La sinceridad equivocada

SinceridadNo… no me discutan, no me vayan a decir que no porque les veo las intenciones. Hoy en día uno de los deportes de riesgo más frecuentados por el género humano es confundir los churros con las merinas, las merinas con las toscas y las toscas con lo que se mueva (y que conste que nunca me he preguntado lo que son ni las merinas ni las toscas, porque los churros y lo que se mueve tiene hasta definición en el diccionario)… Y no me vuelvan a decir que no, que aún no saben siquiera ni de qué les quiero hablar…

La sinceridad

Lo que quiero decirles con todo esto es que hoy en día lo confundimos todo, desde lo más inverosímil hasta lo más plausible. Hemos dejado de lado ciertas creencias, ciertas costumbres y actos que, en otros momentos, o mejor dicho, en todos los momentos de la genuina historia de la humanidad, frecuentaban nuestra rutina diaria como algo ya sabido, algo en lo que nadie nos tenía que corregir, ni tan siquiera llamar la más mínima atención.

Hoy os quiero poner un ejemplo que corrobora los dos párrafos anteriores, incluso la alusión a las merinas. Hoy en día cualquier persona te puede llamar hijo de puta, porque hoy en día, precisamente, a esta forma de decirnos las cosas, de manera tan cariñosa y cruel a la vez, la hemos bautizado como sinceridad. Claro, la sinceridad, según nuestro propio diccionario, es poder insultarnos a la cara o decirnos cuanto nos apetezca porque, oye, colega, te lo estoy diciendo a la cara, ¿eh?, no te vas a tener ni que enterar por la espalda, ni va a hacer falta que nadie te lo diga por mí.

¿La sinceridad?, ¿sí?, ¿la sinceridad?… ¿seguro?…

Yo pensaba que la sinceridad era decirnos unos a otros hijos de puta, pero de una manera más sutil. Yo pensaba que la sinceridad, como entiendo la palabra sinceridad desde la ese a la «d» final, era sentarnos con un amigo, un compañero, tus padres, el novio o la novia y hablar tranquilamente, de manera pausada, sin alterarnos, sin que tengamos que ir a recoger la vena del cuello cuatro manzanas más allá. Yo pensaba que la sinceridad no sólo se refería a ponernos más limpios que un San Luis con un batallón de procacidades que, curiosamente, nos salen en una cascada mucho más perfecta que la que solemos usar para decirnos cosas bonitas. O sea, en roman paladino, que nos queda mejor un hijo de puta que un te quiero…

El baúl de los locos

Yo pensaba tantas cosas de la sinceridad que ahora, cuando veo tantos programas de papel couché y tantos esnobismos baratos de Grandes Hermanos y Operaciones Triunfos, en donde la convivencia se convierte en un mal endémico mucho más peligroso y mortífero que la peste negra, llego a pensar que la propia sinceridad lleva mucho tiempo escondida en el baúl de los locos, aquellos a los que, seguramente, si han de decirnos hijos de puta, lo harán con mucha más delicadeza y coherencia.

Porque la sinceridad es mucho más que eso, la sinceridad entre las personas es mucho más que decirnos cuatro barbaridades a la cara. O sea, si te lo digo a la cara, sea lo que sea, es sinceridad. Se me permite decirte de todo, porque, colega, esto es la sinceridad, esta es la nueva ley del siglo XXI. Nuestros héroes son los nuevos sinceros que buscan gresca desde que desperezan hasta que, algunos por fin, se acuestan. Nuestros mitos, a los que queremos parecernos cueste lo que cueste su disfraz, son aquellos que te cabronean en la cara como les da la gana, porque son la gente perfecta, son la gente que van tan de guaysssssss por la vida que son hasta sinceros.

¿Cuántos de estos personajes son idolatrados en la televisión o en los medios de comunicación por usar la sinceridad equivocadamente?. Es como si tuviéramos por héroe a alguien que en vez de alimentarse por la boca lo hiciera… por las merinas, como si todo lo que pensáramos del otro fuera simplemente decirle lo primero que se nos viene a la cabeza, con ahínco y alevosía, con esa violencia verbal que hoy en día se asocia a la sinceridad.

Y yo que pensaba que el hombre sincero lo era por naturaleza…

Ahora sí pueden discutirme todo lo que quieran… con sinceridad.

6 respuestas a «La sinceridad equivocada»

  1. El mundo hoy en dia es una puta mierda, la vida hoy en dia tambien es una p… m…. que coño hacemos hoy en dia si todo el mundo esta plagado de egoistas ?

    Decideme que coño se puede hacer con los egoistas ? nada porque lo seguiran siendo hasta que se cagen de miedo, haver si viene la puta pena de muerte en españa, o viene un hombre que mate a todos los egoistas asi los otros se lo pensaran 2 veces antes de hacer algo.

    Perdoname jack puedes borrar el comentario y te pido mis disculpas pero yo necesitava desaogarme de esta mierda de vida.

  2. Pues ser sincero a veces conlleva problemas…y recuerda amigo, que no es malo lo que el hombre se mete en la boca sino lo que suelta…cuanto podemos aprender del desierto!

  3. Creo que todos nos sentimos así Puye alguna vez. Cuesta mucho encontrar personas afines, pero las hay y siempre se necesita tener buenos amigos.

    Cuando los encuentras la vida empieza a parecer mucho más fácil.

  4. Oye puye comparto contigo ese comentario, y que se puede hacer??? muchas religiones afirman que nos espera una vida mejor a los que se portan "bien" según ellos.

    Es bueno desahogarse, esta mierda de vida no es tan facil, salimos de un problema y nos encontramos con otros, ya sea por personas inescrupulosas o por errores del pasado… y que se puede hacer… sinceramente me preocupo de lo mio, tengo tres amigos que me atrevo a decir que son de verdad, he corrido con esa suerte, con ellos he confiado cosas que con nadie habia tratado y me han ayudado en problemas que no tienes idea, tanto economicos como personales y no es por hablar mierda, evito hacerlo… por que me va bien con ellos? porque nos respetamos, cuando es joder es joder para ratos divertirse, cuando es trabajo es trabajo, cuando es seriedad por respeto es seriedad, es como una conexion que tenemos, somos cuatro y nos ayudamos mutuamente… es bueno tener amigos asi, tampoco es facil conseguirlos.

    saludos… luisksanova

  5. Hola de nuevo!,estoy de acuerdo con lo que decís, esta mierda de vida es como una perla preciosa cuando aprendes a verla de otra manera y las relaciones son ,precisamente, la clave, ¿no creeis?

    Hasta tios como el de la foto de este post reciben su merecido, el universo nos pone a todos en nuestro sitio y muchas veces no vemos que los problemas son justo lo que nos hace falta para crecer, una bendición disfrazada.

    No me enrrollo más que luego soy un pesao XD

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