Es muy diferente admirar el trabajo de una persona a admirarla a ella. Admirar a una persona roza una paranoia ya que las personas no somos dioses y comúnmente a la gente famosa se la trata como tal.
La PNL dice: «yo no soy mis acciones» y creo que esto es aplicable a todos los ámbitos de la vida. Un actor, un cantante no es sus acciones, por lo tanto podemos admirar sus acciones, no a ellos.