Como valorar a las personas

Como valorar a las personasPhoto Credit »Luduen»

Las personas que se quieren a sí mismas saben cómo valorar a las personas mucho más fácilmente que las que no saben valorarse a sí mismas. Por eso no debe extrañar que alguien que quiere mejorar como persona también intente ayudar a los demás. Por eso sigo una filosofía de vida que es así: Tú creces, yo crezco y los demás también. Tiene mucho de cierto.

Cuando vemos a  una persona que está mejorando gracias a nuestra ayuda nos sentimos realmente bien. Sentimos que servimos para algo en este planeta, que podemos dar una buena ayuda a las personas que necesitan una fuente de apoyo. Quizás no puedas apoyar económicamente, pero moralmente puedes dar mucho y cuando logras sacar una sonrisa en las caras de las personas, ya sean tus amigos, familiares o vecinos te sientes  tan bien que parece que hay una atmósfera más tibia.

El domingo salí con unos amigos a pasear por un centro comercial. Nuestra intención era divertirnos conociendo otras personas del sexo opuesto. Yo ya había vencido uno de mis miedos por estar practicando más seguido, pero ellos a quienes veía después de tiempo, no hacían mucho de su parte. Así que decidí motivarles. Les dije cosas motivadoras y al final nos llenamos de una energía tan desbordante que nos sentíamos capaces de todo. Realmente esta experiencia me enseño lo bueno que es ayudar a los demás.

¿Qué tiene que ver esto con como valorar a las personas? Pues pude haber salido con otros tan mucho mejores pero en este caso lo que me pasó por la cabeza fue reunirnos y ver cómo andaban nuestras vidas, en qué podían mejorar cada uno en temas como: salud, amor y dinero. Lo bueno es que estamos tomando consciencia de que en esta vida no todo es fiesta de fines de semana, sino trabajo constante en todo lo que te propones y es así cuando te das cuenta de que la vida tiene un valor que pagar y por ende también cada una de nosotros. No solo yo les ayudé a ellos, ellos también me hicieron ver algunas cosas que me faltaban a mí para mejorar. Fue una excelente retroalimentación que sigue mi filosofía: Tú creces, yo crezco y los demás también.

Cuando piensas de esa manera ya no sientes envidia. Una persona que siente envidia por el éxito de los demás es porque no se valora a sí misma, no ha querido superarse y ha preferido la vida fácil, aburrida y poco agradable. Cuando ve a alguien de su mismo barrio, de su misma condición económica, de su mismo estatus social triunfando, siente envidia y lo único que hacen es querer que la vaya mal.

«Ah, es pura suerte, verás que pronto le va a ir mal en las ventas» dices cuando lo ves vendiendo mucho, al día siguiente te das cuenta que ha vendido poco y atacas: «Ya ves, te lo dije». Tanto en el mundo de las ventas, como en todo que implique trabajo siempre van a haber días buenos y días malos. Lo importante es perseverar y saber que pronto puedes hacer más.

La envidia no es más que una simple excusa para no progresar, es un refugio donde te escondes por temor a enfrentar tus miedos y querer que los demás estén acompañándote cuando ves que están alcanzando la cima del éxito. Lo mejor es aprender a como valorar a las personas.

¡Ya deja de sentir envidia! Piensa que si a una persona le va bien en su trabajo va a poder dar más trabajo a otras, y así si a todas las personas que conoces mejoran su estabilidad económica significa que tu comunidad está progresando y tú también tienes las mismas posibilidades. Muchas veces nos dejamos llevar por ser tan egocéntricos y sentimos envidia del que está progresando, pensando que está atentando contra nuestro propio progreso cuando en realidad lo que está haciendo es demostrar que si él pudo, nosotros también podemos. Es ahí cuando empiezas a saber como valorar a las personas de verdad.

Alégrate por el triunfo de las demás personas, porque muy pocas lo hacen, muy pocas se sienten felices cuando tienes un logro por muy pequeño que sea. Recuerdo una vez cuando estaba estudiando en el instituto que una docente nos preguntó que a cuántos de nosotros, nuestros amigos u otras personas que no sean ni nuestros padres ni nuestros familiares nos hayan felicitado de verdad. Y de los 40 que éramos en esa clase solo unos dos o tres levantaron la mano.

No importa qué tan prestigiosa o difícil sea el lugar donde haya accedido o triunfado, lo importante es que te alegres por ellos.

De verdad que si en este mundo todos nos alegrásemos por el triunfo de los demás y sintiésemos la valentía de querer superarlo porque sabes que puedes hacerlo, ya habríamos avanzado mucho más rápido como raza humana. Nuestras ciudades seguramente serían mucho más modernas, en los colegios habrían muchos mejores alumnos y se enseñaría realmente cosas que valgan la pena conocer porque todos se valorarían entre sí como personas.

Y por último para aprender como valorar a las personas tienes que compartir la alegría. Si te vienes bien emocionado por haber hecho algo simplemente trata de que la otra persona también se sienta igual que tú. No seas de esos que cuando tiene algún triunfo se lo guarda para sí por temor a lo que piensen los demás. Puedes hacer una celebración y así ganar mucho más y mejores amigos, siempre y cuando esa celebración o fiesta se realice de una manera sana.

Ese día que estuve con mis amigos practicando algo de sociabilidad, cuando los veía haciendo bien sus retos me alegraba por ellos, tanto que cuando se fueron lo que hice fue proponerme un reto, hacerlo yo solo. Me funcionó. Esa alegría que sientes cuando a los demás les va bien no tiene precio, tanto que se nota en lo que hagas después de que ellos no estén.

Para saber como valorar a las demás personas es sencillo, sólo hay que desear el bien a los demás cuando realmente ya te aprecias a ti mismo. Porque es algo incoherente, incluso hipócrita, felicitar y alegrarse por los demás cuando tu vida no está yendo bien, cuando te sientes mal en las relaciones o cuando no tienes un sentido de vida o motivo por el cual vivir. Valorar a las demás personas viene desde dentro con tu propia felicidad.

Si quieres aprender a valorar a las demás personas y  ser feliz, te recomendamos nuestro video curso de 5 horas: Como ser feliz

 

23 respuestas a «Como valorar a las personas»

  1. me a gustado mucho este tema.

    la verdad me a pasado igual que a ti rolando, me alegro mucho cuando veo a mis compañeras de curso mejorar, cuando cuentan que ya en el deporte les va mejor y que pudieron nadar 1 kilometro, o cuando su dieta alimenticia va mejor y tienen una fuerza de voluntad ejemplar.

    me sacan siempre una sonrisa y hasta llego a decir que me alegran el dia.

    y se que esto es asi pues porque yo al igual que ellas me esfuerzo en lo mio, en mis metas.

    =)

  2. Para saber como valorar a las demás personas es sencillo, sólo hay que desear el bien a los demás cuando realmente ya te aprecias a ti mismo. Porque es algo incoherente, incluso hipócrita, felicitar y alegrarse por los demás cuando tu vida no está yendo bien, cuando te sientes mal en las relaciones o cuando no tienes un sentido de vida o motivo por el cual vivir. Valorar a las demás personas viene desde dentro con tu propia felicidad.

    Hombre, a mí no me ha ido en ocasiones bien en ciertos campos y no por ello he deseado lo peor a otras personas que sí prosperaban en ello.

    Por lo demás, buen artículo¡¡

    1. Hola theodoran,quizas falto decir q en ese caso del q uno le esta llendo todo mal,hacer silencio.por q en ese momento lo primero q nos viene a la mente es negativo.pero despues cuando reaccionamos,nos damos cuenta q no todo es negativo.saludos

  3. Las personas que se quieren a sí mismas saben cómo valorar a las personas mucho más fácilmente que las que no saben valorarse a sí mismas. Por eso no debe extrañar que alguien que quiere mejorar como persona también intente ayudar a los demás. Por eso sigo una filosofía de vida que es así: Tú creces, yo crezco y los demás también. Tiene mucho de cierto.

    Cuando vemos a una persona que está mejorando gracias a nuestra ayuda nos sentimos realmente bien. Sentimos que servimos para algo en este planeta, que podemos dar una buena ayuda a las personas que necesitan una fuente de apoyo. Quizás no puedas apoyar económicamente, pero moralmente puedes dar mucho y cuando logras sacar una sonrisa en las caras de las personas, ya sean tus amigos, familiares o vecinos te sientes tan bien que parece que hay una atmósfera más tibia.

    El domingo salí con unos amigos a pasear por un centro comercial. Nuestra intención era divertirnos conociendo otras personas del sexo opuesto. Yo ya había vencido uno de mis miedos por estar practicando más seguido, pero ellos a quienes veía después de tiempo, no hacían mucho de su parte. Así que decidí motivarles. Les dije cosas motivadoras y al final nos llenamos de una energía tan desbordante que nos sentíamos capaces de todo. Realmente esta experiencia me enseño lo bueno que es ayudar a los demás.

    ¿Qué tiene que ver esto con como valorar a las personas? Pues pude haber salido con otros tan mucho mejores pero en este caso lo que me pasó por la cabeza fue reunirnos y ver cómo andaban nuestras vidas, en qué podían mejorar cada uno en temas como: salud, amor y dinero. Lo bueno es que estamos tomando consciencia de que en esta vida no todo es fiesta de fines de semana, sino trabajo constante en todo lo que te propones y es así cuando te das cuenta de que la vida tiene un valor que pagar y por ende también cada una de nosotros. No solo yo les ayudé a ellos, ellos también me hicieron ver algunas cosas que me faltaban a mí para mejorar. Fue una excelente retroalimentación que sigue mi filosofía: Tú creces, yo crezco y los demás también.

    Cuando piensas de esa manera ya no sientes envidia. Una persona que siente envidia por el éxito de los demás es porque no se valora a sí misma, no ha querido superarse y ha preferido la vida fácil, aburrida y poco agradable. Cuando ve a alguien de su mismo barrio, de su misma condición económica, de su mismo estatus social triunfando, siente envidia y lo único que hacen es querer que la vaya mal.

    “Ah, es pura suerte, verás que pronto le va a ir mal en las ventas” dices cuando lo ves vendiendo mucho, al día siguiente te das cuenta que ha vendido poco y atacas: “Ya ves, te lo dije”. Tanto en el mundo de las ventas, como en todo que implique trabajo siempre van a haber días buenos y días malos. Lo importante es perseverar y saber que pronto puedes hacer más.

    La envidia no es más que una simple excusa para no progresar, es un refugio donde te escondes por temor a enfrentar tus miedos y querer que los demás estén acompañándote cuando ves que están alcanzando la cima del éxito. Lo mejor es aprender a como valorar a las personas.

    ¡Ya deja de sentir envidia! Piensa que si a una persona le va bien en su trabajo va a poder dar más trabajo a otras, y así si a todas las personas que conoces mejoran su estabilidad económica significa que tu comunidad está progresando y tú también tienes las mismas posibilidades. Muchas veces nos dejamos llevar por ser tan egocéntricos y sentimos envidia del que está progresando, pensando que está atentando contra nuestro propio progreso cuando en realidad lo que está haciendo es demostrar que si él pudo, nosotros también podemos. Es ahí cuando empiezas a saber como valorar a las personas de verdad.

    Alégrate por el triunfo de las demás personas, porque muy pocas lo hacen, muy pocas se sienten felices cuando tienes un logro por muy pequeño que sea. Recuerdo una vez cuando estaba estudiando en el instituto que una docente nos preguntó que a cuántos de nosotros, nuestros amigos u otras personas que no sean ni nuestros padres ni nuestros familiares nos hayan felicitado de verdad. Y de los 40 que éramos en esa clase solo unos dos o tres levantaron la mano.

    No importa qué tan prestigiosa o difícil sea el lugar donde haya accedido o triunfado, lo importante es que te alegres por ellos.

    De verdad que si en este mundo todos nos alegrásemos por el triunfo de los demás y sintiésemos la valentía de querer superarlo porque sabes que puedes hacerlo, ya habríamos avanzado mucho más rápido como raza humana. Nuestras ciudades seguramente serían mucho más modernas, en los colegios habrían muchos mejores alumnos y se enseñaría realmente cosas que valgan la pena conocer porque todos se valorarían entre sí como personas.

    Y por último para aprender como valorar a las personas tienes que compartir la alegría. Si te vienes bien emocionado por haber hecho algo simplemente trata de que la otra persona también se sienta igual que tú. No seas de esos que cuando tiene algún triunfo se lo guarda para sí por temor a lo que piensen los demás. Puedes hacer una celebración y así ganar mucho más y mejores amigos, siempre y cuando esa celebración o fiesta se realice de una manera sana.

    Ese día que estuve con mis amigos practicando algo de sociabilidad, cuando los veía haciendo bien sus retos me alegraba por ellos, tanto que cuando se fueron lo que hice fue proponerme un reto, hacerlo yo solo. Me funcionó. Esa alegría que sientes cuando a los demás les va bien no tiene precio, tanto que se nota en lo que hagas después de que ellos no estén.

    Para saber como valorar a las demás personas es sencillo, sólo hay que desear el bien a los demás cuando realmente ya te aprecias a ti mismo. Porque es algo incoherente, incluso hipócrita, felicitar y alegrarse por los demás cuando tu vida no está yendo bien, cuando te sientes mal en las relaciones o cuando no tienes un sentido de vida o motivo por el cual vivir. Valorar a las demás personas viene desde dentro con tu propia felicidad.

    Si quieres aprender a valorar a las demás personas y ser feliz, te recomendamos nuestro video curso de 5 horas: Como ser feliz

  4. A MI ME PUSO LOS CUERNOS MI EX-NOVIO ME CAMBIO POR UNA GORDA FEA Y GACHA Y EL MUY COBARDE NO ME TERMINO PERSONALMENTE SINO POR EL CELULAR. DESDE EL AÑO PASADO YA ANDA CON LA TIPA. Y TODO EL MUNDO DICE QUE LA REGO GRACIAS A MI FAMILIA AMIGOS AMIGAS Y TODOS MIS FAMILIARES ESTOY SALIENDO ADELANTE. NO SUPO VALORAR LO QUE TENIA A SU LADO

  5. gthurugkirokirtutrhirjthtih,ro`w+ñthgltrihutri,hktphi5tojrhghjhphrtihthtlkhoytijhghuhrguhrjuhuhuhhugihgiruhgugiruijrugjrighugjtghrtughitruhrguhtghrtgurthguthuirjtgohtpoith.
    jgtjknkjgnjgthhjthityhjthjgowrijgughgjgttjhtujfgijgijijigfjigjtihjjgtghigghghirguhuihoghtuigiujtuihuhoghtriugotghutrghoghthgoghtigourhgoerhuirhtgirohtgtirughriuthgihutrghtrhghuhrghurthgutrhghrtuhgutrhreghurtiehgerthgiuehtnggthnhbtibngtgntjghtnhthtihhmtjhutututmhtmjgtrjuhtuhuuhtruhtuhuthuthjuttii.

  6. Un compañera que ella nomas tiene posibilidades hacer todo las actividades y proyectos del profesor nos plantea y no ese posibilidad de conocer también su experiencia..

  7. Hola,muy buenas tardes, lei todo y siento que necesito ayuda la verdad,en mi familia la verdad no puedo confiar,me desahogo con mi mama y dice que son puras tonteria…..nunca valoro lo que mis padres hacen por mi y la verdad no es porque no quiera,si no porque los veo como objetos,mis papas me consienten en todo y me eh aprovechado mucho de esos, ayuda.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *