Un ego enorme

© Paul Keller

Hoy quiero hablar de esas personas que tienen un ego tan grande que no les cabe dentro, ni dentro de su casa, que necesitan un campo de fútbol, por lo menos, para poner meter todo el ego que tienen. Las personas que tienen demasiado ego también son conocidas como narcisistas, aunque mucha gente entiende únicamente el narcisismo como la manía de mirarse a sí mismo y buscar o observar la belleza. Pero el narcisismo es mucho más, va mucho más allá de la simple belleza.

Una persona con un ego desmesurado solo sabe hablar de ella misma, solo tiene interés en lo que le ocurre a ella misma y cree que sus temas son más importantes que los del resto de la gente. En cierto modo son exhibicionistas porque lo que quieren es exhibir sus cualidades, ya sean belleza, inteligencia, dinero… o todo a la vez, claro. Un egocéntrico perfecto cree que lo tiene todo perfecto. El problema de este tipo de personas es que no aceptan las críticas y cuando las reciben creen fácilmente que se trata de envidia. No van a creer que tienen algo que mejorar sino que la otra persona se o dice para hacerle daño, puesto que la envidia es lo que tiene.

Si tú eres una persona así es difícil que te des cuenta. Es posible que lo hagas para ti mismo, que en el fondo tengas miedo de que todos tengan razón y seas demasiado exhibicionista. Si eres sincero contigo mismo es posible que tengas un miedo terrible a que todo lo que te han dicho alguna vez sea verdad. ¿Y si eres tú el que está equivocado y no vale tanto como cree o como dice que cree? Tu problema puede ser de autoestima. En realidad tú no confías tanto en ti mismo como dices y tienes que reafirmarte cada dos por tres. Cuida tu autoestima. Refuérzala. Hazlo con nuestro audio curso Cómo aumentar la autoestima.

Tienes un problema de ego desmesurado si alternas las épocas en las que crees que eres lo mejor y que puedes con todo con otras épocas en las que estás deprimido y crees que tu potencial solo lo ves tú a ratos, la mayoría de las veces no encuentras en ti ese potencial que dices que tienes y que quieres creer a toda costa que los tienes. Por ello te empeñas en decirlo en voz alta, es una forma de convencerte a ti mismo a la vez que lo intentas con los demás, pero el principal cliente de tus pavoneos eres tú mismo.

Es posible que seas una persona con problemas en el trabajo, tus compañeros no saben reconocer tu talento y tienes que recordarle a todo el mundo constantemente que fuiste tú el que dio con la solución o que la idea fue cosa tuya. Lo peor es que no puedes evitar sentir envidia de los demás. Crees que ellos sienten lo mismo por ti y asumes que tu mala relación contigo es debido a la envidia que sienten de lo que tienes o de lo que eres capaz de hacer. Y te da rabia, no soportas, que ellos sean menos buenos que tú y se lleven las felicitaciones. Eres tú el que merecería estar en el cargo que acaba de conseguir el incompetente de tu compañero, ahora jefe.

© shareski

Te sientes atacado cada vez que alguien pone en duda tu capacidad. O cada vez que alguien está por encima de ti, o los demás creen que puede estarlo, tú sabes bien que no es así, que eres el mejor pero que el mundo no ha reconocido tu talento. Es por ello que tienes que ir recordándolo cada dos por tres.

Las personas con un ego demasiado grande suelen interrumpir las conversaciones para tratar de llevarlas siempre hasta su terreno ya sea contando una experiencia personal o proponiendo la solución a los problemas que tratan personas que no están hablando con él en ese momento. El ego desmesurado te hace tener que mostrar todo el rato tus cualidades, tus opiniones, creer que siempre tienes la historia más graciosa que contar.

Te puedes dar cuenta porque al final nadie te escucha, se hace un momento de silencio y de repente alguien lo rompe para continuar hablando como si no te hubieran oído. Te dicen que sí, probablemente dicen lo que quieres escuchar pero continúan a lo suyo. Lo fácil es pensar que no te valoran lo suficiente, que son unos mediocres que no saben entenderte o que no tienen ni idea de lo que es el talento. Pero no, el problema lo tienes tú que monopolizas todas las conversaciones y que ya tienes harto a todo el mundo. Son educados y probablemente no te dirán nada, si fueran asertivos lo harían, pero la mayoría de la gente no lo es y se limitan a no enfrentarse contigo y a no hacerte quedar mal. Además, creen que por mucho que te digan, como tu ego es tan desmesurado, sus palabras no causarán mella.

Pero no es así, todo lo que nos dicen se queda dentro y en algún momento lo analizamos y podemos aprovecharlo. Cuántas veces se ha visto volver a un drogodependiente a un centro de rehabilitación dos años más tarde de que lo abandonara la primera vez por la charla que le dio uno de sus psicólogos. Ha necesitado dos años para procesar la información y para aceptarla pero finalmente lo ha entendido.

Si estás en este punto, si temes haber entendido todo lo que te han dicho hasta ahora y que no es otra cosa que tienes un ego demasiado grande, podemos ayudarte. La solución es ajustar tu nivel de autoestima. Probablemente no te quieres nada, tienes miedo de no tener talento y de no valer para nada, por eso te reafirmas constantemente y le gritas al mundo que tu talento debe ser valorado.

Pon tu autoestima de forma correcta y tu vida empezará a tener más sentido. Todos tenemos defectos y todos tenemos talentos. Solo hace falta reconocer lo que tienes de bueno y lo que tienes que mejorar y trabajar para ello sin castigarte y aprender a sacar partido de tus cosas buenas, peor lo primero, lo básico es recuperar tu autoestima y la confianza en ti mismo. Para ello te resultará imprescindible lo que aprendas en nuestro audio curso Cómo aumentar la autoestima.

 

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