Un maestro de la seducción no debe enlatar a sus alumnos


Ayer salí con dos amigos del mundo de la seducción (les llamaremos Pedrito y Juanito). Estaban muy ilusionados y me comentaron que habían asistido a un taller de un súper-gurú decodificador de la mujer. Estuvieron todo el rato diciendo que se lo pasaron genial y demás cosas, como que dicho gurú era de la escuela de Mystery, el otro gurú que les acompañaba de la escuela de Juggler… Eso sí, con 500 € menos en el bolsillo.

Abordar y hablar

El caso esta en que empezamos a sargear, vamos a un pub,  y mi compañero Pedrito empieza a decirme que va a abordar con la técnica de «quién miente más». Obviamente abre con un enlatamiento que se nota a leguas y es despachado.

Arriesgar y ganar la clave para cumplir tus sueños

En la realidad el dicho suele ser:

Quien no arriesga no gana

Pero personalmente me gusta huir de todo lo que pueda suponer negatividad y en esta frase nos encontramos con dos feos «NO».

Es por esto que es preferible en lugar de pensar «Si no arriesgo…» cambiarlo por un «Si arriesgo ahora, tal vez ganaré«. Desde luego es mucho más alentador.

La importancia de arriesgar en ocasiones puntuales de la vida. Esta idea me vino a la cabeza con el detalle más simple y absurdo que podáis imaginar.

Y es que iba en coche y vi la primera salida hacia mi destino. Pensé que había otra salida más adelante y que probablemente