Salud sexual

Un tema que se escucha demasiado a últimas fechas, y cada vez con más frecuencia, después del azote y del miedo originado por algunas enfermedades de transmisión sexual, de la inminente sobrepoblación debido a la mala planificación familiar, quizás no solo de las personas, sino de los gobiernos en general, la salud sexual está en boca de todos, sin embargo pocos le dan la importancia que merece, a veces caemos en el engaño de pensar que la sexualidad está despegada de nuestra vida cotidiana, una gran mentira, aun en el caso de que la expresemos a través de roles opuestos -o virtualmente distintos- a los cotidianos, lo que en realidad determinan dichos roles es una serie de tendencias habituales propias.

Hemos logrado comprobar como hombres que se quejan de su rápida eyaculación, también van demasiado rápido en otras áreas de su vida, están ansiosos y no son capaces de saborear ni de disfrutar con tranquilidad, tomarse las cosas de la vida con calma, no solo le da mayor valor al simple o complicado hecho de existir, sino que le da a las personas una visión diferente del mundo que les rodea empezando a disfrutar del tiempo que tenemos y es cuando dejamos solo de ocupar un lugar en el espacio y empezamos realmente a vivir.

Actitud sexual

Más sencillamente, lo que queremos decir es que solemos manifestar actitudes determinadas ante la vida que, luego, también se muestran en el ámbito sexual. Las circunstancias personales de cada uno pueden variar de México a China, dependiendo de la cultura y quizás de la raza, pero la esencia es similar. Esto no quiere decir que la sexualidad sea la misma para cada persona. No todos tenemos las mismas preferencias y los mismos gustos a la hora de proceder, ni la misma historia.

Hay que tomar la sexualidad en serio, para integrarla a nuestra vida, y al amor, si tomamos el control de nuestras vidas y dejamos de ir con el piloto automático es más factible que terminemos sintiéndonos satisfechos con nuestra sexualidad. Un proceso un tanto complicado para la mayoría, influenciados por los medios de comunicación, determinados por nuestro desarrollo en el ámbito familiar, y quizás conformistas con un estilo de vida tranquila y sin emociones. Ir paso a paso está en poder de todos. Si bien es cierto que el sexo y la sexualidad han sido causa de tabú y censura en nuestra sociedad, y en el mundo entero, también lo es que no hay razón objetiva por la que esto deba ser así, pero cambiar milenios de costumbres algo arcaicas no es tarea fácil. La vida sexual es eso: una vida. En la que cada día importa y en la que hay instantes que pueden ser recordados con mucho cariño. Instantes que cada uno podemos generar, incluso en soledad.

Educación sexual

Existe una preocupación por la salud de forma generalizada. Sin embargo, es fácil pasar por alto la salud sexual. Vivimos unos tiempos en los que la psicología y la medicina están bastante más abocadas al campo de la prevención. Y es verdad que muchos problemas se evitarían con una buena educación sexual. Pero aun estamos experimentando con los modelos educativos que podrían llevar a las futuras generaciones a un despertar sexual, a evitar el oscurantismo con respecto a su sexualidad ¿Estamos preparados para ello? Creemos que aun no, los pocos que se atreven a hablar del sexo sin taparse la boca, son tratados como infractores morales, ¿Es acaso tan malo?, si somos seres sexuales por naturaleza, una orientada educación sexual, sin duda ayudaría a despejar dudas, en los jóvenes y podría prevenir trastornos psicológicos y físicos, así como embarazos no deseados, aunque no es algo seguro, quizás tardemos algunos años para poder ver un verdadero cambio en nuestra idiosincrasia sexual.