Llegamos al último capítulo de esta serie titulada Cómo ser un buen amigo, en el que hemos visto cómo ganarnos la confianza de alguien y cómo demostrar que somos alguien en quién se puede contar. Además hemos dado consejos para que tus amigos sepan que estás ahí cuando te necesitan. Las claves para crear buenos amigos, son la confianza y que sepan que pueden contar contigo. La confianza y la ayuda son cosas diferentes. Necesitamos confianza para contar nuestos problemas a alguien y también necesitamos a alguien que nos eche una mano en el día a día y que nos ayude con nuestros problemas.
Para poder ayudar a alguien primero tienes que ser consciente de que tiene un problema. Así que primero te ganarás su confianza y luego le demostrarás que puede contar contigo. Lo que queremos de la amistad es que nos acompañe durante muchos años. Muchos tenemos amigos circunstanciales que dejan de serlo o pasan a un plano diferente cuando cambian las circunstancias: amigos que son compañeros de trabajo, los padres del colegio, las chicas del gimnasio. Sólo con que cambiemos de barrio o de horario en el gimnasio ya hemos perdido ese grupo de amistad.
La amistad de verdad es algo que trasciende el tiempo y el espacio. Un amigo de verdad lo sigue siendo pese a estar lejos o pese a hacer mucho tiempo que os conocéis. Mucha gente recurre a sus amigos de siempre cuando tiene un problema de verdad. Aunque haga años que no sabe de ellos. La amistad es algo que se cultiva durante siempre, y para mantener un amigo tenemos que tener unos cuidados mínimos. Hoy queremos hablar de eso. De cuáles son los trucos para hacer que una amistad dure años. De todos modos, si tienes problemas para hacer amigos puede que tengas un carácter poco sociable, que sientas miedo a abrirte o a dejarte junto a otras personas. Te recomiendo nuestro Cómo superar la timidez y ser sociable.
Cómo hacer que la amistad dure años
Mantener el contacto
No, no puedes ser amigo de alguien de quien no sabes nada. Los amigos del cole, aquellos que pensabas que iban a durar para siempre y que cuando vieras sería como si no hubiera pasado el tiempo puede que no fueran amigos tuyos si los vieras hoy en día. Muchos lo hemos comprobado. Nos encontramos con nuestros viejos compañeros, y realmente existe aquella magia que tuvimos. Con algunos no, es curioso. Pero con muchos existe esa magia y volvemos a conectar. Parece que no haya pasado el tiempo. Pero si les llamamos al día siguiente para ir a tomar un café y volver donde lo dejamos nos damos cuenta de que no es posible. En muchas ocasiones funciona, que unos antiguos amigos se vuelven a encontrar y conectan de nuevo. Pero en muchas ocasiones tenemos una decepción puesto que esa persona no es como la recordábamos.
Y eso que conectamos, estaba la magia, dirás tú. Si estaba, porque ambos volvistes a ser niños y conectasteis con el pasado. En el presente habéis tenido un montón de vivencias de las que no sabéis nada. La vida os ha convertido en adultos y el solo hecho de no haber compartido el presente y tenerse que poner al día hace que esa conexión deje de existir. Puede que la recuperes, pero tendréis que conoceros de nuevo, aunque la confianza y el contar con esa persona los des por sentado tienes que conocer a la nueva persona que es tu amigo.
Es por esto que es básico mantener el contacto con los amigos para que la amistad se mantega y evolucione. Todos cambiamos a medida que nos vamos haciendo mayores, que nos van ocurriendo cosas, que vamos conociendo personas. Así que la amistad debe evolucionar y madurar al mismo ritmo que vosotros. Tenemos que respetar la evolución de nuestros amigos igual que esperamos que ellos respeten la nuestra. Pero para que la amistad sea real y actual es básico que mantengamos el contacto. Sólo hablando con alguien estamos a su lado. No basta con pensar él sabe que puede contar conmigo. El día a día es básico.
Aprender a aceptar al otro como es
Esperar que todos seamos iguales no es un buen plan. Cada uno tiene su propia personalidad y muchas veces hacen cosas que nosotros no haríamos, que no entendemos, que nos sorprenden… o no. El caso es que igual que lo tienen los demás también lo tenemos nosotros. Es básico aplicar un poco de sentido del humor a las cosas y darle la vuelta ya que igual que nos aguantan nuestras rarezas tenemos que entender las de los demás. Si queremos que nos respeten en primer lugar tenemos que aprender a respetar a los demás. Para ello es básico aceptar a cada uno tal como es.
Aprende a perdonar
Todos nos equivocamos. Todos cometemos errores. Ya lo dijimos en uno de los primeros capítulos de esta serie, aprender a aceptar y perdonar es básico. Cada uno es como es y cada uno hace las cosas según su sentido común, su lógica o como quieras llamarle. Cada persona es de su padre y de su madre, así que es básico aceptarnos los unos a los otros y aprender a perdonar y a pedir disculpas cuando no hemos estado a la altura o nos hemos equivocado. La aceptación y el perdón son básicos en la amistad. Está claro que la amistad no puede estar basada en el perdón. El respeto es importante y si tu amigo no te respeta tienes que hacerlo tú mismo. Un amigo que no respeta no es un amigo. Lo estamos diciendo aquí, si quieres mantener la amistad por años respeta a los demás tal como son, si contigo no lo hacen plantéate que no son buenos amigos.
A veces tenemos que empezar de cero, tenemos que conocer a gente nueva ya que hemos roto con nuestro pasado. Sentimos que tenemos que dar demasiadas explicaciones para que no piensen que somos problemáticos y empezamos a sentir inseguridad para relacionarnos con los demás. Si lo que quieres es aprender a relajarte cuando conoces a gente, y que algún día puedan convertirse en amigos consulta nuestro curso Cómo superar la timidez y ser sociable.
Aceptando a la persona como es . Un buen signo es tener calma para escucharlos, el amor o afecto cubre multitud de errores.