Miedo al silencio

Te encuentras en el ascensor y vuelve a ocurrir… ¿De qué hablar con ese vecino que apenas conoces? ¿Cómo evitar ese silencio incómodo?

Y suele pasar a menudo, sobre todo con gente que conoces poco. Te encuentras con ellos y cuando nadie dice nada, ¿Qué decir? Te atreviste a salir con unos jóvenes que acababas de conocer y ahora te sientes mal, piensas que tienes que decir algo pero no sabes de qué hablar. Bienvenido al miedo al silencio.

Sin embargo, ese miedo al silencio no te ocurre con todo el mundo. Muchas veces estás con amigos de confianza, con tu familia, y aunque nadie diga nada te sientes bien, estás cómodo y no necesitas llenar ese silencio. Te puedes pasar horas viendo películas con ellos, paseando, tomándote un café y no es necesario que constantemente saques un tema. Solamente lo harás si te apetece, y si no lo haces, seguirás estando bien.

Miedo al silencio: El silencio también es positivo

Muchas veces, caemos en el error de pensar que tenemos que hablar y sacar continuamente temas de conversación parar ser sociables y simpáticos; pero en realidad no es así. Tú también puedes sentirte muy cómodo y no tener miedo al silencio aunque te encuentres en el autobús o ascensor con varios desconocidos. Sólo tienes que saber que en realidad no pasa nada, y que el miedo al silencio es algo completamente irracional y absurdo.

¿Te imaginas tener que pasarte todas las horas del día hablando? Hablando con tu pareja sin parar, con tu familia, y con todo el mundo que vieras para sentirte a gusto con ellos; Sería una vida agotadora, acabarías sin energía, y lo más triste es que de nada serviría pasarte el día hablando, pues la comunicación no verbal lo dice casi todo.

Seguro que alguna vez has visto a alguien que llega a un lugar y solo con su presencia derrocha seguridad por todas partes. No necesita hablar, no tiene miedo al silencio, su lenguaje no verbal expresa seguridad y nadie le dirá: «chaval, a ver si hablas». Porque con su postura, gestos, mirada, y lenguaje no verbal en general ya estará comunicando; y de eso se trata.

¿Miedo al silencio? ¡Disfruta del silencio!

De la misma manera que estando en casa no necesitas hablar todo el tiempo para llenar silencios, tampoco es necesario que lo hagas fuera. Cuando te encuentras con gente desconocida, por ejemplo en una sala de espera, no hace falta que te esfuerces en conversar, pero siempre es bueno que, ni que sea solamente por cortesía, te comuniques con ellos de alguna u otra forma.

Salúdalos con un simple hola, despídete cuando te vayas, si te apetece hacer algún comentario que puedas hacer, hazlo; si surge una conversación, adelante; y si no te apetece decir nada, pues tampoco pasa nada.

A veces una simple sonrisa se agradece mucho más que una conversación pesada; quizás mientras tú estás incómodo intentando sacar un tema para hablar con la otra persona, ella lo único que quiere en ese momento es estar tranquila pensando en sus cosas y no tiene por que tenerle miedo al silencio.

Aprovecha las pausas en las conversaciones para descansar, fíjate en el lenguaje no verbal de la otra persona ¿Qué te está comunicando? Ser una persona sociable es importante para que utilices tus habilidades sociales cuando a ti te apetece, no tengas miedo al silencio, disfrútalo.

Mucha gente habla sin llegar a comunicar nada. Comunicar implica algo mucho más amplio que el mero uso de las palabras. Si te quieres comunicar con los demás hazlo, sé natural, pero no te esfuerces en ser quién no eres. Diferente es si te apetece hablar con fulanito y no te atreves, para ello tendrás que dejar de ser tan tímido y empezar a entrenar tus habilidades sociales.

Deja ya de sentirte incómodo y no tengas más miedo al silencio cada vez que te encuentres con ese vecino, deja ya de esforzarte buscando temas para hablar, y deja que todo surja de manera natural.

Empieza a sentirte bien contigo mismo, comunicando a tu manera: una mirada, una conversación, una sonrisa, o el silencio, qué más da. Decide cómo comunicarte con los demás en cada momento, disfruta de las conversaciones y también de los silencios: disfruta siendo sociable.

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