Hoy quiero hablar de una palabra que no todo el mundo conoce, aunque cuando os diga lo que es todos sabréis y entenderéis a que me refiero sin problemas. La empatía es la capacidad que tenemos los humanos de ponernos en la piel de otra persona y entender sus sentimientos. Dicho de otra forma, en otras cultura lo llaman: andar con sus zapatos, o algo parecido, es una traducción de una frase inglesa. La empatía es muy necesaria para poder entender a los demás. Para saber qué sienten pero también para poder relacionarnos mejor con ellos.
No todo el mundo tiene capacidad de empatía. Se dice que los psicópatas y este tipo de enfermos mentales no tienen capacidad de empatía. Hay algunos tipos de autismo que también impiden que una persona sea empática. Pero por norma general es algo que como siempre digo, aprendemos de pequeños. Y que, como siempre comentamos, no siempre se hace bien, los padres o personas que nos educan no siempre están a la altura, así que muchos niños crecen sin haber vivido ni sentido nunca la empatía. Las personas con problemas para relacionarse con los demás también suelen tener problemas de empatía, no siempre, por supuesto. No son capaces de ponerse en el lugar de los demás justamente porque nadie se pone en el de ellos. No reciben muestras de empatía por parte de los demás que les ayuden a solucionar sus problemas para relacionarse y por ello sienten que no les interesa lo que pasa por dentro de la cabeza de esas personas.
Las personas con problemas de agresividad, tampoco usan la empatía de forma adecuada ya que descubren qué es lo que daña a esas personas y lo usan en su contra. La empatía se utiliza para entender mejor a los demás y poder ayudarle y tener mejores relaciones interpersonales. Algo básico para poder usar adecuadamente la empatía es tener conocimientos de lenguaje corporal. Si no sabes nada sobre el tema te recomiendo nuestro vídeo Todo sobre el lenguaje corporal y cómo utilizarlo, con el que podrás aprender a leer los gestos de los demás. Algo muy necesario para ser una persona con empatía.
Cómo practicar la empatía
La empatía es algo que la mayoría de gente hace de forma subconsciente, no se dan cuenta de que están analizando al otro simplemente saben cómo se siente, le entienden cuando lo explica y pueden explicarte sus motivos si les preguntas, pero no lo hacen de un modo activo. La gente que practica la empatía lo hace de forma natural, como quien practica la simpatía, no piensan ahora voy a a ser simpático. Conocen sus virtudes y saben cómo contar chites, cómo sonreír etc. Con la empatía pasa lo mismo. Lo aprendemos y después lo practicamos de forma inconsciente.
Para practicar la empatía necesitas ser observador y saber escuchar al otro. Necesitas entender qué es lo que te está diciendo y comprender cómo se siente. Pero no solo eso, también necesitarás saber cómo responder en cada situación. Ser empático significa entender al otro pero también actuar conforme a lo que has comprendido. De nada sirve comprenderle y no hacer nada por la otra persona.
Las personas que practican la empatía siempre tienen la palabra justa para cada uno. Saben lo que tienen que decir y cómo lo tienen que decir. Dan abrazos a quien necesita abrazos y palmaditas en la espalda cuando son necesarias. Saben ser asertivos en el sentido de que a una persona que no está preparada para escuchar según qué cosas no se lo dicen. Empatía y asertividad van muy de la mano, y no confundas estos términos con falta de sinceridad sino que los tienes que ver con saber disponer las cartas para que la partida sea perfecta.
Muchas personas a las que consideramos que les falta empatía lo que tienen en realidad es una falta de capacidad de observación. No lo hacen con mala fe pero entienden mal a los demás.
Por ello es básico aprender a ponerse en la piel del otro y aprender a leer su lenguaje corporal. Pero no solo tenemos que fijarnos en qué nos dice esa persona y en cómo lo dice o cómo es su lenguaje corporal. También tenemos que aprender a leer lo que no dice, por lo que será básico el control del lenguaje corporal y además aprender a leer sus emociones a nuestras respuestas.
Porque no sólo se trata de entenderles sino de responder de manera empática, demostrando que entendemos y que somos capaces de ponernos en la piel del otro. No sé dónde leí que alguien decía que no entiendes al otro hasta que has andado varios kilómetros con sus zapatos y te han producido las mismas rozaduras que a esa persona. Es decir, no solo basta con ponernos sus zapatos. Cada persona es diferente y siguiendo el ejemplo de los zapatos los que a uno le harían daño a otro le sientan estupendamente. Así que es mucho más que intentar ponerse en la piel de la otra persona lo que es la empatía, además tenemos que pensar y sentir cómo él o ella sienten para entender realmente lo que necesita.
Con el lenguaje corporal habrás ganado una parte importante de conocimientos para interpretar lo que quiere la otra persona. Pero ojo, que tú veas lo que quiere en realidad no significa que sea lo que quiere transmitir. Es decir, a menudo decimos que estamos bien cuando no lo estamos y está bien que veas lo que el otro dice para darle el apoyo que necesita sin pedir. Pero también podemos descubrir mentiras y otras cosas que no deberemos desvelar. Por eso somos personas con empatía porque sabemos lo que tenemos que decir y lo que tenemos que callar.
El lenguaje corporal habla de todo eso, de lo que queremos transmitir a los demás y lo que en realidad nos ocurre por dentro. Además el lenguaje corporal te servirá para leer entre líneas. Para conocer la realidad. La empatía y la asertividad son lo que te ayudarán a comunicarte mejor con esa persona una vez le hayas comprendido del todo.
Para el lenguaje corporal nada más fácil que un buen vídeo con teoría bien explicada, como el nuestro. Echa un vistazo a Todo sobre el lenguaje corporal y ya me contarás si te resulta útil.