Un maestro de la seducción no debe enlatar a sus alumnos


Ayer salí con dos amigos del mundo de la seducción (les llamaremos Pedrito y Juanito). Estaban muy ilusionados y me comentaron que habían asistido a un taller de un súper-gurú decodificador de la mujer. Estuvieron todo el rato diciendo que se lo pasaron genial y demás cosas, como que dicho gurú era de la escuela de Mystery, el otro gurú que les acompañaba de la escuela de Juggler… Eso sí, con 500 € menos en el bolsillo.

Abordar y hablar

El caso esta en que empezamos a sargear, vamos a un pub,  y mi compañero Pedrito empieza a decirme que va a abordar con la técnica de «quién miente más». Obviamente abre con un enlatamiento que se nota a leguas y es despachado.