Palabras para el autoestima

Cada día acuden a mí cientos de personas de todos los tipos, desde la persona más estrambótica hasta la persona más perfecta pero todos tienen algo en común: problemas graves de autoestima.

Todo problema de autoestima viene de que el ser humano no sabe definir lo que vale la pena o no, es la sociedad lo que le marca a pensar que es o no lo que vale la pena. Vivimos en un mundo con un bombardea publicitario de: Tener éxito en la vida y ser atractivo es el único motivo para existir. Si alguien no tiene estas dos cosas comúnmente se siente una mierda y un fracasado.

Da igual que esté bien de salud, tenga trabajo y viva su vida, para las personas que son esclavas de la sociedad esa es su máxima preocupación entrando en una espiral de: «Odio mi vida por qué no soy Brad Pitt», llegando a un nivel obsesivo de que no importa todos los sueños que hayan cumplido o lo que hayan hecho, para estas personas con problemas de autoestima no basta porque los sueños que cumplieron ya no se consideran ni siquiera sueños.

Muchas veces las personas no necesitan realmente palabras para el autoestima, necesitan ver la realidad tal como es y necesitan aprender a valorar lo que tienen y han hecho con su vida de una vez por todas porque su problema no es el autoestima. Coge una persona que necesita palabras para el autoestima y dale una fortuna y un gran éxito. En 10 días, cronometrado, volverá a tener depresión y una autoestima baja por qué para ellos nunca es suficiente, siempre buscan más y más motivos para ser infelices y buscan la felicidad allá dónde creen que está.

«No, es que si tuviera un novio espectacular sería feliz»

«Si fuera dueño de una gran empresa y tuviera mucho dinero sería feliz».

Te cuento un secreto, si no sabes ser feliz ahora con lo que tienes jamás en toda tu vida lograrás ser feliz y si lo logras será momentáneamente. ¿Sabías que los estudios que se hacen acerca de la gente que le toca la lotería revelan que normalmente pasado un año las personas a las que les ha tocado la lotería están económicamente peor?

No es una cuestión de tener o no tener, es una cuestión de actitud mental ni más ni menos. A mi me impacta el concepto de la crisis, sobretodo en España. De lo que se considera pobreza o lo que está bien o mal. Hace años, en 2006 cuando tenías que pagar para compartir una habitación roñosa más de 200 euros en cualquier lugar remoto, nadie le daba importancia. Las casas valían 10 veces más de lo que valen realmente, todo el mundo compraba y a nadie le importaba.

Yo en 2006 y 2007 vivía independizado con algo menos de 400€ mensuales y pagando 200€ de piso. No es que fuera pobre, era tremendamente pobre viviendo independizado. Aun así salía 4 veces por semana a investigar la sociabilidad y la seducción yendo a pubs, bares y discotecas y sabes qué. No recuerdo momentos infelices en ese tiempo, recuerdo lo feliz que era al igual que ahora que soy inmensamente feliz. Y lo soy tanto ahora como antes que no tenía nada. Ahora no soy tan pobre como antes pero mi enfermedad me está matando literalmente, y antes era pobre pero estaba mejor de salud.

¿Qué voy a hacer? ¿Antes maldecir mi pobreza y ahora maldecir mi salud? Los problemas siempre estarán ahí, como no lo aceptes vas a tener un problema grave de por vida y las palabras de autoestima no te servirán de nada. Hace poco conversaba con una amiga de Madrid que siempre se está quejando.

Es una persona que siempre tiene problemas de autoestima y por su actitud siempre los va a tener. Perdió a su novio porque le iba mejor que a ella. Es decir, él triunfa en el mundo de la televisión cobrando algo más de 7000€ mensuales y ella se comenzó a atormentar por su éxito. El éxito de su pareja hizo que terminara rompiendo la relación por qué ella no estaba haciendo nada con su vida y esa envidia le costó la relación.

Ahora como cual zombi anda deprimida y quejándose de todo, en una de estas me dijo que yo siempre alardeaba. ¿Cómo que alardeo? – le pregunté yo. Y ella respondió: «Siempre hablas de las visitas que tiene tu blog». Yo le expliqué mi situación, mi enfermedad, como de grave estaba la cosa y que mi gran sueño era escribir cada día.

De nada sirvió, me sorprendió su crueldad al ignorar totalmente mis problemas y centrarse en que a ella todo le iba mal por qué no tenía trabajo. Era como hablar con un muro, me di cuenta que esa persona era incapaz de ser feliz y jamás lo sería en la vida porqué carecía totalmente de empatía y sería incapaz de valorar lo que tiene al compararse constantemente con los demás.

Es de ser muy tonto comparar constantemente tu vida con otras personas por qué hay 7000 millones de personas en el planeta, siempre habrá personas a las que les vaya mejor que a ti y si eres incapaz de alegrarte por ellos de forma honesta y sincera estás condenado a tener una baja autoestima de por vida. Si no eres capaz de comprender la esencia de la vida ni todas las palabras para el autoestima del mundo surgirán efecto en ti.

Qué un amigo te diga que su situación de salud es grave y llegues a pasártelo por el forro es un indicativo muy grave de que tu cabeza no anda bien. La esencia y la base de la vida está en saber que hay personas que son mejores que tú y tú serás mejores que ellas, pero cada uno en su campo. Una persona puede ser bajita, fea, gorda, guapa, tener un buen trabajo, ser como sea, pero si no aceptas como eres y lo admites siempre vas a tener motivos para ser infeliz.

Realmente en una baja autoestima siempre hay un sentimiento de envidia y maldad hacia los demás. Si hubieras nacido solo en el mundo jamás habrías tenido alta autoestima. Podrías tener bajones por circunstancias ajenas y depresiones pero no sería la autoestima que tú ahora conoces y que la tienes mal por compararte con otros. El compararse con otras personas, verse inferior y sentirse mal siempre crea un sentimiento de resentimiento contra esas personas y esto llámalo como quieras pero es maldad.

Siempre me preguntan cuál es mi secreto para ser tan feliz, tenga salud o no, tenga dinero o viva en la pobreza y yo siempre digo que soy feliz con lo que tenga, me esfuerzo siempre por mejorar y acepto la realidad sea mala o buena y me esfuerzo en mejorarla. Me alegro mucho por las virtudes de los demás y me entristezco cuando les va mal. Esa es la clave para cultivar una alta autoestima a la par de sentirte útil en la sociedad y hacer muchas otras cosas para tener una autoestima de hierro.

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