Origen de la necesidad de logro

logroAsí como existe una gran gama de colores y sabores, en cuanto a personalidades la gama puede ser infinita; muchas personas son exitosas, otras no tanto, algunas ni siquiera se esfuerza, de que depende que YO tenga una necesidad enorme de hacer las cosas y de ser reconocido por ellas, o que en realidad me preocupe muy poco por si las realizo y por cómo lo hago.

Para que podamos entender por qué las personas presentamos mayor o menor necesidad de logro debemos tomar en cuenta que depende de muchos factores: sociales, cognitivos y de desarrollo.

Sociales

De niños desarrollamos esfuerzos de logro relativamente intensos cuando nuestros padres nos proporcionan capacitación independiente, reforzando nuestra auto-confianza, autonomía, aspiraciones de gran rendimiento, estándares de excelencia realistas, autoconceptos de gran habilidad, un valor positivo para las actividades relacionadas con el logro, estándares de excelencia explícitos, ambiente rico en estimulación potencial, experiencias como viajar o la lectura rica en imágenes de logro.

Cognitivos

Existen ciertas formas de pensar que están más relacionadas con el logro que otras, como:
Las percepciones de gran habilidad: El que me sienta capaz de realizar la tarea facilita la persistencia en ella y el rendimiento competente.
La adopción de una orientación de dominio: Ser capaces de discriminar entre las tareas que realizo bien y las que no tanto, ayudan a reconocer aquellas tareas en las que debemos redoblar esfuerzos, esto nos conduce a elegir tareas moderadamente difíciles y a responder a la dificultad esforzándonos más.

Altas expectativas de éxito

El sabernos aptos para ciertas situaciones o actividades y confiar en que podemos salir victoriosos, nos ayudan a alimentar los comportamientos de aproximación, búsqueda de desafíos y el buen desempeño; pues siempre estaremos dispuestos a incrementar el número de actividades, lo que nos dará la suficiente confianza para aumentar poco a poco su dificultad.

Fuerte valoración de logro

Cuando sabemos que en cierta actividad somos buenos, tendemos a realizarla con más persistencia, pues es algo que dominamos (tarea, habilidad, aptitudes, talentos, etc.), el sentirnos reconocidos por una particular actividad puede predecir la persistencia en dicho dominio.

Un estilo optimista de atribuciones personales

Cuando tenemos una manera positiva de identificar nuestras habilidades y defectos tenemos el poder de decidir en qué actividades podemos sobresalir y llevarlas a cabo, con lo que podremos beneficiarnos de las emociones positivas como la esperanza y el orgullo que siguen a los éxitos y alejar las negativas como el miedo y la ansiedad.

Estas condiciones nos brindan el terreno adecuado para cultivar una forma de pensar y comportarnos para obtener el logro.

Desarrollo

Las creencias, valores, y emociones relacionada al logro las vamos desarrollando desde la infancia, de niños pequeños tenemos creencias irreales de gran habilidad, que no disminuye ante un fracaso por lo que ignoramos nuestro bajo rendimiento en relación a nuestros iguales; lo que explica porque de pequeños tenemos más interés en la aprobación de otros que en el logro propio.

Cuando llegamos a tener un poco más de madurez ponemos más atención a las comparaciones de rendimiento con nuestros iguales, construyendo así creencias de habilidad relativamente realistas.
No olvides que experimentar el orgullo y la vergüenza sólo depende de la manera en la que cada uno se predispone ante una situación o actividad.

Pues son simplemente un constructo social de lo que nos han hecho creer que es un episodios de éxito y dominio ó un episodio de fracaso y ridículo.
Nuestra conducta de logro ocurre dentro de un comportamiento determinado por tres fuerzas: excitación, inhibición, y consumación.

En la excitación surgen tendencias de acercamientos al asociar estímulos ambientales positivos con recompensas pasadas, cómo cuando de niños hicimos un lindo dibujo y nos felicitaron, con lo que aumento mi empeño por el dibujo y ahora busco realizar este tipo de actividad.

Por el contrario en la inhibición aparecen tendencias de evitación al asociar a estímulos ambientales con castigos pasados, pues si en vez de felicitarnos por el dibujo solamente hubiéramos recibido críticas y burlas, en el futuro trataremos de evitar toda actividad relacionada con él.

La consumación se refiere a la fuerza que nos mueve a la realización de una actividad y que al aceptar llevarla a cabo implica su término.
Depende completamente de ti decidir la manera de enfrentarte a cada situación, pues si bien es cierto que nuestra necesidad de logro se desarrolla por la interacción familiar y social, depende solamente de nosotros y de nuestra voluntad marcar cambios positivos en nuestra vida.

 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *