Tú no eres tus pensamientos (2)

© Geraint Rowland Photography

Continuamos hoy con el artículo sobre los pensamientos que iniciábamos el viernes pasado. En él te contaba que tú no eres tus pensamientos, hoy voy a seguir explicando por qué digo esto y cómo lo puedes comprobar por ti mismo. Una vez lo ves y te das cuenta de que es así es mucho más fácil conseguir controlarlo.Los pensamientos son algo, que como vimos, funcionan mejor si se crea el ambiente adecuado para ellos. Vimos como los recuerdos llegan mejor a nuestra mente si olemos algo que nos traslada a un momento determinado o si vemos una foto de un día del que no tenemos muchos recuerdos, al ver la imagen los recuerdos vienen por sí mismos. Es fácil llamar a determinados pensamientos, pero como puedes ver no es fácil recordar o pensar algo concreto, por mucho que creamos que sí.

Puedes fingir que piensas algo: soy alta, rubia y con ojos azules. Y lo pienso sí, pero no me lo creo, por lo tanto en realidad no lo estoy pensando, estoy hablando desde mi cabeza, lo pronuncio cerebralmente, por decirlo de alguna manera, pero en realidad no lo pienso.  Podría decirlo en voz alta, y por mucho que lo diga, no soy rubia, ni alta, ni tengo los ojos azules, así que no voy a poder pensarlo en la vida. Por tanto no te engañes creyendo que tú ya eres capaz de pensar cosas positivas, puede que sí, pero que en realidad no te las creas, como me pasa a mí con el color de mis ojos si digo que son azules.

Así pues, los pensamientos, lo que de verdad cree nuestro cerebro, no siempre los podemos elegir, no siempre podemos cambiarlos ni siempre podemos llamarlos cuando les necesitamos, aunque hay modos de hacer que el cerebro encuentre un contexto y recuerde. Lo saben quién estudia, por ejemplo recordando la disposición de la información en la página. Cuando le das al cerebro un contexto funciona mucho mejor. Y eso, ni más ni menos, es lo que hacen las personas con baja autoestima, en su cabeza siempre está preparado el contexto del «todo va mal». De este modo un pequeño pensamiento negativo, encuentra el contexto perfecto para enraizar, crecer y unirse a otros muchos pensamientos negativos, que hunden una vez más a la persona con baja autoestima. Esto es algo que tienes que cuidar con cariño, tu autoestima determinará el modo en el que ves el mundo y el mundo te ve a ti. Te recomiendo nuestro audio curso Cómo mejorar la autoestima, con el que aprenderás a controlar los pensamientos negativos sobre ti mismo y los cambiarás por pensamientos positivos, que acabarán creando un nuevo contexto en el que tu cerebro funcionará de forma más positiva.

Cómo observar tus pensamientos

Hoy quiero proponerte una práctica para que veas por ti mismo cómo es casi imposible controlar lo que piensas. Se trata de una pequeña meditación. No te asustes, muchas personas asocian meditación con algún tipo de rezo pero no tiene nada que ver con la religión, no voy a hacerte cambiar de credo ni de Dios. Se trata simplemente de estar unos instantes contigo mismo buscando la conexión con tu yo interior. El que no ve nadie, muchas veces ni siquiera tú mismo.

La meditación busca dar voz, escuchar a nuestro subconsciente más allá de los pensamientos que nos persiguen todo el día, por ello, el primer objetivo de una meditación es no pensar. Se supone que cuando dejamos la mente en blanco, algo que verás es muy difícil de hacer, podemos escuchar lo que realmente pensamos. Aunque nunca llegues a tener ese nivel de concentración en la meditación, meditar es una práctica muy buena para luchar contra el estrés y para relajar los músculos y tener más energía para el día a día.

© Magh

Como decía el objetivo de la meditación es no pensar. Dejar la mente en blanco. Prueba a hacerlo del siguiente modo.

Tumbate, de modo que estés cómodo y no tengas frío. Cierra los ojos y trata de liberar las tensiones del cuerpo. Localiza donde están y al sacar el aire de la respiración piensa que estás liberando esa zona. Poco a poco ves relajando la respiración y concéntrate en en ella.

Si no te apetece hacer una meditación larga prueba a hacerlo sólo un minuto. Para ver cómo funcionan tus pensamientos será más que suficiente.

Tu objetivo en esta meditación es concentrarte en tu respiración, en nada más que eso. Siente cómo entra el aire en tus pulmones a través de la nariz, sigue su recorrido tanto como puedas y dirígelo a la zona más baja de los pulmones de modo que al respirar se levante el estómago y no las costillas. Si no sabes cómo haerlo pon la mano sobre tu barriga y trata de levantarla al respirar.

Respira de este modo durante un minuto, sin pensar en nada más que en respirar, cómo entra el aire y cómo sale. Simplemente respira.

Puedes hacerlo ahora mismo, sentado, o de pie, donde estés leyendo esto. Simplemente cierra los ojos si puedes y si no mira un punto fijamente y trata de abstraerte de los ruidos y el entorno durante un minuto mientras piensas únicamente en tu respiración. No pienses en nada más. Hazlo antes de seguir leyendo esto.

Si lo has hecho seguramente habrás comprobado que es imposible no pensar. Por muchas ganas que le hayas puesto y muy buena intención que tuvieras seguro que en algún momento te has descubierto pensando en algo que te rodea, con un pensamiento que no tiene nada que ver con lo que haces. Puede que no te hayas dado cuenta y hayas escuchado a tus pensamientos o puede que hayas sido consciente de ello y voluntariamente hayas regresado a la meditación.

Sea como sea, te acabas de dar cuenta que aunque no quieras pensar los pensamientos vienen a ti sin que puedas evitarlo. Es así, si no has podido comprobarlo, sigue meditando en tiempos mñás largos para que veas cómo los pensamientos están ahí, quieras o no quieras, y no siempre piensas en cosas que tienen lógica. Cuando meditas pasan por tu cabeza pensamientos que realmente te sorprenden.

El ejercicio de hoy, pues es meditar, para ver cómo funcionan los pensamientos. Mañana seguimos y te cuento qué hacer con ellos. Como comprobarás, controlarlos es complicado por lo que te recomiendo un buen entrenamiento en autoestima para pensar de forma positiva deliberadamente: Cómo mejorar la autoestima.

 

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