Propósitos de fin de año

Mañana empieza un nuevo año y la mayoría de gente está pensando hoy cómo ha ido su año actual y ve en el nuevo una posibilidad de cambiar o mejorar lo que no ha funcionado en este año. ¿Tienes propósitos de fin de año?

¿Eres de los que revisa cada año de su vida para ver qué ha aprendido este año o dónde se ha equivocado? La finalidad es seguir creciendo, mejorando cada día y llegar a una situación en la que la felicidad es la norma habitual.

Ser feliz está dentro de cada uno de nosotros. Tenemos un vídeo que habla sobre esto en el que Domenec cuenta qué es para él la felicidad y lo que ha aprendido sobre ser feliz a lo largo de su vida, contando con sus propias experiencias y las de toda la gente a la que ha ayudado a lo largo de estos años. Si os interesa conocer su visión de la felicidad os recomiendo el vídeo Cómo ser feliz y disfrutar de la vida.

Está bien, muy bien, hacer un balance a final de año. Eso siempre es algo positivo. En las empresas, por ejemplo se hace por obligación. Pero del mismo modo que para una empresa es vital no perder el objetivo de vista durante el resto del año, de vez en cuando tienes que ir comprobando que no te hayas desviado del objetivo.  Si no, para cuando te das cuenta igual ya es demasiado tarde para corregirlo, eso si te das cuenta antes de que llegue final de año.

Para conseguir nuestros objetivos harán falta varias cosas. Los propósitos de fin de año tienen que ser razonables. Si te planteas cosas inasumibles y no lo consigues no vas a poder evitar sentirte frustrado.

Si no te decepcionas cuando no has conseguido un objetivo es que no estabas comprometido con él. No tenías intención de cumplirlo o ya sabías que era inviable.

No tiene ningún sentido que te propongas acabar el año siendo rico si sabes que eso no va a ser posible. Cuando no lo consigas te importará nada y menos ya que no contabas con ello.

Por eso te propongo que sean cuales sean tus propósitos de fin de año o tus buenos deseos de inicio del nuevo año sean asumibles. Y por supuesto que te comprometas con ellos. Más vale conseguir pocas cosas bien logradas que no querer demasiadas y quedarse a medio camino de todas.

Así pues ha llegado el momento de escribir los propósitos que este fin de año nos hacemos de cara al nuevo año que empezará en unas horas. Ya ha empezado en algunos lugares del mundo.

Escribe pocos propósitos. Pocos pero importantes. Siempre es más fácil conseguir nuestros objetivos si nos fijamos pequeños objetivos a corto plazo. Son más fáciles de asumir y te mantienen motivado.

Puedes crear una lista con algún propósito que dependa de la consecución de algún otro antes. Hasta que no logres el primero no podrás ir a por el segundo.

Comprométete con tus propósitos o lo que es lo mismo: comprométete contigo mismo.

No abuses de tus buenas intenciones. Trata de ser objetivo y de buscar cosas que te motiven lo suficiente. Cada objetivo puede ir acompañado de las cosas positivas que obtendrás cuando lo consigas o durante su seguimiento.

Por ejemplo: si tu objetivo es «no gritar» puedes escribir una lista inmensa de beneficios que obtendrás cuando consigas hablar con los demás y enfrentarte a problemas sin usar los gritos o la violencia verbal.

Cuando lleves un tiempo haciéndolo verás que los demás te empiezan a ver de manera diferente y por tanto te tratarán distinto a cómo lo hacen ahora. Pero mientras no  haya pasado tiempo suficiente  y vayas practicando esta nueva faceta tuya verás que te ahorras problemas, que vives mucho más tranquilo puesto que gritar altera y hace que veas las cosas de forma mucho más problemática, verás que los demás (los que no te conocen de antes) te tratan distinto y cómo situaciones que antes eran un problema ahora no tienen importancia.

Como ves cada propósito puede ir acompañado de múltiples  beneficios. Es bueno que los tengas en mente para encontrar motivación luego cuando te cueste ser fiel al propósito. Escribe cada propósito y la lista de beneficios que crees que puede tener para ti.

Déjalo escrito ya que durante el año lo vas a ir usando. Como te decía es básico revisar los objetivos. Deja espacio en cada uno de ellos para ir anotando tus impresiones, cambios y otros beneficios con los que no contabas.

Cumplir nuestros propósitos está lleno de descubrimientos positivos. En serio.

Que uno de tus propósitos sea revisar tus buenas intenciones a menudo y sobretodo cómo va el seguimiento de las mismas. No dejes de comprobar que lo estás haciendo bien. Tómate cada día como una nueva oportunidad.

Si lo llevas haciendo bien 10 días que hoy sea el que hace 11. Y si no lo has conseguido todavía que hoy sea el primero de muchos días en los que lo vas a conseguir. Si un día fallas, empieza al día siguiente de nuevo. No pasa nada. Consigue batir tus propios récords. Si salió bien durante un mes y has fallado consigue ahora superar o doblar ese tiempo.

El hecho de empezar cada día quita presión, bajo mi punto de vista. Cada día es nuevo y si tus objetivos eran importantes agradecerás tener infinitas oportunidades. No te lo tomes de la forma contraria y añadas presión a tus buenos propósitos.

El objetivo de todo esto es que cuando dentro de un año, un día como hoy mires hacia atrás puedas decir con orgullo que has mejorado en tal o cual cosa, que has conseguido tus propósitos y que eres más feliz.

El secreto de la felicidad reside dentro de cada uno de nosotros. Si nos sentimos satisfechos con nosotros mismos es mucho más fácil encontrar la felicidad y saber disfrutar de, cómo dice el tópico, las pequeñas cosas de la vida, para aprender sobre cómo buscar la felicidad te recomiendo nuestro vídeo Cómo ser feliz y disfrutar de la vida en el que profundizamos mucho más sobre este tema.