¡Feliz año nuevo! Estamos ya en 2015 así que espero que esta primera entrada del año te resulte inspiradora y práctica. Veíamos ayer cómo revisar el año para ver qué tal nos ha ido y ver si hemos cumplido con nuestros objetivos. ¿Que no tienes objetivos? Eso no puede ser, todos los tenemos así que hoy te voy a contar cómo preparar los propósitos del año nuevo, para que cuando revises el próximo año puedas analizar mejor cómo te ha ido y por supuesto para que el camino a la felicidad esté más cerca. La felicidad en sí ya es el camino que tomamos para llegar a ella. No es un premio al final del trayecto sino que lo que hagas y cuando lo hagas sea lo que te hace sentir bien.
La felicidad se puede medir en objetivos cumplidos, tus propósitos hablarán de ti y de lo que esperas en la vida, de lo que tienes y de lo que te falta, de las cosas a las que das importancia. Si no has cumplido con tus propósitos del año pasado puede que no fueran suficientemente importantes para ti. Lo veremos en los puntos clave para fijarse objetivos.
Si lo hacemos es para que nuestra vida tenga un sentido, todos quien más quien menos necesita un poco de orden y una ruta para seguirla de forma más o menos automática. Si hacemos lo que queremos hacer la felicidad estará mucho más cerca. Te recomiendo nuestro curso Cómo ser feliz y disfrutar de la vida en el que aprenderás a valorar lo que tienes y a luchar por lo que te hace falta.
Eso sí, deberás analizar bien qué es lo que te hace falta. A menudo creemos que cosas materiales nos harán felices y en realidad no es así o queremos conseguir cosas pero en realidad no lo hacemos por nosotros sino por otras personas. El propósito puede ser el mismo pero la finalidad deberá ser ajustada para que surta efecto. Me explico. Hay quien quiere hacer deporte y es un propósito en su vida. Lo hace porque quiere adelgazar y estar más en forma. Así que uno de sus propósitos de año nuevo es ir al gimnasio. Los gimnasios se llenan de gente en enero, gente que tiene como propósito de año nuevo hacer deporte. Pero a mediados de mes ya casi no va ninguno. El día 31 de diciembre observaremos que de los que empezaron en enero no queda nadie, están los de siempre.
Eso es debido a que quien quiere ir al gimnasio para estar en forma probablemente lo hará porque es lo que se tiene que hacer, pero no le importa lo suficiente. Si comprobara los efectos en su salud de estar un poco más en forma, empezaría a importarle pero como no se implica no lo consigue. Otra opción es hacerlo por terceras personas. Quiero adelgazar para gustar más a mi pareja, y vas unos meses y pierdes peso pero en realidad las cosas con tu pareja son exactamente iguales que unos meses atrás. Perder peso no sirve de nada. Así que dejas de ir al gimnasio ya que es un objetivo que cuando has cumplido no tenía sentido.
Si le das la vuelta a tu objetivo y te planteas perder peso para verte mejor, disfrutar de sentirte más ágil, comprobar como día a día tu resistencia es mejor, como cada día puedes ir un poco más allá y cómo te sientes al final del día después de hacer deporte y llevar una vida sana, no dejarás de hacerlo y la relación con tu pareja cambiará. Y no porque hayas perdido unos kilos sino porque estarás más feliz, te sentirás más satisfecho con tu vida y te verás mejor a ti mismo, cosa que hará que tu pareja también te vea mejor. La ilusión es lo que cambia las cosas.
Así que para pensar en tus objetivos del año próximo te recomiendo que pienses en ti, en cosas que son buenas para ti, porque cuando tú seas más feliz los demás lo serán gracias a ti. La felicidad se contagia.
No intentes cumplir los objetivos de otra persona o no tendrán sentido, ni para ti ni para el otro. Nadie puede decidir el camino que debes tomar en tu vida ni dónde está tu felicidad.
Sé concreto con tus objetivos, divídelos en pequeños hitos a conseguir y traza el camino para que puedas llegar a ello.
Además de ser concreto está bien ser realista. Siguiendo con el ejemplo del gimnasio, no te puedes proponer perder 50 kilos en un año, pero sí, perder 10 o 15. Si puedes pretender perder un número fácil de asumir y añadir buenos hábitos a tu vida.
El siguiente objetivo será perder algo más de peso y mantener los buenos hábitos y cuando por fin consigas tu objetivo final el siguiente objetivo debe ser mantenerlo, da igual lo que sea. Si tu objetivo es enamorar al chico que te trae loca desde hace tiempo, cuando lo consigas tu objetivo debe ser hacerle feliz y vivir feliz con él. Centrándote en lo que te importa. Muchas personas consiguen su objetivo y lo olvidan pasando a otro. Si vas a dejar a ese chico por otro mejor que no te marques ese objetivo.
Parece todo muy lógico pero hay muchas personas que no son concretas ni realistas con sus propósitos. Así que si en 2014 no fuiste al gimnasio ningún día no puedes pedirle al año nuevo «ir más al gimnasio» solo que vayas una vez ya lo habrás cumplido pero es un objetivo vacío que no te ha servido de nada. Sé realista. Que tu objetivo sea ir dos veces por semana al gimnasio.
Así a final de año podrás revisar. Durante todo el año es bueno encontrar un momento para revisar tus objetivos y ver cómo lo estás haciendo. Es básico para corregir el camino que has tomado si lo estás haciendo mal ya sea porque te has salido del camino o porque ves que el camino que te marcaste no te lleva donde querías. Revisar de vez en cuando nos evita errores posteriores. Cuanto antes se solucionen mejor. Y se puede rebajar el objetivo para hacerlo más realista. Si no puedes con dos veces a la semana empieza por una y cuando lo cumplas amplíalo de nuevo.
Tener propósitos es algo bueno. Te dejo pensando en ellos. Busca la manera de que tus propósitos sean el camino a la felicidad, no cuando los consigas sino mientras estás trabajando por ellos. Además puedes aprender mucho sobre la búsqueda de la felicidad en nuestro curso Cómo ser feliz y disfrutar de la vida. Feliz año nuevo.