Conoce el mejor camino hacia el éxito IV

Como les había comentado en la primera parte de esta serie, la idea de escribir estos artículos y de organizar ciertas ideas que rondan en mi cabeza desde hace tiempo, y que los grandes personajes siempre ponían en práctica logrando así llegar a su meta, obteniendo el éxito, el cuál desearon y lucharon por años para obtener como resultado el gozo y la satisfacción de haber tenido una vida plena y amena, tiene su origen en un programa de televisión llamado “vida de millonarios”.

El cual  se basa en contar la historia de varios personajes exitosos y millonarios y sobre sus riquezas y cómo hicieron para obtenerla, es realmente apasionante ver cómo personas sencillas, de pocos recursos, lograron hoy tener millones y millones en sus cuentas bancarias, lograron obtener hoy tanto éxito solamente por seguir ciertos pasos, o dicho de otro modo, es como establecer una ley general, que a todos les podría servir si la saben aplicar como se debe y con mucha prudencia.

Las leyes del éxito

Esas, digamos que leyes, que por naturaleza son para mejorar la calidad de vida humana, invertir y explotar ese gran potencial humano que tenemos guardado y no lo sabemos utilizar, son los pasos a seguir para conseguir el tan anhelado éxito, y son precisamente esas leyes las que te he venido mostrando, y podamos reflexionar de lo fácil y agradables que son, lo poco fácil llega cuando no las interiorizamos como debe ser, es decir, las tenemos en nuestra mente pero no las practicamos y no colocamos las energías y el entusiasmo que se requiere para cumplir con estas simples leyes, es como hablarle a un sordo o decirle a un ciego que lea, estamos tan limitados por nuestras creencias, que evitan que evolucionemos y que tomemos el camino correcto. Estamos tan bloqueados que es como si nos colocaran una gran pared de icopor (plástico espumado, en otros idiomas: unicel, anime, corcho), nos asusta el tamaño y olvidamos que con un solo golpe podemos derrumbarlo todo.

Es tan importante tener una gran fuerza de voluntad, que evite que seamos tan delicados como el vidrio, necesitamos esa sustancia, ese pequeño aire motivador, que nos anime a seguir con gran entusiasmo a cumplir con nuestras metas y poder así llegar al éxito.

Enorgullécete de haber avanzado

Estás haciendo lo que te gusta, ya montaste tu empresa, todo luce perfecto y te dices “bueno ya hice lo que quería, ahora lo que toca hacer es mantener el trabajo o la empresa”, entonces, olvidan que han avanzado, si si “ya hice lo que tenía que hacer”, y se quedan ahí, pues claro, cumplieron con uno de sus objetivos, y ¿Ahora qué?, felicítate por el gran esfuerzo que tuviste que hacer para conseguir eso que estás haciendo, mira lo gratificante que es, escucha a tus empleado, a tus compañeros de trabajo, a tu competencia queriéndote arruinar, has logrado llegar a un buen nivel, celebra eso que hiciste, ese esfuerzo que te costó mucho y que pudo lograr que cumplieras con uno de tus objetivos, oh sí, es bastante gratificante, es hora de celebrar y de enorgullecerte de tu gran avance.

Evita caer en la rutina de “bien ya lo logré ¿Ahora qué?”, ¡Vamos, despierta!, enorgullécete por haber logrado y cumplido una de tus metas, ahora sigue y déjate llevar por las tantas sorpresas que te depara la vida, déjate sorprender.

Evita depender de otras personas

No hay nada más gratificante y acogedor que ser el propio jefe de nuestra empresa, es bastante agradable, nadie te manda, tú diriges como quieres, haces lo que quieres, trabajas tu propio dinero, tienes el dominio y el control de todo, no dependes de nadie, sólo de tus pensamientos positivos y llenos de grandes aptitudes para hacer que tu propia empresa evolucione, sabes manejar muy bien tu empresa, premias al mejor empleado, le das el mejor regalo a tus clientes, eres bastante hábil para maniobrar negocios, si, eres el dueño de tu vida, tú lo controlas todo y es muy gozoso hacerlo, las personas te admiran y desean ser como tú, desean seguir tu ejemplo, ellos sienten la seguridad que irradias, sabes muy bien que les convienes y tú te das cuenta que ellos te convienen también… ¡Toma el control de tu vida!