Si no te equivocas nunca, es que no lo estás intentando

© felibrilu

Hoy llego un poco tarde al artículo del día, pero espero que sepáis perdonarme y que os guste lo que os cuento. Hablaba con un amigo ayer y me decía que está harto de equivocarse. Que todo le sale mal y que estaba por tirar la toalla. Me acordé de una frase de Woody Allen que le va a mi amigo que ni al pelo: Si no te equivocas nunca, es que no lo estás intentando.

Es una frase que me acompaña siempre que me equivoco. Equivocarme me hace dar cuenta de que estoy haciendo algo para conseguir mi meta. Si no lo hiciera no me equivocaría, está claro, pero tampoco tendría la ocasión de conseguirlo. Los errores son altos en el camino que nos enseñan muchas cosas y de los que tenemos que ser capaces de aprender.

El camino al éxito no está trazado en ningún mapa. Es algo que tienes que tener en tu cabeza. Insistir y tratar de conseguir lo que quieres de distintas formas. Nadie te puede decir qué es lo que tienes que hacer exactamente para conseguir el éxito que estás buscando pero sin duda todos lo que han llegado te dirán que lo tienes que intentar. Y es que conseguir el éxito no es cuestión de cómo lo consigues sino de encontrar la motivación suficiente para no tirar la toalla antes de llegar al final del camino. Sobre esto hablamos en nuestro libro Lucha por tus sueños, en el que analizamos qué es triunfar y qué necesitas hacer en tu vida para sentirte un triunfador.

A veces tendremos que aceptar que lo que queremos conseguir es imposible. No obstante el mero hecho de intentar y de hacer cosas para conseguir lo que quieres puede llevarte a ser feliz. Imagínate que tu sueño es ganar el Premio Nobel de Literatura. Es altamente difícil de conseguir, dan uno por año y a escritores de renombre. Por tanto lo primero que tienes que hacer para llegar alguna vez a ganar el Premio Nobel es convertirte en un escritor conocido en todo el mundo. Antes que eso tendrás que ser un escritor reconocido en tu propia lengua o tu país y antes que eso tendrás que luchar para que te publiquen.

Puede que no llegues nunca a publicar una novela. Que nunca consigas que tus historias vean la luz en el formato que soñaste pero por el camino puedes encontrarte haciendo otras cosas que te gustarán y te harán sentir satisfecho. Por ejemplo escribir para otros. Hay personas que se dedican a reescribir los libros que publican los famosos o bien que escriben libros genéricos por encargo de editoriales.

Sí, esas personas no ganarán nunca el Premio Nobel pero viven de escribir y eso es mucho más que lo que tiene alguien que se dedica a soñar que le gustaría ser un escritor reconocido pero que no publica nada.

Si seguimos con el ejemplo de la literatura, que es lo que agobiaba a mi amigo, te diré que es básico escribir cada día. Da igual si publicas o no. Mi amigo no escribía. Tira todo lo que escribe, bueno lo borra del ordenador, no se lo deja leer a nadie y si alguien lo lee y le hace una crítica asume que se está equivocando.

Bajo mi punto de vista cuando se equivoca es cuando no escribe. Ese es su error. Hacer algo mal implica hacerlo. No hacerlo no te llevará a equivocarte pero tampoco a triunfar. No creo que nadie le venga a buscar y le diga: tienes cara de escritor atormentado, apuesto a que escribirías una gran novela, te pago un buen adelanto y tómate el tiempo que quieras para escribirla.

Eso no va a pasar. Como mucho lo que le va a pasar si escribe esa novela es que pueda enviarla a alguna editorial y pueda optar a que se la publiquen. Pero si sólo ves una opción, estás dejando de ver muchas otras opciones que podrían ser buenas si no tuvieras las miras tan limitadas. (Seguimos con el mismo ejemplo) Enviar un libro a una editorial es un proceso largo y tedioso. En primer lugar tienes que buscar editoriales, a poder ser que publiquen material parecido al tuyo. Tienes que asegurarte de que reciben material y enviarlo, después te toca esperar una respuesta que normalmente nunca llega.

© Sharon & Nikki McCutcheon

El trabajo de escribir terminó hace meses pero pueden pasar años hasta que encuentres una editorial tradicional que te publique. Por ello cambiar la táctica puede ser una buena idea. ¿Que no te contestan las editoriales? Pues autopublícate.

Y después sigue escribiendo. Serás autor, tendrás libros publicados. Probablemente no podrás vivir de eso por lo que tendrás que hacerte promoción de alguna manera.

En todo este proceso es posible que te equivoques muchas veces, que tengas que desandar el camino andado. Equivocarse es bueno y necesario y es un síntoma de que estás haciendo cosas.

No podemos limitarnos a esperar o a quedarnos con una sola cara de las muchas que puede tener el dado de la suerte. Si queremos escribir, cantar o lo que sea no podemos hacer una sola cosa para llegar al objetivo. Probablemente tendremos que hacer muchas, distintas, a diario y muchas no relacionadas directamente con la tarea que queremos hacer como en el caso del escritor que se auto edita y tiene que promocionarse, editar y promocionar no forma parte del sueño de ser escrito, pero son cosas que están ahí y que tienen que hacerse para llegar al triunfo deseado.

Y por supuesto aprender a soñar conforme a tus posibilidades. No, no es un chiste. Hay que ser realista. A mí me gusta mucho cantar, pero jamás nadie ha acertado qué canción tarareaba si no digo la letra, así que o se pone de moda la canción desafinada o nunca lo podré conseguir. A pesar de eso, podría vivir de la música, seguro que habría formas: dedicándome a la radio, a la crítica musical, a poner música a películas… Se trata de adaptar el sueño a lo que podemos conseguir. Ser felices con lo que consigamos y luego ir a por más. Cuando mi amigo sea escritor y publique de una vez su libro, entonces tendrá que aprender a ser feliz y a seguir intentando llegar al escalón superior. Creo que me explico.

Todo queda mucho más claro en nuestro libro Lucha por tus sueños, en el que encontraréis otros ejemplos que os servirán de inspiración. Soñar es gratis, pero frustrarse con los sueños es fácil si no somos capaces de desear algo viable. Ah! y como dice el título del artículo no tengas miedo de equivocarte, si te equivocas es que lo estás intentando.

 

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