El juego de Chester

Exte texto es un relato corto

juegoChester es alguien como otro cualquiera, pero no se parece a nada. Chester es algo, no lo ve todo, pero lo sabe todo. Nosotros somos tan insignificantes para él como para nosotros lo es la célula de una hormiga.

Para él no existe noche ni día, no es material ni inmaterial. Chester mira cada mañana abajo y ve nuestro universo, junto con los otros billones y billones de universos paralelos. Puede apreciar los millones y millones de planetas pero para él, nosotros somos «casi» sus favoritos.

Somos un juguete suyo, un juguete maldito. Él puso las reglas: la gravedad, dimensiones, años de vida…

Nos maldijo y nosotros creemos que vivimos una vida plena y feliz.

La maldición de los humanos

A Chester le divierte vernos, somos una raza peculiar. Hemos evolucionado dentro de un cuerpo, un cuerpo dónde somos esclavos. Nadie es libre en el espacio de Chester. Si sonríes es porque tienes labios, si lloras es porque tus ojos pueden, pero ningún humano puede hacer nada que su cuerpo no puede hacer.

Chester se divierte mucho con eso, pues las almas están retenidas en los cuerpos de los humanos, como castigo.

Cuando las almas no siguen su curso en el juego de Chester él las destina al planeta tierra, eternizadas a vivir en un cuerpo limitado, que no puede volar, correr a gran velocidad ni pensar más allá de lo que su cerebro le permite.

Las almas impotentes se quedan atrapadas esperando a que el cuerpo deje de vivir, pero lo que más indigna a las almas es que si tienen la suerte de coger un cuerpo que morirá en poco tiempo, hay unos llamados: «médicos» que se empeñan en alargar la vida de esos cuerpos inútiles y limitados.

En el juego de Chester esos cuerpos luchan por la supervivencia, para que sus cuerpos no dejen de latir. Son los llamados: Humanos, una prisión que construyó chester hará millones de años para las almas demasiado buenas o demasiado escépticas. Allí las manda Chester durante unos años. A las que le han desobedecido menos les da un cuerpo con poca esperanza de vida, a las que no le gustan les alarga la vida lo más posible.

La maldición de las almas es que ellas saben dentro del cuerpo que están prisioneras, pero en cuanto lo poseen no se acuerdan, simplemente poseen el cuerpo y luchan por su supervivencia. Las almas por si solas pueden hacerlo todo: Transportarse a otras dimensiones, otros universos y escoger lo que ellas quieran. No hay emociones porque ellas las controlan todo.

Cuando son destinadas a habitar un cuerpo humano quedan limitadas a lo que ese cuerpo quiere hacer.

Así somos los humanos

Nos creemos libres. ¿Pero de verdad lo somos? Nos creemos afortunados por vivir en el siglo 21 y vivir mucho más que nuestros antepasados. Pero estamos metidos en un juego que no conduce a nada. LLegará un día programado por Chester en el que los universos desaparecerán y mucho antes la vida humana.

Los humanos somos un simple juego para Chester, un juego tan absurdo como para ti lo es quemar una hormiga con una lupa. Tu no sufres, ni lloras, ni te importa, pero esa hormiga sufre como nadie ha sufrido antes.

Sin embargo Chester no lo tiene todo previsto y es posible que sus cárceles andantes: Los humanos. Avancemos tanto que un día comprenderemos cual es su juego y nos alzaremos contra él para ser libres por siempre jamás.

Lo que más me preocupa son los billones de billones de seres vivos que han tenido que sufrir antes de que eso ocurra.

 

6 respuestas a «El juego de Chester»

  1. Una similitud muy marcada con el dios todopoderoso, pero adaptada a un relato breve o una pequeña seccion de un pasaje de una novela de ficcion.

    Interesante, estaria bueno pulirlo.

    ¿Se puede hacer un relato de estas caracteristicas sacando ya las viejas y clasicas enbolturas de alguien superior, un ser que lo save todo, pero no lo ve todo?

    Pero de alguna manera, Superior.

    Abrasos.

  2. Muy bueno el relato, tiene bastante imaginación , quien sabe si la realidad es asi, nadie sabe que es exactamente la realidad, pero yo creo firmemente que nuestra existencia va mas allá de una mera condicion biológica, yo diria que la verdadera razon es la inteligencia, si, lograr la inteligencia que va mas allá de la mera inteligencia, hablo de la inteligencia de aprender lo mas simple del mundo AMAR.

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