Salir de la rutina salva parejas

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Muchas parejas se rompen por culpa de la rutina. Es tan frecuente que ni siquiera nos damos cuenta cuando nos está pasando. Entramos en la rutina y poco a poco vamos olvidando qué nos unía a nuestra pareja. Queremos a la otra persona, claro que sí. Tanto o más que al principio. Tenemos una historia detrás, los años de convivencia… posiblemente no tenemos problemas de compatibilidad de caracteres y no discutimos a penas por nada.

Pero la cuestión es que la rutina acaba con la pasión de muchas parejas. Un día, de repente, nos damos cuenta de que ya no vivimos en pareja sino que tenemos un compañero de piso. Vivimos con nuestra mejor amiga o nuestro mejor amigo. Alguien con quien puedes contar para siempre, a quien le puedes contar tus problemas, que te apoya cuando las cosas van mal… pero con quien ya no hay esa chispa que se tenía al principio y que te hacía estar inmensamente feliz.

Muchas parejas  con el paso del tiempo cambian la chispa por la tranquilidad. La verdad es que tener seguridad junto a tu pareja no tiene precio y eso solo se consigue con el tiempo.

Lo malo de todo esto es que funcionamos como una máquina perfectamente engrasada, un equipo perfecto, cada uno tiene bien delimitadas sus funciones y sabe qué hay que hacer para mantener el equilibrio de la pareja.

¿Pero realmente es vida de pareja lo que hacen estas dos personas que viven juntas pero no salen juntas ni se divierten?

Las mujeres necesitan estímulos, para mantener la ilusión, también los hombres. Seguramente los estímulos que necesitan hombres y mujeres son diferentes. Pero aunque al principio de la relación los tenemos clarísimos, con el paso del tiempo los vamos olvidando en pro de la convivencia y del día a día.

Está claro que vivir en familia da mucho trabajo, que la casa no se limpia ni se mantiene sola, que los hijos dan un trabajo que ni te imaginas cuando no los tienes, que el dinero no siempre es suficiente para llegar a fin de mes…

Muchas parejas sienten que son felices teniendo todo esto hasta que un día uno de los dos miembros de la pareja es infiel al otro. Y lo peor es que ninguno de los dos lo vio venir.

Cuando todo se descubre la pareja ha terminado y ya es demasiado tarde para reparar los errores o poner solución a los problemas.

No es que todas las parejas que viven en una rutina constante vayan a terminar de esta forma, siendo infieles o enamorándose de otra persona, pero la rutina y la dejadez con tu pareja es el primero de los síntomas.

La mayoría de veces que una persona es infiel no lo hace por estar enamorada profundamente de la otra persona, si lo piensa con tranquilidad verá que lo que quiere es seguir con la estabilidad que le proporciona su pareja, a quien quiere desde hace mucho tiempo pero que no puede renunciar a sentir los estímulos que le proporciona la infidelidad.

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Tanto mujeres como hombres necesitan ser activos sexualmente. Pero el sexo es como el deporte, cuanto más lo practicas más te apetece y cuanto menos lo haces menos preparado estás para ello.

Muchas parejas tienen el sexo como si fuera una obligación, cumplen cuando consideran que toca y lo hacen de vez en cuando, siempre dentro de la misma rutina a la que ya están acostumbrados.

Y entonces él conoce a una chica guapísima que se fija en él y le hace sentir de nuevo como un macho alfa o un cazador. Tal vez es ella la que se siente muy atractiva de nuevo gracias al interés que ha despertado en el chico nuevo de la oficina.

Ninguna pareja tendría que llegar a este punto, el estímulo de tu pareja debería ser suficiente para no necesitar estímulos externos.

Salir de la rutina salva parejas en ese sentido. Está bien tener una rutina establecida para el día a día, si no la casa puede ser un caos y los hijos crecerán sin normas ni control.

Pero dentro de la pareja no puede haber rutinas. No podemos dar por hecho que siempre sabemos lo que va a pasar.

Cuando el hombre se esfuerza por sorprender a su mujer, claro que con el paso del tiempo cada vez se pone más complicada la cosa, la originalidad es más difícil de conseguir. Y cuando una mujer trata de mantener interesado a su hombre es más fácil escapar de la rutina.

Muchas parejas creen que solo pueden salir de la rutina haciendo cosas como una escapada de fin de semana. Que sí, que es genial hacer eso y quien se lo pueda permitir tiene una gran suerte pero no todas las parejas pueden hacer esto ni a nivel económico ni a nivel familiar. No todos pueden dejar a los hijos a cargo de otras personas para escaparse de la rutina familiar.

Así pues lo que tienen que hacer las parejas es tratar de salir de la rutina de formas que sean compatibles con su vida familiar y con su nivel económico. Se me ocurre que pueden ir por sorpresa a buscar al otro al trabajo, que se puede preparar un picnic rápido y acercarse a la hora de comer a la oficina de tu pareja para almorzar juntos en un parque. Se me ocurre que pueden hacer salidas al cine o al teatro o buscar algún tipo de afición para hacer juntos.

El sexo, como decíamos es una gran forma de escapar de la rutina. Ambos miembros de la pareja pueden pensar modos de sorprender a su pareja en ese sentido: nuevas posturas o prácticas sexuales, nuevos horarios, nuevos sitios de la casa donde todavía no lo hayan hecho, ropa interior provocativa, juguetes eróticos…

Hay infinidad de maneras de recuperar la pasión y la llama en ese sentido y salir de la rutina sexual hará que tu pareja se sienta más viva y más unida.

Pasar tiempo juntos haciendo cosas que apetece hacer es otra manera de salir de la rutina. Pasear y buscar pequeños cafés donde tomarse una taza de café en un ambiente diferente, eso no cuesta mucho dinero y puedes descubrir cafés artísticos o lugares donde tomar una copa escuchando un monólogo, o bien puedes encontrar un sitio pequeño con unas estupendas vistas…

La cosa está en no caer en una rutina en la relación de pareja. Controlar todo lo que hace referencia a la casa y la familia pero vivir tratando de sorprender a tu pareja de forma permanente. Si los dos miembros de la pareja lo hacen esta pareja tiene muchas menos posibilidades de caer en tentaciones o aburrirse de su relación.

Os animo a que busquéis modos de salir de la rutina para darle un nuevo aire a la pareja y que nos dejéis vuestras ideas en los comentarios. ¿Cómo sales tú de la rutina sin gastar demasiado dinero?

2 respuestas a «Salir de la rutina salva parejas»

  1. De la rutina muchas veces se culpa alas mujeres y los hombres que’, muchos de ellos sele olvida el lugar anatómico sensible de ella y pasan y pasan días y meses y nada eso no existe para el, con que ella coma y beba y le sea obediente y fiel ya el logro su meta y entonces que hacer además de intentarlo reclamarlo o sufrirlo.

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