Ayer empezamos a ver este especial sobre cómo liderar en un restaurante. Lo enfocamos principalmente en el modelo de gestión de personal que tienes que tener con los trabajadores del establecimiento. Recuerda que lo que busca el cliente siempre es una buena experiencia. A nadie le gusta ir a comer fuera, lo que implica gastar un tiempo y un dinero, para que no le atiendan bien o para comer peor que en casa. Cuando alguien sale fuera quiere poder comer algo que no suele hacer normalmente, es decir, que le guste y se salga de la comida tradicional de un hogar, que le quiten trabajo, que para eso paga y sobre todo que le atiendan bien.
Para un cliente ser mal atendido en un restaurante, aunque la comida esté buena es una mala experiencia, y se lo pensará mucho antes de volver al local. Imagina que la comida es buena pero el servicio es desagradable y encima le traen la comida después de esperar mucho rato y ni siquiera tienen en cuenta que todos los de la mesa tengan su plato. Eso es una mala experiencia y este cliente, no solo no querrá repetir sino que hablará mal de tu local a la gente que conoce, la publicidad boca oreja es la que mejor funciona y las críticas hacen mucho daño.
Para que el cliente se sienta a gusto en tu restaurante tiene que recibir una atención impecable, el local tiene que ser impecable y la cocina tiene que se lo que se espera de ella, sobre todo en función del precio que has puesto al menú. Un menú barato no es sinónimo de mala calidad sino de materia primera sencilla. Es preferible hacer platos simples que platos complicados o caros con ingredientes de baja calidad. El servicio dependerá de cómo se comporten los trabajadores, que a su vez dependen de cómo les lideres tú. Por ello te recomiendo nuestro video curso Cómo liderar, liderazgo carismático con el que podrás sacar lo mejor de ti mismo para ser un gran líder.
Sin contemplaciones
Una de las cosas duras que tienes que aprender a hacer es rodearte de los mejores. Y no es que estar rodeado de los que hacen bien su trabajo sea duro sino que para eso necesitas prescindir de todo aquel que no está a la altura.
Tienes que aprender a ser exigente. La exigencia será tu mayor virtud. No seas comprensivo cuando alguien no está a la altura, siempre podemos tener un mal día, pero cuando alguien manifiesta falta de interés o poca capacidad para hacer su trabajo, debes dejar de contar con esa persona inmediatamente, para que otra con mejor disposición y capacidad ocupe su puesto.
Esto te servirá para más cosas de las que se ven a simple vista, por un lado, la parte obvia es que siempre estarás rodeado de los mejores. Si trabajas con un buen equipo los servicios serán impecables, si no, no.
En segundo lugar esto te sirve para motivar al resto de trabajadores, que saben que eres impecable y que no te andas con tonterías, puedes ser muy majo y muy simpático, pero quieres lo mejor para tu local y eso empieza por el personal.
En segundo lugar ayudarás a tu personal a trabajar más a gusto. Cuando alguien no cumple con sus funciones de forma adecuada hace que el resto vayan mal, bien porque tienen que hacer su trabajo o bien porque se ven perjudicados en sus funciones pro la faltas del otro. De este modo, trabajar solo con los mejores hará que tu personal se sienta mejor tratado y más a gusto en el trabajo. Es una buena forma de motivarles.
También sirve para ti, para que siempre tengas claro qué es lo que esperas y qué no. Y un restaurante es un negocio, por muy bien que te caigan tus trabajadores no vas a poder dar trabajo a tus amigos si ellos no dan la talla. Trabajar con amigos hace que se relaje demasiado el ambiente por tanto deberías ser capaz de diferenciar entre aquellos amigos o familiares realmente competentes y los que te suponen un compromiso con tu negocio y pueden perjudicarlo. Si sigues la misma regla para todo el mundo te sentirás mejor contigo cuando tengas que despedir, o no contratar, a alguien que no da la talla. Es tu “yo” profesional, nada que ver con tu “yo” personal, así que todo el mundo te respetará por tener las ideas tan claras, y si no son capaces de hacerlo, no te preocupes, quizás esas personas no valen tanto la pena. Lo bueno es que tu negocio va a ir bien.
Con esto no te digo que no puedas contratar a amigos, cuando tienes un negocio y amigos que lo pasan mal es fácil querer echarles una mano, pero tienes que saber cómo se la echas, tal vez no podrás contratarla como camarera pero puedes contratar para que venga a echar una mano a la hora de preparar mesas y recoger el restaurante, o de limpiar a fondo, o limpiar los trabajes y los manteles… La cuestión es poder descargarte de responsabilidad y no tener que perseguir a la gente para que haga bien su trabajo. Si no cumplen con su función o le buscas algo más sencillo o los despides, así de fácil. Es la garantía de que tu negocio solo contará con los mejores.
Quedan muchas cosas por contar, así que vamos a seguir mañana con este tema del liderazgo en restaurantes, pero te recomiendo que compres nuestro vídeo curso Cómo liderar, liderazgo carismático con el que aprenderás, no solo a liderar, sino a hacerlo con carisma, que es lo que hace falta para que un líder dirija sin necesidad de tener que subir la voz o de convencer a nadie sobre su valía. Este tipo de líderes convencen a la gente por su energía, su buen rollo, su carácter magnético. Serás la persona a la que todos quieren parecerse y admirarán.