El poder e influencia son dos cosas que el ser humano siempre a ansiado y perseguido a toda costa. De hecho son las 2 palabras que actualmente condicionan el mundo, quien llega al poder tiene influencia y condiciona el destino de las personas.
Si una buena persona que centra su vida en los demás llega al poder e influencia puede hacer auténticas maravillas, pero si llega al poder un loco que ansia más poder a toda costa, es capaz de someter a todos a la locura más absoluta.
De hecho actualmente sufrimos una crisis mundial porque, precisamente, todos los que tienen poder e influencia muy cuerdos no es qué estén.
¿Pueden vivir los ricos y banqueros con sueldos millonarios? Si, ¿Entonces a qué viene la crisis? A la avaricia de poder e influencia, porque normalmente si a un ser humano no le pones límites cada vez quiere más y más y hará todo lo que sea hasta conseguirlo. Ese es el principal problema, el no saber controlar el poder e influencia y no hacerlo correctamente dado que siempre, termina pasando factura.
Como usar el poder e influencia
Un aspecto básico del poder es que debe ir acompañado a la coherencia e inteligencia. No hay nada más tonto, que un tonto con poder e influencia que abusa de su poder e influencia, porque esa misma acción le pone en evidencia como tonto.
Pongamos el ejemplo de políticos bien asalariados que ya de por si tienen privilegios. ¿Qué es más inteligente gozar de montones de privilegios y cobrar bien? ¿O arriesgarlo todo por avaricia?
Realmente quien abusa del poder e influencia demuestra que le falta inteligencia, y como es tonto y no sabe llegar a un éxito mayor con recursos propios, entonces roba, miente, engaña… Imagina que nace un ser que intelectualmente es superior a 1000 humanos. ¿Tú te crees que alguien así abusaría de su poder e influencia o perdería el tiempo en robar?
No, el primer paso para conseguir esos poderes es ser coherente y listo, mirar a largo plazo y no en beneficio inmediato y sobretodo saber que el poder y la influencia no son cosas eternas. Realmente los demás te otorgan tu poder y como te sobrepases terminarán quitándote todo tu poder.
Recuerdo cuando era niño y jugaba con todos los niños del barrio detrás de casa. En una ocasión me nombraron : «Rey demonio» y yo tenía que dirigirles para construir una cabaña. Terminé abusando tanto de mi poder e influencia que se revelaron contra mí y construyeron otra cabaña sin dejarme entrar.
Esta historia que puede resultar desde tierna hasta graciosa ocurre día a día en el mundo real con situaciones y personas reales que abusan y por ende, pierden su poder.
La forma correcta de usar el poder y la influencia es sabiendo influenciar correctamente, qué palabras usar y cómo usarlas pero sobretodo teniendo los principios claros: mentira + avaricia = Tu destrucción total.
Ser el jefe de una empresa no te vuelve inmune a la destrucción. Si tu maltratas y ordenas a tus empleados lo que te da la gana puede terminar habiendo traiciones, fugas de información y hasta situaciones que pueden poner en peligro a tu empresa.
Es obvio que no vas a vivir más de 100 años, pero no puedes ser tan egoísta de pensar: «Eso a mi me basta» tienes que afrontar cualquier cosa que hagas o proyecto como algo que debe durar más de 1000 años. Ordenar a tus empleados como si fueran simples ovejas no es pensar en algo que debe durar 1000 años, ¿Verdad?
En cambio convencerles, motivarles y dominar sus mentes con responsabilidad y eficacia si que es algo que te dará un poder e influencia absoluto.
Como funciona el poder e influencia
En cuanto tienes una posición de líder puedes gozar de más poder e influencia sin mucha resistencia, pero eso no significa que puedas hacerlo todo a la torera, debes aprender a manejar bien las palabras y seguir los principios de no mentir y no abusar.
Debes aprender a entender a las personas, saber como se sienten para transmitir tu mensaje de forma que sea lo más aceptado posible por las personas a las que pretendes influenciar. Debes entender la mente humana para saber como influenciarla y como usar las palabras, el llamado: «Don de la palabra».
No es lo mismo decir: «ayúdame» que dar razones lógicas y que se cuelen en las emociones de la otra persona para hacer que te ayude.
Un ejemplo claro, una persona podría pulsar un botón y matar 500 personas a cambio de millones de euros. No tendría muchos problemas en hacerlo porque, realmente no ve nada, no ve sentimientos ni nada. No le supondrá tanto sacrificio como si le dijeran que tiene que presenciar todas las muertes y ver todas las consecuencias de esas muertes.
Fíjate como en las películas los protagonistas, cunado son heridos o muertos la gente hasta llora. Pero sale un buen chico o chica que no tiene ni dos escenas y aunque muere de forma horrible a la gente le importa tres cominos. Eso es porque no saben su historia, no la han abarcado y al ser humano si no lo fuerzas a empatizar es frío y no empatiza.
Mira las películas de amor a tres, chica conoce a chico, chica deja a chico antes de la boda por su mejor amigo y la película es súper bonita y romántica. No importa que al chico con el que se iba a casar le haya destrozado la vida para siempre, es un peliculón porque solo te enseñan a ver el lado que quieren.
¿Te imaginas usar sabiamente ese poder e influencia para convencer? Puedes lograr incluso más que usando el poder e influencia de la forma más manipuladora y rastrera posible, pero de forma positiva y sin crear represalias. Cuando haces que la gente te entienda y comprenda es mucho más fácil que te apoye.
La gente no se forma sus ideas sobre el mundo por lo que está bien o está mal, si esto fuera así no habríamos vivido tantas batallas, genocidios y guerras mundiales. La gente forma sus ideas en base su vida y sus experiencias; en base a sus emociones. Cuando aprendes a hacerle entender a la gente que tu visión es mejor, logras cambiar sus emociones y lo que sienten, puedes conseguir que apoyen prácticamente cualquier cosa y liderarlos con eficacia.
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