A veces es difícil asumir el rechazo. Asumir que para un trabajo no valemos, que nuestros padres quieren más a un hermano que a nosotros o que a una persona no es que se haga la interesante y por eso no nos contesta o se desaparece, sino que simplemente NO LE GUSTAMOS y no nos toma ni nos va a tomar en serio.