Qué pasa cuando lo ignoras

No se ignora para castigar, se ignora para recuperar el autoestima y amor propio que esa persona te quitó. Se ignora porque te quieres, no porque quieres causar efecto en la otra persona.

Muchas personas tratan de ignorar, pero se dan cuenta de que no funciona, se alejan, pero la otra persona no los busca. Es normal que no funcione, porque el objetivo de ignorar a alguien es por ti, no por la otra persona.

El objetivo de ignorar es para que comprenda que no es el centro de tu felicidad ni de tu mundo, el objetivo de ignorar es que se dé cuenta de que te perdió. Pero repito: NO SE IGNORA PARA CASTIGAR, se ignora porque te has dado cuenta de que tu mundo interior vale más la pena que esa otra persona a la que pretendes conquistar.

Cuando ignoras, le transmites que ya no es importante para ti, que algo ha cambiado, que todo aquello que le hacía estar tranquilo contigo ya no es así. Le haces saber que tu mundo ha cambiado lo suficiente como para no necesitarle, y eso es lo que despierta miedo a perder.

¿Eres capaz de transmitir todo esto REAL? No hablo de ignorar para afectarle, sino de construir un propósito de vida donde la otra persona ya no tiene cabida.

¿Te has dado cuenta de que quizás nunca funciona ignorarle porque lo haces con la mentalidad incorrecta? Porque ignoras pensando en PROVOCAR ALGO, en vez de ignorar porque REALMENTE TIENES COSAS MÁS IMPORTANTES QUE HACER Y EN LAS QUE PENSAR.

Cuando comienzas a impulsar tu vida personal, a recuperar todo aquello que perdiste, te convences a ti mismo/a de que puedes ser fuerte, de que eres una persona con la que vale la pena estar, porque hasta el momento nunca lo habías creído, y no lo habías creído porque no te habías dado la oportunidad de demostrarlo.

Porque todo lo que hacías era con la intención de provocar un efecto en la otra persona, y ese es tu principal error, buscar ALGO que no está en ti, porque todo lo que debes buscar debe estar siempre en ti. No se trata de él o de ella, se trata de ti.

Convéncete de que puedes ser feliz solo, de que puedes disfrutar una vida que no se basa en que te quieran, sino en quererte tú y que eso te llene, te satisfaga y te sea suficiente.

Cuando te alejas porque YA NO PERMITES ser abusado, porque no aceptas una relación donde poco falta para que pidas ticket y esperes tu turno, TODO CAMBIA.

Permites que la otra persona pueda recapacitar, pueda darse cuenta de que quizás no ha estado valorando algo que en verdad si tiene valor, y AHORA LO SABE, porque tú actúas con valor.

Tener valor significa no admitir excusas ni relaciones donde no se te da el 100%, y no admitirlas significa IRTE, significa IGNORAR DE VERDAD, no para provocar, sino porque no das ni una oportunidad más.

Porque si alguien no quiere estar contigo, porque actúa y se comporta como si no quisiera estar contigo, y tú sigues ahí como si nada, esa persona no puede darse cuenta de un valor que no tienes, porque TÚ ACTÚAS como si no lo tuvieras.

Si te centras en ti y te relacionas siempre desde la proporcionalidad, es decir, “yo invierto en ti lo que tú inviertes en mí, después de dedicarle el tiempo que me dedico a mí. Porque lo principal SOY YO, no eres tú”.

Es decir: “tengo mi vida que me satisface, me gusta, me hace feliz y no necesito a nadie, y luego de todo eso, invertiré mi tiempo en ti, pero SOLO el que tú hayas invertido en mí, ni más ni menos”.

“No voy a insistir y no voy a rogar” y esa debe ser tu postura FIRME, jamás modificada por nada ni por nadie.

Retírate con dignidad. Retirarse con dignidad hace que esa persona aprenda que hay consecuencias. Que no puede irse un fin de semana sin decir nada o anular una cita 2 horas antes, o elegir a sus amigos antes que a ti siempre.

LAS PERSONAS NECESITAN CONSECUENCIAS PARA ENTENDER QUÉ PUEDEN HACER Y QUÉ NO, NECESITAN LAS CONSECUENCIAS PARA VALORARTE, RESPETARTE Y AMARTE.

Muchas veces la mejor forma de crear amor es retirarse. Un amigo acostumbrado a despreciarte y maltratarte no va a reaccionar hasta que te alejes, entonces sí, cuando vea que te pierde va a cambiar. No va a molestar más, va a darse cuenta de que te extraña y que se ha pasado de la raya, para no volverlo a hacer.

El miedo a perder es más fuerte que rogar, suplicar o insistir. El decir: HASTA AQUÍ, vuelve REAL lo que nunca ha temido perder.

No existe un mundo en el que dejándote humillar te puedan valorar.

Cuando te obligas a centrarte en ti te das la oportunidad de conocerte y descubrir otras áreas de tu vida que son muy gratificantes y te hacen darte cuenta de que no necesitas a nadie que te sume porque has encontrado tu calculadora personal: TÚ.

En la vida hay muchos trenes, si siempre coges el tren del desamor nunca podrás coger el tren del baile, de la escritura, de las amistades y de muchas otras cosas que te refuerzan, pero que no sabes que existen porque siempre estás esperando que alguien que actualmente no está capacitado para hacerte feliz, te haga feliz.

Pensar en alguien e insistir a alguien, mendigar a alguien o esperar a que te ame, consume muchos recursos y energía. No solo te quita tiempo cuando lo intentas, te quita tiempo antes y después, porque, aunque no esté ahí contigo, ocupa todos tus pensamientos.

Es un devorador de energía que impide que disfrutes de ti mismo y que descubras muchas cosas que te hacen feliz, pero que no conoces porque, aunque no estés hablando con esa persona ahora en este momento, la estás pensando constantemente, haciendo que solo consuma tu energía y tu tiempo, sin ni tener necesidad de estar ahí.

¿Entiendes ya por qué tiene tanto poder sobre ti?

Cuando ignoras a alguien estás bajándole de ese pedestal en el que tú le has puesto. Estás haciendo que se sienta poco importante para ti, y por ende, haciendo que si quiere volver a sentirse importante, debe actuar. Porque ya no es tan cómodo como sentarse a esperar que tú muevas ficha, como siempre.

Cuando ignoras DE VERDAD a esa persona, va a sentir que ya no es importante para ti y va a trabajar para volver a ser importante, porque las cosas habrán cambiado y lo habrán hecho para siempre.

Pero no porque busques provocar su reacción, sino porque te has dado cuenta de que se está mejor solo, y si ahora quiere estar contigo deberá hacer todo de su parte para demostrarte a ti lo contrario: QUE SE HA GANADO EL DERECHO A ESTAR CONTIGO.

Cuando te enamoras de ti mismo, no necesitas que nadie más se enamore de ti, pero sí estás abierto a compartir tu vida con quien, tras esfuerzo, sudor y lágrimas, se lo haya ganado.

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