Objetivo asertividad: la comunicación (2)

© Claudio ©

Ayer veíamos la primera parte de este artículo en el que hablábamos de por qué es importante la comunicación a la hora de ser una persona asertiva. Lo es porque te permite expresar tus emociones, dudas, hacer preguntas, exponer lo que piensas, ejercer tu pensamiento crítico… El poder de la comunicación es el mejor aliado para cualquier persona, sobre todo si tiene como objetivo la asertividad.

La comunicación verbal es algo primordial pero también te recomiendo aprender todo lo que puedas sobre comunicación no verbal, es decir: lo que expresa tu cuerpo, ya estés hablando, escuchando o no participando de una conversación. Nuestro cuerpo siempre habla de cómo nos sentimos, lo que pensamos, aunque no queramos decirlo en voz alta o digamos justo lo contrario. Por ello, controlar el lenguaje corporal es importante para la buena comunicación.

Además, ser asertivo comprende otras muchas cosas que no solo te contaremos, sino que te daremos ejercicios para ponerlas en práctica y poco a poco incorporarlas en tu vida. Si eres una persona con el objetivo de ser más asertivo de cara al nuevo año que se nos acerca, te recomiendo nuestro audio curso Cómo ser asertivo, practica desde la tranquilidad de tu casa al ritmo que quieras y en el momento en que te vaya mejor. Escucha nuestros audios las veces que necesites para entender e interiorizar todo lo que te proponemos en el curso. Será el mejor cambio que le puedes dar a tu vida.

Como decíamos en el artículo anterior, la comunicación es importante para poderte expresar, para hacerte escuchar, para evitar que otros piensen por ti. Por tanto hoy te vamos a dar unas cuantas claves para que tu comunicación sea asertiva.

Cómo es la comunicación asertiva

Habla siempre desde ti

Me explico: el sujeto de tus frases tiene que ser «yo» es decir, tú. Hazlo siempre que puedas, no es lo mismo hablar por uno mismo que darle al otro la responsabilidad, o la culpa. Veámoslo con ejemplos:

Cuando algo te molesta y quieres expresar tu malestar puedes hacerlo desde el yo o desde el tú. Desde el yo sería algo así: «este ruido me parece muy molesto». Desde el tú podría ser así «no paras de hacer ruidos molestos».

Puede que no veas la diferencia pero si lo aplicas en todo poco a poco irás viendo que los demás no se ponen tan a la defensiva. Sirve para cualquier situación, no es lo mismo escuchar que alguien tiene dolor de cabeza que escuchar que tú eres el causante de este dolor de cabeza. Así que mientras puedas habla siempre por ti y de ti.

Esto vale perfectamente cuando tienes un problema con alguien, si le pides perdón le estás pidiendo que cambie su manera de sentirse. Lo que tienes que hacer es explicar cómo te sientes tú y dejar que la otra persona decida cómo sentirse.

© Blog do Mílton Jung

Me explico de nuevo: Si le dices a alguien «perdóname» estás dando una orden y haciendo que el sujeto de la frase sea la otra persona. Es la otra persona, la que ha sido molestada la que tiene que dar el paso de perdonarte para que tú te sientas mejor y tiene que hacerlo cuando tú se lo pides. En cambio, si le dices frases como las siguientes: «lo siento», «me he equivocado», «lamento hacerte daño», etc. estás explicando cómo te sientes, pero no obligas a la otra persona a que se sienta de forma distinta.

Si hablamos siempre desde la primera persona, expresando lo que sentimos nosotros, no seremos ofensivos con los demás. Como digo siempre habrá gente que no se sienta cómoda con lo que dices, pero como ser asertivo tienes que entenderlo, están en su derecho de no estar de acuerdo.

Ten claro tu objetivo

A la hora de comunicarte tienes que tener claro qué es lo que quieres conseguir. Así que si el objetivo final se verá complicado por una opinión dicha fuera de tiempo, simplemente no la emitas. Lo prioritario no siempre es hacer saber a los demás lo que sientes sino conseguir tus objetivos. Habla y di, con total sinceridad, lo que te beneficia para tu objetivo. Si algo te lo va a complicar no hace falta que lo digas. No propongo que mientas, simplemente no hace falta pronunciarse siempre. Callar también es importante.

El tono de voz y la elección de vocabulario

Del mismo modo que tienes que hablar desde la primera persona, la elección del tono de voz y del vocabulario que quieres usar no debe ser ofensivo. Piensa que no todo el mundo entenderá las cosas como tu así que trata de ser lo más neutral posible en tu elección de vocabulario, no opines sobre los comportamientos de los otros sino sobre cómo te hacen sentir. No digas «no actúas correctamente » sino «me hace sentir mal lo que ha pasado». Siempre habla de ti y selecciona las palabras con cariño. El tono de voz siempre tiene que ser un tono medio, más bajo que alto, calmado y bien acompañado de un lenguaje corporal correcto.

Como decía al principio el lenguaje corporal es vital en la comunicación, una gran parte de las comunicación es lenguaje no verbal, de nada sirve que digas las cosas de forma serena, con palabras no ofensivas y tono de voz medio si lo estás diciendo con el cuerpo en tensión, sin sonreír ni por equivocación y apretando los dientes. Dirás lo que quieras pero tu cuerpo transmite otra cosa.

Así que te recomiendo ponerte al día de todo lo relacionado con el lenguaje corporal, no solo para causar buena impresión en los demás sino también porque el cerebro cree actúa en función de lo que le indica el cuerpo. Si tu lenguaje corporal es tenso, tú estarás tenso. Si aprendes a mostrarte relajado, poco a poco tu cerebro te ayudará a comportarte de forma más relajada. Lee nuestros artículos sobre lenguaje corporal si quieres saber más del tema.

Y si quieres mejorar a nivel de asertividad te recomiendo nuestro audio curso Cómo ser asertivo, verás que te cambiará la vida radicalmente y tendrás mejor comunicación y relación con los demás.

 

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