Tú no eres tus pensamientos (1)

© Verano y mil tormentas

Me gustaría compartir con vosotros unas reflexiones que he hecho junto a alguien a quien quiero mucho últimamente. Es una persona que se deprime con mucha facilidad y que tiene una autoestima muy baja. La salud de la autoestima depende en gran medida de tus pensamientos y tú no eres tus pensamientos. Del mismo modo que no eres unos ojos de color azul, o un pelo rubio, unos kilos de más o unas manos demasiado pequeñas.

Tus pensamientos van por libre y es algo que cuando antes entiendas, aceptes y aprendas a controlar antes podrás salir de la vorágine en la que te metes cuando caes en los pensamientos negativos. La autoestima es la capacidad de apreciarnos a nosotros mismos, de querernos, viene a ser la idea que tenemos de nosotros mismos, cómo nos vemos, cómo creemos que somos, pero también tiene que ver con todo aquello que nos pasa y cómo nos relacionamos con ello.Nuestra forma de afrontar la vida depende de la forma de pensar que tengamos y de la salud de nuestra autoestima. Los pensamientos y la forma que tenemos de enfrentarnos a ellos determinarán la salud de nuestra autoestima, el modo de enfrentarnos a la vida y el nivel de felicidad que sintamos. La autoestima es muy necesaria para afrontar con garantía y seguridad las distintas cosas que nos van pasando, sin una buena autoestima no seremos capaces de enfrentarnos a retos, pues no nos creeremos capacitados para conseguirlo y tampoco seremos capaces de superar los problemas pues se nos harán mucho más grandes de lo que serían, o nos parecerían, si lo viéramos de forma positiva. Tener una baja autoestima es un modo de negativizarlo todo. Para ayudarte a mejorar con tu autoestima y a superar los problemas con los que te vas encontrando tenemos un producto llamado Cómo aumentar la autoestima, que a través de una serie de audios te dará las pistas clave para que salgas del agujero y puedas ver la vida con optimismo y seguridad.

Cómo entender los pensamientos

En primer lugar diremos que los pensamientos se autoalimentan a ellos mismos. Hemos hablado ya muchas veces en este blog de cómo funciona el cerebro, que es una máquina de procesar información. Procesa mucha más de la que nos podamos imaginar y sólo somos capaces de ver y entender una parte de esta. Como el cerebro tiene que procesar mucha información cada vez, lo que hace es automatizar ciertos procesos, los pensamientos forman parte de ello. De este modo si siente que tienes miedo, recurrirá a lo que sabe sobre el miedo y te preparará para enfrentarte a esa situación.

Así, si nos sentimos asustados ante algo, recordaremos la última vez que nos asustamos y sabremos cómo reaccionar, o por el contrario tendremos más miedo, dependiendo de cómo hayamos salido de la situación la vez anterior.

© viajeacanada

Además, el cerebro tiende  recordar cosas a medida que se mete en el contexto. Cuando ves fotos eres capaz de recordar muchos detalles sobre un día que si no vieras la foto no recordarías. El cerebro hace lo mismo con los pensamientos. Cuando el contexto es favorable a determinada cosa, genera más pensamientos relacionados. En el caso de una foto de un cumpleaños infantil puedes recordar los regalos que te hicieron ese día aunque no estén en la foto, en el caso de un pensamiento negativo, puedes llegar a pensar que tú no vales para nada. El caso es que el cerebro encuentra un contexto concreto y se pone a recordar y a pensar del modo que proporciona el contexto. Así, cuanto peores sean tus pensamientos y más frecuentes sean los pensamientos negativos y dañinos, más fácil será que pienses de este modo y más difícil será que salgas de esta situación.

Piensa que nuestro cerebro no necesita más que una pequeña chispa para ponerse en marcha. Cuando acumulas gran cantidad de pensamientos y experiencias negativas, es mucho más fácil llenar de nuevo el espacio de nuestros pensamientos con negativismo. Una pequeña cosa, que consideres negativa, puede funcionar exactamente igual que la foto del día que soplaste las velas de tu séptimo cumpleaños: es un entorno conocido dispuesto en el que encontrarás muchos más recuerdos que tiran del primero.

Imaginemos que tu momento negativo es que te has dormido. Rápidamente pensarás que estás tan cansado, que tu vida es un desastre, que es agotador, que ya no puedes más, que cada día lo haces peor, que vas a llegar tarde al autobús, tendrás que coger el siguiente, que va lleno de gente y no solo vas a llegar tarde al trabajo sino que llegarás sudado y de mal humor. Estar de mal humor en el trabajo es casi una garantía de que todas las llamadas incordiantes te entren a ti ese día, vas a tener que atender a un montón de personas que están enfadadas y que no entienden que tú no tienes la culpa de sus problemas pero que te van a usar para descargar su malestar. Podría seguir mucho rato, las personas que piensan de este modo, encadenan unas cosas con otras y siempre tienen motivos para estar enfadados, pensar que las cosas les van mal y justificar que la culpa es toda de ellos, o de los demás, si se sienten víctimas de las circunstancias.

Este tipo de pensamientos, como ves se alimentan a si mismos. Sería como que el primer pensamiento es una gota de agua que cae sobre una tierra llena de semillas dispuestas a brotar en cuanto haya las condiciones necesarias. Y siempre las hay. Cuanto más crecen las semillas más agua les cae encima por lo que pronto tendrás una selva de pensamientos negativos. Cuando consigues controlarlos se quedan de nuevo como semillas inertes esperando a que una nueva gota de agua las haga brotar, por supuesto hay más semillas que la última vez que se desencadenó la crecida puesto que has añadido todas tus últimas experiencias negativas a las que ya tenías.

Mañana veremos por qué los pensamientos son inevitables y qué podemos hacer para que no nos controlen nuestros pensamientos sino que seamos nosotros quienes les controlemos a ellos. Recuerda que tú no eres tus pensamientos. Si estás preocupado por este tema probablemente necesites un empujón para ayudarte a subir tu autoestima, entrar en una espiral de pensamientos negativos es lo que hace que la tengas por los suelos, te recomiendo nuestro audio curso Cómo aumentar la autoestima.

 

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