¿Te gustaría despertar deseo en otra persona con tan solo una mirada, independientemente de tu físico o como te vea la otra persona?
Un hombre o una mujer, siempre te deseará y se entregará a ti si siente que este paso es seguro para él o ella. Gran parte de lo que consigue o no consigue una persona no se debe a su físico o habilidades, se debe a su seguridad.
Está claro que un físico más atractivo te va a dar más seguridad.
Una persona menos agraciada, hablando en claro: MÁS FEA QUE UNA NEVERA POR DETRÁS, al sufrir algún que otro rechazo, hace que su seguridad merme y por ende sea menos atractivo, porque es inseguro.
Así que sí, el físico ayuda un poco, siempre lo va a hacer, pero lo que marca la diferencia ES LA SEGURIDAD EN TI MISMO; una persona más atractiva tiene mejor físico, por ende, mayor seguridad, y una persona poco agraciada suele tener menor seguridad debido a su físico.
¿Pero qué ocurre cuando alguien poco agraciado tiene una seguridad aplastante? Es la persona que se sale de la norma, el hombre o la mujer que siempre vemos con personas muy atractivas y que no entendemos por qué.
Aquella persona que no tiene nada que la haga especial, pero todos y todas quieren estar con esa persona. ¿Por qué?
Nos preguntamos qué especie de aura mágica le envuelve o qué técnicas estará usando, pero lo único que hace es ser una persona ULTRA segura de sí misma, eso es lo que marca totalmente la diferencia.
Es imposible que seas deseado si sientes que no atraes a la otra persona.
La seguridad en ti hace que CREAS que elegirte a ti es la mejor opción que puede tomar esa persona y creer esto te lleva a tener una actitud DISTENDIDA, donde le quitas toda la importancia a la otra persona, pues, si no te elige, quien pierde es la otra persona, no tú.
Es como si un vendedor por la calle intenta venderte algo, le vas a decir que no, te está abordando, incomodando, el vendedor sabe que SI NO VENDE quien pierde es él, no tú, porque él busca venderte a toda costa y tú no estás queriendo comprar algo que no quieres.
Pero, si entras en una tienda a comprar algo que te gusta y solo queda una unidad, el VENDEDOR es quien tiene el poder, si no compras quien pierde ahora vas a ser tú, no el vendedor, porque si no compras vendrá otra persona a los 5 minutos y lo comprará. El vendedor lo va a vender igual, el único que perderá al no comprar eres tú.
¿Ves la enorme diferencia entre comprar algo que quieres o que te vendan a la fuerza?
Y en ambas historias el producto puede ser exactamente el mismo y beneficiar lo mismo a la persona, pero el valor real percibido dependerá de quién crea aquí que está GANANDO y QUIÉN QUE ESTÁ PERDIENDO.
Siempre que creas que la otra persona es quien pierde al NO elegirte, te llevará a tener la actitud que hará que te elijan. En cambio, tener miedo a que alguien no te escoja es lo que hará que acabe no escogiéndote, porque el único que pierde al no ser escogido eres tú.
Cuando alguien quiere ser deseado, busca formas de “manipular” o “engañar” a la otra persona para ser deseada, y en realidad no tienes que engañar en nada, solo ser una persona tan segura que, PASAR DE TI, no es un castigo para ti, es un castigo para él o ella.
Es un problema mostrarte como el premio cuando toda tu vida has tenido siempre miedo a perder. Si te ven el HAMBRE, el MIEDO, no te van a desear nunca. Nadie quiere un desesperado o un intenso.
Y sí, puedes ir a un espejo, decirte que qué guapa o guapo estás, que vales mucho, pero al mínimo gesto de desaprobación que tiene la otra persona, te vienes abajo. PORQUE SE TRATA DE CREÉRTELO DE VERDAD, NO DE TRATAR DE ENGAÑAR 5 MINUTOS A OTRA PERSONA CON QUE ERES UNA PERSONA SEGURA.
Se trata de relacionarte siempre desde la seguridad y lo que te conviene a ti, no desde qué puedes hacer o no hacer para ser deseado, ni “no voy a decir o hacer esto por miedo a ser rechazado”.
Yo he visto personas estar en una relación 10 años sin hacer nada especial en la cama y, en cambio, con una nueva pareja, ser totalmente salvajes y apasionados. Y no es porque la persona cambie, porque la persona no ha cambiado. Es por la seguridad y lo que quiere la persona que ahora tienen al lado.
Se trata de ser el centro de todo, y todo lo que no seas tú debe ser secundario. Si logras pensar así te garantizo que el cielo es tu límite y siempre vas a despertar un fuerte DESEO en la otra persona, que no entenderá por qué, pero te va a desear.
El DESEO por alguien no es algo objetivo, es ver a la otra persona y nos PROVOCA o NO NOS PROVOCA, no por su físico, sino por cómo la percibimos, nos va a provocar si vemos a esa persona como única, especial, segura, escasa, si sentimos que quienes vamos a salir beneficiados somos nosotros y no la otra persona.
En resumen, no te va a desear nadie cuando la otra persona siente que te está haciendo un favor al estar contigo.
En el momento que tú te preguntas: “¿será que no le gusto lo suficiente?”, has perdido, de forma automática. No vas a poder ya ser un buen o una buena amante. Esa pregunta te hará cuestionarte cada uno de tus pasos y que cada cosa que hagas te la estés pensando.
No vas a poder fluir ni disfrutar. ¿Cómo vas a disfrutar cuando sientes que, con la persona que estás, no estás a gusto? Vas a estar más preocupado de que no te están deseando que de disfrutar, y cuando tú disfrutas la otra persona va a disfrutar contigo.
La mente es muy poderosa. Imagina que estás con alguien en la intimidad, no te preocupa nada, solo el hecho de disfrutar y hacer que la otra persona disfrute, pero no en plan: “se me va la vida en ello”, sino en plan: “soy una persona segura de mí misma, soy un/a MONSTRUO/A y esa persona va a flipar conmigo”. Solo esa idea está en tu mente y la llevas a cabo. De eso se trata la seguridad y es lo que hace que te deseen.
Pero ahora imagina que estás con alguien en la intimidad, y te preocupa no hacerlo bien, te preocupa que la otra persona lo esté haciendo por compromiso.
Toda esa inseguridad se va a traducir en actos torpes, descafeinados y en una mala experiencia y, en muchos hombres, se traducirá en que no entenderás por qué, aunque ibas a darlo todo, tu SALCHIPAPA parece un anacardo, vamos, que está todo flácido y eso no lo levanta ni un Orco.
La mayor parte de los problemas que sufren en la cama se basa pura y totalmente en la inseguridad. ¿Lo sabías?
Tienes que CREER que tú puedes DESPERTARLO TODO y que estar contigo no es un placer, sino una BENDICIÓN que la otra persona debería agradecer una y mil veces por poder tener ahora.
Pierde el miedo a la aprobación de esa persona que tanto te importa, y entonces se sentirá tan segura contigo que no necesitarás hacer nada. Solamente va a disfrutar contigo y te va a desear cada vez más. Te acabo de descifrar el código del deseo.
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