El PN se presenta siempre como víctima. Han sufrido mucho en su infancia por malos comportamientos de los demás y aprendieron a tener actitudes tóxicas para defenderse. Dos de ellas son: LA HIPERVIGILANCIA (necesitan controlar todo lo que hay a su alrededor e intuir las intenciones de los demás para prevenirse de sentir dolor), y el victimismo como forma de vida.