únicamente con lo que ha salido mal y otro en el que tomas nota de lo mejorable y aprendes algo de la lección. Un fracaso siempre debería ser algo que nos enseñara. Es estar un paso más cerca de conseguir lo que quieres, en primer lugar es una muestra de que lo estás intentando y en segundo lugar es, como decía, un aprendizaje de lo que no funciona para conseguirlo. Aunque sólo sea por probabilidades si aprendes algo de este fracaso estarás más cerca de conseguir tu objetivo. Eso no es capaz de verlo una persona con baja autoestima, al contrario, verá razones que tal vez no vean las demás y que justifiquen su negativa a volver a intentarlo. Una de ellas es sentirse «raro». Para solucionar estos problemas de autoestima, sea cual sea tu causa te recomiendo nuestro curso Cómo aumentar la autestima.
Si quieres leer artículos más generales sobre la autoestima te recomiendo los siguientes: Síntomas de una baja autoestima, cómo saber si tienes baja autoestima o 10 cosas que hace una persona con la baja autoestima.
Si prefieres leer los otros artículos relacionados con las causas de la baja autoestima que llevamos hasta el momento deberás pasarte por Causas de la baja autoestima: el temeroso y Causas de la baja autoestima: el envidioso.
Hoy nos vamos a centrar a hablar del raro. No te ofendas, para mí ser raro es algo que da puntos a alguien. No suelen gustarme las personas que parecen cortadas por un mismo patrón, ni siquiera me gustan las clasificaciones así que suelo tener preferencia por la gente inclasificable. Que son a los que los demás llaman raros. Ser raro no es malo, no porque a mí me guste lo raro, sino porque sólo significa que se sale de la normalidad.
Lo normal, es lo que más abunda, lo que no quiere decir que sea bueno. Ni malo. Simplemente, a nivel estadístico es algo que tiene más incidencia que otras cosas. Igual que te gustaría tener un coche exclusivo, o vestir un diseño hecho para ti, llevar una joya única en el mundo, ¿qué tiene de malo tener una personalidad poco habitual?
Lo malo es que la gente en general no suele tener capacidad de apreciar a las personas que le parecen diferentes, y suelen llamar raros a aquellos a quienes no comprenden de forma sencilla. Pero no sé realmente quien tiene un problema, ¿alguien que no se esfuerza por entender a otra persona y le etiqueta de «raro» con connotaciones negativas? ¿Tiene el problema una persona cuya personalidad no es calcada a las personas que le rodean? Si tenemos que buscar culpas a mí me parece más feo lo que hace el que tacha de raro a alguien y se aleja de él, que alguien que simplemente es como es.
La mayoría de personas a las que admiramos por haber hecho algo que nos gusta como una película, un libro, practicar un deporte… son personas que han sido raras en algún momento de su vida. Probablemente el director de cine tenía unas aficiones de pequeño que no encajaban con las de sus compañeros. El escritor veía historias por todas partes y podía contar cosas que los demás no se creían, el deportista entrenaba tanto que apenas tenía relación con las demás personas de su colegio y le encontraban raro por comer de forma especial, por estar siempre cansado…
Cuando por fin se encontraron en un entorno que les comprendía, el deportista con los miembros de su equipo, el escritor en una tertulia literaria, el director de cine estudiando audiovisuales… cuando por fin encontraron su lugar, se rodearon de personas que ya no les veían raros. Eran como ellos. Así que el ser raro siempre depende de la percepción.
Como depende de la percepción tener una baja autoestima. Muchas personas que se consideran diferentes a los demás, que son los raros, no lo ven como algo positivo sino como un lastre. Por un lado no pueden cambiar lo que son o lo que les gusta y por el otro eso precisamente es lo que les aleja de los «normales».
A menudo llega un momento en que el «raro» se acompleja y cree que nadie le entiende ni le va a entender, que el problema lo tiene él y que nunca conseguirá las cosas que quiere precisamente por ser raro. Y eso va menguando su autoestima hasta el punto de no querer conocer chicas porque es el raro, de creer que no va a encontrar trabajo por ser raro, de no sentirse aceptado en ningún sitio por culpa de su rareza…
El problema es una percepción, absolutamente todo tiene dos caras, una de luz y una de sombras. Sólo tienes que ser capaz de encontrar las luces a tus cosas especiales y aprender a ver que lo que te diferencia de los demás es lo que te hace único y por tanto tan especial. Aprende a quererte a ti mismo y a cambiar la percepción que tienes y verás que te das cuenta de que los demás ya no piensan lo que creías. Te ayudaremos en nuestro curso Cómo aumentar la autestima.