UNA SUBIDA DE SUELDO ¡POR FAVOR!

No se si alguna vez habéis tenido la ocasión de entrar en el despacho del jefe e intentar razonar con él una subida de sueldo NECESARIA. En este sentido el jefe por algo es jefe y suele ser un experto en regateo a la manera del más puro estilo comerciante árabe … “Bueno, podrías entrar algo más tarde y salir antes” … “Podemos hablarlo con la Dirección, pero no creo que en este momento sea algo que esté en el calendario”… “Puedo darte dos días más de vacaciones al año si vienes un sábado al mes”… “Ahora mismo es imposible, si te lo subo a ti, se lo tengo que subir a los demás” … “Has trabajado duro, pero ahora mismo es imposible porque este mes no hemos llegado a objetivos a pesar de tu esfuerzo” …. “bla bla bla … palmaditas en la espalda ¡plas! ¡plas!”.

Subida de SueldoEs como si de repente nuestro jefe dejara de hablar nuestro idioma y fuera poseído por un espíritu filósofo abstracto habitante del Mundo de las Ideas de Platón, te va a decir de todo menos que SI o que NO, pero siempre con rodeos. Sale a relucir por cierto durante la conversación, aquella vez que te dejaron salir antes para ir al médico, o la falta que tuviste haces dos semanas por llegar tarde a primera hora. Mientras te muerdes la lengua para no tirarte encima de la mesa de tu jefe con un machete al grito de ¡COBARDE! ¡TRAIDOR!, comienzas a acordarte de todas las tardes que te has quedado hasta las mil para terminar informes, solucionarle la papeleta, o para terminar a tiempo una presentación de ventas que había que exponer al día siguiente, mientras el estaba ya en su casita … Parece que nada de esto cuenta ahora. Si resulta encima, que eres un buen trabajador, que siempre sacas adelante lo que te ponen entre manos, que tu comportamiento es intachable y que haces siempre lo que se requiere en el momento, te puedes preguntar ¿QUÉ MÁS PUEDO HACER? ¿Acaso es científicamente imposible que me suban el sueldo? La verdad, es que me hace falta realmente, no llego a fin de mes y si no lo consigo, tengo que buscarme otro trabajo a la fuerza.

Después de respirar hondo y durante un café con uno de mis mejores amigos dentro de la empresa, me da por probar y preguntarle si en su departamento no están buscando a alguien que haga mis funciones. Después de hablar un poco con el me confirma que si que tienen pensado ampliar la plantilla en unos dos meses y que la reforma está aprobada: “Tenme en cuenta por favor, necesito el cambio”. Además resulta que el nuevo puesto iría acompañado de una subida de sueldo que a mi me vendría más que bien para tener algo más de tranquilidad a fin de mes.

Solo hay un problema, tengo una estrecha relación con mi actual jefe y hay que jugar bien para que todos quedemos a gusto con el cambio … Uno nunca sabe donde va a acabar mañana, pero mi actual jefe por el momento no tiene previsto deshacerse de mi. Es más que obvio, puesto que no hago más que solucionarle la vida día tras día para que pueda llamarse a sí mismo “director de algo”. Tengo que tener cuidado, puesto que gracias a él, estoy trabajando en esta empresa (no nos engañemos, uno ha de saber de donde viene y porqué está ahí), pero he topado con un TECHO DE CRISTAL que no me deja avanzar y que ahora mismo me ahoga. Después de hablar de nuevo con mi amigo, me confirma que los trámites ya están en curso para el hipotético puesto que en teoría va a ser mío, que todo queda conforme en cuestión de días, pero que hasta que no esté firmado en papel no pueden darme el OK definitivo … Todavía todo puede pasar.

A todo esto, mi actual jefe sigue ejerciendo su particular despotismo sobre mi, día tras día, pero no sospecha ni lo más mínimo que el fin de esta situación se aproxima. Confiado, sigue refugiado en su despacho jugando al solitario por Internet y encargando compras por teléfono, mientras yo hago su trabajo para que después el pueda ir a las reuniones de directores y poner algo encima de la mesa. Para mis adentros pienso… “Qué poco te queda, veremos quien hace después todas esas tablas infernales … que simplemente te limitas a firmar para que las vea tu superior y te luzcas”. Llega ya por fin el día y mi amigo me confirma que ya esta todo firmado y OK, ahora ya pueden proponerme para el puesto de forma legal y oficial. Se sigue suponiendo que yo no se nada de todo esto que pasa a mi alrededor.

El imprevisto: El director de Recursos Humanos, se entera que “puedo liberarme ya de mi actual prisión profesional” y me reclama para su departamento, sabe que trabajo bien y me conoce. Mi amigo consigue hablar con el y convencerle de que soy más necesario para el nuevo puesto que en cualquier otro departamento. Es difícil llevarle la contraria a este director puesto que tiene mucho poder dentro de la empresa, por lo que hay que convencerle. Afortunadamente y pensando en el trabajador, consideran que un cambio ha de suponer una mejora económica lo cual celebro y aplaudo.

Suena el teléfono de mi jefe y ya sabemos todos para qué … veo desde fuera como se levanta, empieza a dar vueltas por el despacho con la puerta cerrada, teléfono en mano, está nervioso e inquieto … sabe que le queda poco cuento que contar y que si me voy, va a tener que ponerse a trabajar él mismo sus propios asuntos. ME HAN RECLAMADO OFICIALMENTE DESDE ARRIBA, YA NO DEPENDE DE EL. Mi amigo me llama y me dice que va a subir a hablar con mi jefe y con su superior quien también ha de dar el visto bueno, que no abra la boca y que haga como que no se nada y todo me pilla de nuevas. He de reconocer que estoy bastante nervioso, pero se supone que yo no se nada y si el superior de mi jefe no da el visto bueno final … todo habrá sido una ilusión, habría que pensar en otra cosa.

Mi amigo entra al despacho de mi jefe y juntos van al despacho de su superior, cierran la puerta y veo como mi jefe no puede estarse quieto, levanta los brazos llevándose las manos a la cabeza, no se sabe de que están hablando y yo sigo nervioso … Se decide mi futuro profesional a cuatro metros de distancia y una mampara cerrada e insonorizada por aquello del SECRETO INDUSTRIAL. Salen todos, no me dicen nada y nos vamos a comer, mientras por el camino mi amigo me dice que no me preocupe, que todo ha salido bien. Lo han arreglado de tal manera, que parezca que es mi jefe quien me ofrece esta NUEVA OPORTUNIDAD … Gracioso ¿Verdad?

Muy orgulloso me llama mi jefe a su despacho y tras una breve y pomposa introducción me dice: «Me he hecho eco de tus necesidades y por ello, y porque valoro tu esfuerzo he decidido proponerte para un nuevo puesto que te va a suponer una mejora». Pongo cara de sopresa y agradecimiento mientras pienso por dentro: «Dios … ¿como es posible que se pueda tener tanto morro?». Pero bueno, esto es un Juego y hay que seguir jugando. Escucho con atención todo lo que tiene que decirme y le «Agradezco enormemente todo lo que se ha esforzado para conseguirme esa mejora, puesto que además y según él había más candidatos para ese puesto para el que me han propuesto …». Aún despues de todo este teatro, me insiste en que si algún día le promocionan, volverá a reclamarme porque cuenta conmigo. Deja caer también algún favor pasado que me ha hecho, para que me acuerde de él en el futuro.

Parece que todo ha salido bien, todos hemos quedado bien y ahora tengo lo que me hacía falta: Un cambio de aires y un aumento de sueldo, gracias a mi amigo que me ha ayudado a salir de esa jaula profesional en la que me encontraba. Moraleja: Hay que tener amigos hasta en el infierno y nunca dar nada por pedido. Se fiel a tus amigos porque algún día puedes necesitarlos de verdad.

Un fuerte abrazo.

 

5 respuestas a «UNA SUBIDA DE SUELDO ¡POR FAVOR!»

  1. "se fiel a tus amigos porque algún día puedes necesitarlos de verdad" completamente de acuerdo.

    arcangel tiene un buen blog le faltaría promocionarlo un poquito m´s nom´s para aumentar sus visitas

  2. Uyy si tenaz a mi me han salido con ese tipo de excusas mis jefes siempre que les voy a pedir un aumento considerable por mi esfuerzo y eso que uno hasta es capaz de trabajar un sábado para ver si así le dan el aumento que uno quiere y nada, por eso deje de trabajar duro y me he vuelto como los demás, un poco vagos, pues para saber que siempre voy a recibir lo mismo, para que me mato la vida tanto.

    La única solución seria si me cambio de trabajo.

    ¿Por qué tener un trabajo en el que estás de mal rollo? – Siempre hay un trabajo ideal para cada persona – el trabajo no siempre tiene connotaciones negativas.

    Aquí os dejo un par de vídeos para aquellos que quieren encontrar el "Trabajo Perfecto":
    http://www.youtube.com/monsterempleo http://www.dailymotion.com/video/x52y26_el-trabaj

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