Son muchas las ocasiones de la vida en las que nos vemos con la necesidad de pasar página. Ya sea por culpa de un desengaño amoroso, por culpa de haber hecho daño a alguien o de haber hecho cosas mal, por haber perdido amigos… seguro que has sentido la necesidad de pasar página por tus propios motivos. Como decía nos pasa a todos y varias veces en la vida. A veces creemos que es empezar de cero, pero en según qué cosas no puedes empezar de cero y no te queda más remedio que pasar página. Viene a ser algo parecido pero no es exactamente lo mismo ya que empezar de cero implicar hacer borrón y cuenta nueva. Eliminar todo lo que ha pasado y empezar otra vez. Eso lo puedes hacer por ejemplo mudándote, cambiando de trabajo… Son modos de conseguir que determinados aspectos de tu vida empiecen de nuevo.
Pero no siempre es posible dejar detrás el bagaje de lo vivido ya sea para bien o para mal lo que nos ha ocurrido, lo que hemos vivido está ahí y no se puede olvidar. Así que pasar página significa ser capaz de avanzar dejando esto que ahora no podemos borrar, en el pasado. Ha pasado y está escrito pero avanzamos hacia una nueva dirección, una nueva página donde todo está por escribir.
Para conseguirlo te vamos a dar unos cuantos consejos hoy, pero el más importante, lo que más beneficios te aportará es lo que te voy a decir ahora: asegúrate de que tu autoestima está en buena forma. Nadie necesita pasar página sin estar herido, ya seas tú o otras personas. En ambos casos necesitar cuidar de tu amor propio y asegurarte de que no cargas con culpas y que eres capaz de perdonarte por lo que ha pasado o lo que has hecho. Aprender a querernos a nosotros mismos es básico para poder pasar página. Empieza de nuevo junto a alguien que puedas confiar y de quien te sientas orgulloso: tú mismo. Te ayudaremos a superar tus conflictos internos y a mejorar tu autoestima en nuestro audio curso Cómo aumentar la autoestima.
Cinco trucos para pasar página
Entender de una vez que las cosas son como son
Ni te ha tocado vivir una vida más complicada que a los demás, ni puedes cambiar tu vida. La vida es la que es y empeñarse en creer que tiene que ser distinta o que para los demás es diferente, no hace otra cosa que frenarte. Cuando antes entiendas que las cosas son como son antes estarás preparado para aceptarlas y poder superarlas. Imagínate que la realidad es como una puerta cerrada. Tú quieres abrirla pero está cerrada. Mientras intentas abrir pensando que el mecanismo está encallado o enganchado de alguna manera estás perdiendo el tiempo de encontrar una herramienta que te permita abrirla. Quién sabe si al darte cuenta de que está cerrada encuentras la llave. Pero lo que sí tendrás claro es que no se va a abrir así como así de modo que buscarás alternativas para entrar o salir de este sitio. ¿Lo entiendes? La realidad a veces es como una puerta cerrada, una montaña, un muro, cuando antes entiendas que por ahí, de ese modo no vas a pasar antes encontrarás el camino alternativo o la llave que abre la puerta. Si la puerta está cerrada tal vez puedas buscar una ventana. Así que no pienses que los demás han tenido más suerte que tú, puede que no sea cuestión de suerte sino de hacer lo correcto en cada momento.
No te veas como una víctima
Muy relacionado con el punto anterior. Si te ves como una víctima estarás culpando a las circunstancias, a los demás o incluso a ti mismo de lo que te pasa. Estarás dispuesto a aceptar que las cosas son así de negativas y a no hacer nada para cambiarlas. Aceptar que las cosas son como son implica querer buscar una solución, puede que hasta ahora tú hayas permitido que todo esto te pasara pero a partir de ahora no vas a permitirlo más. Asume tu responsabilidad en tu vida y conviértete en el dueño de tus propias decisiones. Eres fuerte y puedes hacerlo.
Olvídate de lo que piensan los demás
Tu vida es tuya y solo la vives tú. Las cosas malas que te pasan te las comes tú y al final el que se siente solo y traicionado eres tú. Muchas veces te sientes así por culpa de no haber actuado como deberías y sabías que deberías hacer, por no tener que luchar contra otra persona o por evitar que los demás pensaran mal de ti. Debería preocuparte poco lo que los demás piensan de ti si al final tú te sientes bien contigo mismo. Por ejemplo, haces lo que tu marido dice, o lo que tu madre dice que deberías hacer, siempre haces lo que se supone que tienes que hacer pero en realidad no eres feliz. Sí, los demás piensan que haciendo eso lo eres pero en realidad no lo sientes así, de modo que deja de preocuparte por lo que piensan los demás y preocúpate de lo que piensas tú.
A los demás no vas a cambiarles
Deja también de luchar por cambiar a otros. Si tu amiga no puede ser tu amiga porque tenéis un modo distinto de ver las cosas deja de intentar que cambie. Si tu novio no te hace feliz porque te es infiel una vez detrás de otra deja de intentar que cambie. Deja de intentar que los demás entren dentro de la realidad tal como la imaginas. Acéptala tal como es y muévete en otra dirección.
Cada uno tiene un modo de ver las cosas y no tenemos que coincidir con todo el mundo. Eso no significa que ninguno de los dos tenga la verdad absoluta, sino que cada uno ve la realidad a su manera. Cuando te encuentras en ese caso no vale la pena intentar cambiar a alguien sino aceptar que son dos realidades que no convergen.
El futuro no depende del pasado
Créetelo, puedes pasar página. Puedes empezar de cero en ocasiones. El pasado no marca lo que va a pasar en el futuro. Eso lo haces tú, con tu intención, con tu convicción y con las ganas que le pongas. Tú eres el que dirige tu vida. Pasa página ya.
Como ves todos estos puntos requieren una fuerte autoestima. Así que te recomiendo que participes de nuestro curso Cómo aumentar la autoestima, con el que fortalecerás y mejorarás tu amor propio y la forma en que te ves.