Qué es la comunicación perversa-2

© leahnoelphoto
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Ayer seguramente leíste la primera parte de este artículo sobre la comunicación perversa. Si no lo hiciste te recomiendo que no te lo pierdas, lo puedes encontrar pinchando aquí. En nuestro primer artículo sobre la comunicación perversa analizábamos por qué la usan algunas personas, con qué fines y cómo te afecta tener una relación con alguien que te manipula de esa forma con tan malas intenciones. En resumen, lo que tienes que tener claro de este tipo de personas es que son manipuladores, y que su intención no es otra que minar tu autoestima, dejarte sin fuerza, sin seguridad en ti mismo, sin creer que eres capaz de nada… La finalidad puede ser conseguir lo que tú tienes, cuando te lo hace una amiga o un compañero de trabajo, dejarte anulada y poder dominarte a la perfección: cuando te lo hace tu madre o tu pareja. El caso es que quien te trata así no tiene buena intenciones y tienes que ponerte a la defensiva lo antes posible.

Sí, hablo de defenderte, no de pasar al ataque, aunque a veces te hará falta luchar con sus mismas armas para poder defenderte. Sin duda, antes de empezar con un ataque, incluso de una defensa simple, tienes que estar preparado y ser fuerte para ello. Por eso es básico que recuperes tu autoestima como te recomendábamos en el artículo anterior. Y lo que tienes que hacer a continuación, una vez estés fuerte y nada de lo que te diga te pueda afectar es hacer lo necesario para mantener a raya a esa persona. Si no puedes alejarla de tu entorno puedes hablar con él o con ella para decirle que o te gusta lo que hace, sí, tienes que aprender a ser asertivo. Si esto no funciona siempre puedes usar sus mismas armas para defenderte y conseguir que el resto de personas que os rodeen no caigan en las redes de su manipulación.

¿Cómo vas a hacer esto? Pues manipulando, claro está. Haciendo mismo que hace esta persona pero en tu beneficio. Piensa que la otra persona ejerce su poder de manipulación sobre ti y sobre todo aquel que os rodea y va lanzando mensajes que van calando y van haciendo que esas personas piensen mal de ti o cambien la opinión previa que tenían sobre ti o la que se habían hecho. Ahora lo vemos con más detenimiento. Una persona que usa la comunicación perversa va dejando piedrecitas en tu camino, para ponértelo difícil y cuanta más gente ponga en tu contra mejor. Por lo tanto para no quedarte solo sino conseguir aislar a la persona que os está manipulando te aconsejo poner el mismo remedio. Lo puedes conseguir fácilmente gracias a nuestro libro Cómo manipular a cualquier persona.

Cómo manipula una persona que usa la comunicación perversa.

Recuerda que lo que hace esta persona es comunicar de una forma que perjudica. Ya sea en forma de perjuicio a ti directamente, te hace sentir mal con lo que dice o cómo lo dice o bien hace que te veas perjudicado porque otras personas acaban pensando mal de ti o cambiando su opinión o su confianza hacia ti.

Ejemplos de comunicación perversa

Reírse ti ti abiertamente o de forma irónica es una forma de comunicación perversa. Con esto van minando tu autoestima, consiguen que te de miedo hablar, actuar o que tengas dudas sobre tus capacidades.

Hacerte burla, reírse de ti a tus espaldas pero encargándose de que te des cuenta de lo que hacen (con falso disimulo) te hacen sentir inseguro, ridículo, hasta que no tienes ningún tipo de confianza.

Desprecio te tratan como si no valieras nada, como no valorando tus esfuerzos. Hacen que todo lo que haces carezca de importancia y te la quitan delante de los demás. Consiguen que cada vez que te esfuerzas los demás no se enteren y para esa persona puede ser algo en tu contra. Si no hay nadie ante quien hacerte quedar mal, tu esfuerzo será lo que usen para quejarse, para echarte en cara que no le dedicas tiempo a él o a otras cosas. No necesariamente lo tienen que decir abiertamente, simplemente te harán sentir mal por esforzarte.

©  Stoltze
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Menosprecio, un poco en la línea anterior, el menosprecio implica no valorar los esfuerzos. Los rechazan. Son capaces de hacerte sentir mal cuando ven que has trabajado duro por algo quitándole importancia y diciéndote que tanto esfuerzo para eso… En resumen, son aguafiestas y desagradables.

Qué hacemos normalmente con este tipo de personas

Acostumbramos a aceptar su modo de comunicarse como algo normal, algo que forma parte de su personalidad y que aunque no nos guste, tendemos a pensar que el problema está en nosotros que no estamos a la altura o que no tenemos sentido del humor o lo que sea.

Generalmente aceptamos este tipo de comunicación o de relación como un peaje que hay que pagar para mantener una relación con esa persona. Piensa que te ha debilitado, te ha hecho sentir mal, crees que vales menos y que esa persona es mejor que tú, por eso toleras que te menosprecie constantemente, en el fondo lo que consiguen es que rebajes tu autoestima y puedan hacer contigo lo que quieran.

No siempre podemos librarnos de estas personas, como decía al principio. Aunque nos demos cuenta de que nos están haciendo daño y que realmente tienen mala intención, no podemos evitar relacionarnos con esas personas. Ya sea porque son nuestros compañeros de trabajo, nuestra familia o, peor, familia política, que la tienes que aguantar con buena cara para mantener la buena relación con tu pareja. Por ello, la manipulación es la mejor solución, simplemente juega las mismas cartas que la persona que te está haciendo daño para que se le gire en contra. De ti dependerá que uses la comunicación perversa o cualquier otro tipo de manipulación más elegante y que ponga menos en alerta al resto de personas que os rodean, para que no se den cuenta de cuál es tu plan. Para ello te recomiendo nuestro libro Cómo manipular a cualquier persona.

 

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