Llevamos un par de días hablando sobre la autoestima hinchada o inflada, una autoestima que parece demasiado alta pero que en realidad lo que oculta es una falta de autoestima disfrazada de falsa seguridad. Cuidado porque la persona que lo padece muchas veces no se da cuenta de su error y cree realmente que es el mejor en todo y que los demás lo que tienen es envidia y quieren hacerle sombra, exactamente igual que lo que pasa con la autoestima baja, son personas que creen sinceramente que no valen para nada y que merecen todo lo malo que les pase.
La falta de autoestima, ya sea por exceso o por defecto se manifiesta por una necesidad constante de la búsqueda de la aprobación de los demás, siempre necesitan que otros les confirmen lo que ellos creen pues de algún modo no son capaces de confiar en su propio criterio. Si una persona se preocupa demasiado por lo que piensan los demás es que no está convencido de lo que piensa él. Cuánto más seguro estás de tus decisiones menos te importa lo que piensen los demás. Es así.
Las personas que se preocupan demasiado por la opinión que los demás tienen de ellos manifiestan un problema de autoestima. A menudo no necesitan su aprobación pero se preocupan de si les critican o no les critican, de lo que han dicho o dejado de decir… Cuando vives pendiente de la opinión de los demás es que tienes un problema de autoestima. Te recomiendo solucionarlo con nuestro audio curso Cómo aumentar la autoestima.
Cuando tienes realmente la autoestima alta, te preocupa muy poco lo que digan los demás, nada te va a hacer cambiar de opinión porque eres el único que tiene opinión sobre tus decisiones. Puedes entender sus objeciones pero no te hacen dudar porque no las compartes o porque quieres arriesgarte a hacer lo que quieres aún y sabiendo que otros les parece mal. Cuando, por el contrario, tu opinión depende del beneplácito de otro o no eres capaz de decidir hasta que alguien te dice si lo estás haciendo bien o lo estás haciendo mal tienes una falta grande de confianza en ti mismo.
Las personas que tienen problemas de autoestima suelen estar a la defensiva cuando alguien les lleva la contraria. Si no son de los que dudan para tomar sus decisiones no permitirán que nadie se las ponga en duda. Se sentirán atacados, como si la opinión de otra persona pudiera hacer que cambiaras la tuya propia.
Solo cuando estás convencido de tus decisiones te importará nada o menos, lo que opinen los demás. Si sientes que tienes que defenderte porque alguien opine lo contrario a ti y te sientes atacado es que pueden atacarte. Imagina que eres una fortaleza. Si no tienes ninguna duda de que el enemigo no será capaz de entrar te preocupará muy poco estar sitiado. Por el contrario, cuando tienes dudas sobre tu propia defensa, cuando se acerca el enemigo temblarás de miedo y tratarás de reforzar lo que antes no hiciste.
Tener la autoestima alta significa creer en tus posibilidades, confiar en tu capacidad y en tus ganas de conseguir lo que quieres. Nadie lo puede ponder en duda, ni lo que quieres y mereces ni tampoco de lo que eres capaz. Si te sientes seguro contigo mismo y no dudas de tus capacidades por mucho que otros te llamen creído, engreído o cosas parecidas, y peores, no van a hacerte dudar ni echarte para atrás.
La misión en este caso es seguir confiando en ti mismo, aprender de tus errores y tener objetividad para ver tus carencias y trabajar en ellas para convertirlas en fortalezas.
Además de convertir debilidades en fortalezas tienes que apuntalar las virtudes con las que ya cuentas, mejorar y trabajar a partir de ellas, de este modo siempre partirás de un punto seguro, lo que mejor se te da.
Por supuesto que aunque tengas la autoestima alta tienes que ser capaz de ganarte el respeto por los demás, dejando claro que no te importa lo que te digan no vas a conseguir otra cosa que ganarte enemigos. Aunque estés seguro de tus capacidades y de tus virtudes, escuchar a los demás y aprender de ellos es algo que te aportará valor y te ayudará a mejorar. Todos podemos mejorar, una persona con buena autoestima no duda de su capacidad de mejorar y por ello escucha consejos, los sabe analizar y se queda con lo que le interesa.
Aunque, por supuesto, escuchar a los demás, no significa tener que hacerles caso a todos. La única persona de la que te debe preocupar la opinión es de ti mismo, la tuya es la única opinión valorable. La humildad es un punto importante en cualquier persona que quiera tener una buena autoestima pero también una buena relación con el resto de personas.
Recuerda que la asertividad te ayudará mucho a defender tu posición y tu forma de ver las cosas, tienes que aprender a no ofender a los demás para defender tu posición pero recordando siempre que la tuya es la única opinión que deberías valorar. Al final el único que vive en tu piel eres tú mismo y por tanto nadie mejor que tú va a saber de lo que eres capaz, lo que necesitas o lo que te conviene. Tampoco nadie va a vivir en tu piel si fracasas o triunfas en lo que te propones. Cuando las cosas te salgan bien ahí habrá un montón de gente queriendo aprovecharse de tu éxito diciendo que ellos te dieron el consejo que te hizo falta, si ni triunfas no habrá nadie para apoyarte pero irán diciendo que ya te lo advirtieron.
Como tu vida es tuya, y de nadie más que tuya te recomiendo vivir dentro de ti mismo de la mejor manera posible. Reforzar tu autoestima es como hacer una reparación en tu casa para dejarla lista y preparada para que vivas lo mejor posible en ella. Estará a tu gusto y no para las visitas que vienen y no se quedan. Tu autoestima es lo mismo y la puedes trabajar y mejorar gracias a nuestro audio curso Cómo aumentar la autoestima