Necesidad de logro

Todo ser humano disfruta de ser reconocido, de que sus habilidades se hagan notar y mentiríamos si dijéramos que nos desagrada el hecho de que los demás nos feliciten o adulen por un trabajo bien hecho.

Llamamos «necesidad de logro» al deseo que cada uno experimenta por hacer bien las cosas, esta categoría de «bien» depende de un prototipo de excelencia establecido, ya sea por nuestros padres, maestros, jefes, amigos, etc.; este estándar varía dependiendo de si la competencia es con una tarea, conmigo mismo o con otra persona.

El estándar altera nuestra necesidad de logro y cuando nos enfrentamos a ellos, las reacciones emocionales cambian, ya sea si nos sentimos capaces o no de realizar adecuadamente la tarea que se nos pide, pues depende de las habilidades que poseo y de si soy consciente de ellas o no.

Cada uno de nosotros actuará diferente ante cada tarea, por ejemplo: Si soy consciente de que una de mis habilidades es dibujar, cuando una de las tareas a realizar tenga que ver con esta actividad y si entonces mi necesidad de logro es grande, responderé con emociones de aproximación: buscando realizar la tarea, esperanza: con la idea de que la realizaré adecuadamente, orgullo: sintiéndome exitoso y gratificación anticipada: disfrutando con el hecho de realizar dicha tarea y por el resultado del que confío plenamente.

En cambio si el dibujo es una de las cosas en las que no soy hábil, entonces por el contrario mi necesidad de logro será pobre y tenderemos a una evitación: huyendo de realizar la tarea, ansiedad: con la idea de fallar, defensa: buscando justificación a nuestro desempeño y miedo al fracaso: temiendo enfrentarnos a la tarea y su resultado.

Nuestra conducta puede variar de igual manera y se pueden presentar cambios en la elección de dicha tarea, la latencia (el tiempo en que decida comenzar a realizar la tarea), el esfuerzo, la persistencia y la disposición para asumir la responsabilidad del resultado o lo que es lo mismo, la manera en la que nos enfrentamos a los retos tienen un resultado en la manera en que asumimos la responsabilidad personal por nuestros éxitos o fracasos.

Las personas con gran necesidad de logro eligen tareas muy difíciles, tratan de estar incluidos rápidamente en ellas, se esfuerzan más y rinden mejor, ya que el elogio de las demás personas los energiza por lo que tienden a asumir con mayor facilidad el resultado de sus acciones y buscar más actividades en las que puedan ser reconocidos.

Aquellas que tienen escasa necesidad de logro eligen tareas fáciles o tratan de aplazarlas o evitarlas del todo, es mayor el miedo al fracaso y como consecuencia debilitan su ya empobrecida necesidad de logro, este tipo de personas desisten de las tareas más fácilmente, al enfrentarse a tareas complicadas buscan ayuda o consejos y es común que si fracasan en estas tareas difíciles depositen la culpa en otra persona.

Cómo podrás haberte dado cuenta, la necesidad que poseemos por lograr las cosas tiene una gran influencia en el resultado de la tarea, esta tarea puede ser desde sacar un 10 en la escuela, un aumento de sueldo o promoción en el trabajo y puede que hasta en el hecho de conquistar a una chica.

Así que analiza bien con qué tipo de persona te identificas más, ¿buscas actividades que te desafíen o acostumbras a evadirlas?

Pero recuerda que sin importar que el resultado sea negativo y que por lo general das la espalda a las actividades que te representan un reto, no hay de qué preocuparse ya que si eres consciente de lo que sucede siempre podrás marcar la diferencia iniciando un cambio positivo en tu vida diaria.