Cuando digo de «renunciar» a tu expareja, no me refiero al famoso «contacto cero». Hablo de algo mucho más profundo: aceptar de verdad la ruptura. Renunciar no es desaparecer, es dejar de forzar que vuelva ahora, ya, como si te lo debiera. Porque, sinceramente, que vuelva ya probablemente no te conviene.
La relación se rompió por algo, y seguramente haya aspectos que debas trabajar tú, porque tu ex, que no tiene intención de volver, no va a hacer nada. Esto es algo que debes grabarte a fuego. Me contactáis a menudo diciendo: «Quiero que se arrastre y se humille». Vamos a ver, merluzo o merluza: te ha dejado, no quiere estar contigo. ¿De verdad piensas que va a arrastrarse por ti? ¿Qué quieres, recuperar al amor de tu vida o humillar a una persona cualquiera? Hay que tenerlo claro.
Si lo único que te molesta es el ego herido, supéralo, sigue tu vida y no le toques más las narices. Pero si de verdad le amas, ¿por qué deseas que se humille? ¿Cómo puedes amar a alguien y desearle cosas malas? Si yo quiero recuperar a la mujer de mi vida, lo último que quiero es verla arrastrada. Lo que quiero es que se vuelva a enamorar de mí.
Ordena tus ideas. Renunciar significa soltar la necesidad de poseer ya a tu ex. Y, por favor, no hagas lo de alejarte durante meses y no contestarle. Eso solo sirve para que te olvide para siempre. Porque cuando dos personas rompen, lo natural es que cada una haga su vida. Y eso, básicamente, es el contacto cero. Así que si quieres perder a tu ex para siempre, adelante: aplica contacto cero.
Tu ego, ese que te hace pensar que eres «la leche», va a querer que creas que con no hacer nada tu ex volverá arrastrándose. Como si fueras tan irresistible que bastara con tu ausencia. Claro que sí, campeón. Todo funciona así: ¿quieres el trabajo de tus sueños? No hagas nada. ¿Quieres ser millonario? No hagas nada. A ver qué pasa.
Si no haces nada, el resultado más probable es nada
Esto es puro sentido común: si no haces nada, el resultado más probable es nada. Y ni debería tener que explicártelo. Hace poco, una clienta de las que marean me dijo muy «empoderada»: «me ha hablado el cabrón, pero no pienso responderle. El contacto cero funciona, ya lo sé todo». Cuatro días después, me suplicaba ayuda porque él se enfadó, la bloqueó y no quiere saber nada de ella. Este es el resultado de ir de listillo o listilla: creer que lo sabes todo y que el otro va a caer rendido por tu silencio.
Hay personas que, por muy increíble que seas, si no les hablas, pasan página. Y más hoy en día, que somos tan fácilmente sustituibles con un simple clic. No le hablas durante una semana, y en ese tiempo ya tiene a 50 escribiéndole por Instagram. O si es hombre, ha escrito a 300. Así que si el contacto cero ya era dudoso hace 10 años, hoy en día destruye más aún tus posibilidades.
Si el contacto cero ya era dudoso hace 10 años, hoy en día destruye más aún tus posibilidades
Estas técnicas de ignorar y desaparecer son peligrosas. Porque, como digo, actualmente las interacciones son fácilmente sustituibles. Y por eso mucha gente no quiere comprometerse, porque tienen tantas opciones abiertas que acaban hechos un lío y no saben ni lo que quieren.
Si quieres recuperar a tu ex, renuncia a la fantasía de que va a volver cuando tú quieras, o sea, que no va a volver ya mismo. Y no se trata de alejarse, sino de mostrar respeto por su decisión. Y eso solo lo puedes hacer si te amas a ti mismo/a. Si alguien viene y te dice: «Ya no te amo», lo más digno y sano que puedes hacer es aceptar: «Pues si no me amas, renuncio, porque no quiero estar con alguien que no me ama».
Compara eso con lo que hace alguien desesperado: rogar, arrastrarse, insistir, suplicar… aunque no le amen. Quiere que vuelvan a su lado por la fuerza. ¿Y eso está bien? No. ¿Cómo va a ser bueno intentar forzar a alguien a que esté contigo? Algunos incluso chantajean emocionalmente, amenazan con locuras… No hagáis eso. Primero vais vosotros, luego vosotros, y después vuestra pareja.
Tampoco consiste en volverse egoísta, sino de tener amor propio. Puedes amar mucho a alguien, pero si esa persona no te ama, tu autoestima debería decirte: «Yo no quiero estar con quien no me ama». Así de simple.
Y si te estás preguntando «¿Entonces qué hago?», te lo digo claro: trabaja por enamorarle otra vez. Pero no desde la pena, ni desde la culpa. Desde el amor real. Porque si vuelve por compasión, te dejará de nuevo. Si no está contigo por amor, no se quedará. Solo te tolerará hasta que encuentre a alguien que sí le enamore.
Y tú puedes ser esa persona que le enamore. Pero tienes que aceptar que ahora mismo no te ama. Tienes que dejarle ir, para poder enamorarle de nuevo. Y si no le enamoras, todo lo que hagas será inútil. Puede que vuelva por soledad, pero se irá en cuanto recuerde que no siente amor.
No deberías querer estar con alguien que te elige por comodidad. Solo deberías aceptar relaciones donde te amen o te dejen. Así que si te ha dejado, acepta la pérdida y trabaja para volver a enamorarle. Y no, no es tan complicado. Es a través de la conversación, de la conexión emocional. Eso es lo que perdisteis durante la relación, y eso es lo que hay que recuperar.
Así es como se construye algo sólido y duradero. Lo sé porque llevo 18 años ayudando a personas a recuperar a su expareja. Todo lo que no sea enamorar de nuevo, está destinado al fracaso. No funciona bien manipular, ni engañar. Lo que funciona realmente es enamorar. No pierdas esto de vista.
Porque hay quien aplica trucos, manipula, y así recupera al ex… y luego vuelve a perderle. ¿Por qué? Porque su ex no le quiere. Solo ha hecho el garrulo, el juego fácil. Cuando enseño técnicas de celos o atracción es solo para crear una interacción, una chispa, como parte del proceso para enamorarle… y el objetivo final siempre debe ser ese: enamorarle. Siempre.
Si quieres que te ayudemos a hacerlo, puedes contratar para esto nuestros servicios de coach para recuperar a tu ex. Te recomiendo allí nuestro bonos mensual escrito o el de llamadas. Y si quieres trabajar conmigo directamente, que es el bono mensual premium, en las instrucciones del bono mensual te explica cómo tenerlo. Eso sí, conmigo es más caro.
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