Que no soporte perderte y le des en su punto débil significa que esa persona no va a entender qué ocurre, pero va a saber que todo lo que quiere, en este momento es, que no te quiere perder. Que quiere valorar todos los momentos contigo que no valoró y que quiere seguir valorando el tiempo que comparte contigo por el resto de su vida.
En cuando TOQUES su punto débil, esa persona va a pertenecerte para siempre y no podrá hacer nada para evitarlo.
Debes empezar analizando cómo has llegado a ese punto, por qué en tu vida todas las acciones que has llevado a cabo te han traído al lugar donde estás, con una persona que, en verdad, no te quiere, no te lo demuestra, y que no está por la labor.
Por qué todo lo que has hecho te ha llevado a al lado de alguien que no te está valorando, cuando 30 acciones más para atrás lo podrías haber evitado.
Siempre somos el resultado de nuestra vida, nadie maneja los hilos, tú manejas tus propios hilos y eres el o la responsable de dónde terminas y con quién terminas.
Y has terminado con aquella persona que, tras involucrarte y esforzarte, no te corresponde igual. Tú das más y más esperando ser recompensado, pero ahí no es. Esa persona va siempre a medio gas y por más que haces, no logras que se comprometa.
Buscas, con todo ese esfuerzo, cambiar las migajas por compromiso, y por más que lo intentas y (llevas tiempo intentándolo) nada cambia. Lo único que has conseguido es que en ese tiempo la persona se haya acomodado a tus atenciones.
Como el niño de 12 años al que sus padres se lo hacen todo y nunca da las gracias por nada. No da las gracias por la comida, ni por la cena, ni porque le cuiden. Porque asume que el deber de sus padres es cuidarle y proporcionárselo todo sin que tenga que ganárselo.
Es exactamente lo que te pasa con esa persona, solo que no es tu hijo. A esa persona la has acostumbrado a asumir de tu parte un comportamiento complaciente, amoroso, insistente, donde le das todo sin que tenga que dar nada, porque se ha hecho tan costumbre que lo ve como un derecho.
Has acostumbrado a esa persona a tenerlo todo, sin esforzarse por nada y a creer que la vida contigo debe ser así.
Y conforme ha pasado el tiempo y cada uno se ha puesto en su rol, todo se ha perpetuado. Tú suspiras por esa persona, la endiosas, lo mejor que te podría pasar es que te dijera que te ama y valora todo lo que has hecho por ella, y esa persona simplemente te utiliza y no te valora en absoluto, porque nunca se ha tenido que ganar nada y lleva demasiado tiempo sin tener que ganarse nada de ti como para que lo valore.
Para ti sería demasiado bueno para convertirse en una realidad que te valore y te ame como tantas veces te has imaginado. Tienes miedo a perder a esa persona que has endiosado, tienes miedo de que llegue alguien y te la quite, y es todo ese conjunto de medios lo que hace que seas tú quien tiene miedo a perder, que seas tú quien es capaz de solo dar y dar y nunca soltar.
Es tu miedo a perder lo que genera ese intercambio de roles y lo perpetúa: TÚ, A QUIEN NUNCA QUIEREN, Y LA OTRA PERSONA A LA QUE RUEGAN.
TÚ, QUIEN DAS, INSISTES Y RUEGAS, y LA OTRA PERSONA LA QUE HUYE LENTAMENTE Y TIENES QUE PERSEGUIR PARA SEGUIR DÁNDOLE TODO LO BUENO SIN QUE TENGA QUE DARTE NADA.
Seamos honestos, todas esas actitudes, cómo os habéis relacionado, ha establecido quién es quién y nos dice algo muy claro y directo, aunque doloroso: ESA PERSONA NO TE CONSIDERA SUFICIENTE PARA ESTAR CON ELLA, ESA PERSONA NI TE RESPETA, NI TE AMA, solo se ha acostumbrado a tu presencia.
Se ha acostumbrado a despreciarte, a tenerte ahí cuando quiere y a hacer contigo lo que quiere, y lo peor de todo: SE HA ACOSTUMBRADO A NO VALORARTE.
Llevas perpetuando un rol que no te conviene, has dejado de tener vida para enfocarte en SU VIDA, en la vida de una persona que NO LO VALORA y cada día que le has dedicado esa persona lo sabe, y aun así te preguntas por qué no te ama ni te respeta.
¿Cómo te va a amar una persona a la que ves más importante que a ti? ¿Cómo te va a amar y respetar una persona que sabe que puede dañarte todo lo que quiera, que igualmente estarás ahí?
Si no haces nada, NADA VA A CAMBIAR, y me refiero a algo radicalmente distinto. A algo donde te enfrentes a tu verdadero miedo a perder. Porque el problema está cuando nos viene un cliente, nos contrata, pero ama tanto a la otra persona que tiene demasiado miedo a todo, cualquier cosa que haga que no sea lo habitual le hace sentir pánico a perder a una persona que, en verdad, nunca ha tenido.
Y es absurdo, porque es como estar en una jaula gritando sin que nadie te oiga.
Tienes miedo a un dolor que es mejor que el que experimentas todos los días cuando esa persona, vuelve a demostrarte que te falla.
Tú llevas meses, algunos incluso lleváis AÑOS, estableciendo una relación y unas costumbres que no te convienen para nada, que solo benefician a la otra persona y te perjudican a ti, y cualquier cosa que tatas de hacer para cambiar esto te produce ansiedad y miedo a que “va a buscar a otra persona y se va a ir”. Y ante el miedo a perder lo que tienes ahora con esa persona, piensas: “bueno, al menos como estamos ahora puedo disfrutar de esa persona, aunque sea un ratito”.
Y es ese miedo, el que te hace actuar como actúas, el que siempre des más de lo que toca y permitas que no se te trate como mereces, es ese miedo precisamente el que hace que nunca te pueda amar porque no actúas para que te ame, actúas para que te utilice.
¿Las cosas pueden cambiar?
Desde luego que pueden cambiar, y a eso nos llevamos dedicando más de 18 años. Y además pueden cambiar en un segundo, con una sola pregunta, y esa pregunta que hará que no soporte perderte y le dará en su punto débil con todas las de la ley es… ¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Pregúntatelo. ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Por qué la desperdicias así? Mira, yo nací con una enfermedad llamada Fibrosis Quística, tengo Diabetes, estoy trasplantado de los 2 pulmones y todo eso me ha enseñado a valorarme mucho, a compartir mi vida con quien quiere compartirla conmigo, no a alguien a quien tengo que perseguir por migajas.
La vida no es para vivirla suspirando por alguien, la vida es para que la vivas suspirando por ti, teniendo la vida que te mereces y para ello debes dejar atrás a quien se está quedando atrás.
No has venido a este mundo para estar triste y rogarle día sí y día también a una persona que, en verdad, no es para tanto y que solo la has idealizado en tu cabeza.
La vida es para que la vivas tú, no a expensas de nadie. Da igual quién seas tú y quién sea esa persona, TU VIDA TE PERTENECE y ya es hora de recuperarla.
¿Tú has visto alguna vez a alguien feliz en una relación donde otra persona NO LE AMA?
Si quieres estar triste o sentirte desdichada y melancólica, lee un poema de Pablo Neruda al lado de la persona que amas, pero no estés ni esperes nada más de quien no está capacitado para dártelo.
¿Sabes por qué esa persona no tiene miedo a perderte? Porque sabe que eres INCAPAZ de perderle, sabe que harás todo lo posible para que eso NO suceda, y aunque te enfades 1 día o 2, o hasta una semana, sabe perfectamente (PORQUE YA TE CONOCE y porque tiene la total seguridad) sabe que cuando le apetezca tenerte ahí, vas a estar ahí.
Y solo te metes en un bucle eterno donde nunca te van a querer hasta que digas: ¡YA ESTOY HARTO!
Hasta que te liberes de las cadenas, hasta que entiendas que el problema no está en esa persona, sino en ti, que tratas de buscar algo que debería estar en ti, fuera de ti. Nadie te tiene que hacer sentir en una nube más que tú, no estés buscando fuera lo que está dentro de ti.
En ese momento SUELTA, dile adiós. De golpe, desenquieta los roles, ni esa persona es Dios, ni tú te mereces menos.
Y cuando sueltas de verdad, cuando te centras en ti, cuando das por perdida a la otra persona y no vas a hacer ni un esfuerzo más porque esforzarte más hace que te dé menos en vez de más, te puedes hacer la gran pregunta.
¿Qué ha aportado a tu vida esa persona?
Piénsalo fríamente. ¿Te ha apoyado en momentos duros? ¿Te ha hecho sentirte querido y amado?
LA VERDADERA PREGUNTA AQUÍ Y QUE LO CAMBIA TODO, QUE LE DA EN SU PUNTO DÉBIL Y ES UNA VERDAD INCUESTIONABLE ES:
¿Quién sale perdiendo si tú te vas? ¿La otra persona o tú?
¿Tú, que nunca has recibido nada a cambio? ¿O la otra persona que lo ha estado recibiendo todo sin esforzarse? Porque aquí, claramente, quien pierde es él o ella, no tú. Tú lo que haces es liberarte, darte la oportunidad de ser feliz, darte la oportunidad de que te aprecien como te mereces.
Esa persona LO HA PERDIDO TODO y tú LO HAS GANADO TODO.
Y ESTA es una realidad muy poderosa con la que la otra persona se va a topar, porque tú le proporcionabas algo que no valoraba y que va a valorar en cuanto te vayas.
Tú le hacías sentir bien, le dabas autoestima, seguridad… Es verdad que no lo valoraba, pero se lo dabas y en cuanto no estés…
En cuanto se haga REAL el que te has cansado y te has ido, de golpe, esa persona va a sentir toda esa falta, se va a dar cuenta de una verdad que es tan antigua como el ser humano y una verdad DE LA QUE NADIE PUEDE ESCAPAR: NO SE VALORA ALGO HASTA QUE SE PIERDE.
Y es con lo que va a tener que convivir y enfrentarse la otra persona en cuanto sea una realidad el que te has cansado de verdad. No que quieres llamar su atención, sino que has evolucionado tanto como persona que te has dado cuenta de que no necesitas a alguien que no aporta absolutamente nada en tu vida.
Una cosa es que tú te nutras con tus fantasías y las películas que te has montado de cómo podría ser tu vida idílica con esa persona, y la otra es la realidad, que no te aportaba prácticamente nada, y una vez superes ese resquicio de dependencia emocional que le tenías, es lo que vas a ver: QUE NO HAS PERDIDO NADA.
Y la otra persona va a vivir el proceso contrario. ¿Quién le hacía sentir amado? Tú, ¿quién estaba ahí cuando te lo pedía? Tú ¿quién le daba autoestima y le proporcionaba seguridad? Tú.
Tú vas a sentirte liberado, has soltado un lastre que no te convenía. Y esa persona pasará por el proceso contrario, tenía un ángel de la guarda ahí, alguien que le aportaba mucho y que cuando falte, se dará cuenta de que no puede vivir sin ti.
Le va a golpear bien duro cuando la realidad llame a su puerta, pero, para entonces, tú ya no vas a estar ni te va a poder recuperar. ¡Y así es como tiene que ser!
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