En el camino a la asertividad que vamos describiendo en nuestra serie de artículos «objetivo asertividad» un paso muy importante es comprender la comunicación. Se trata, por un lado, de entender que la comunicación es vital, es realmente importante en el comportamiento asertivo; y por otro lado, se trata de saber comunicarse de forma correcta.
Hoy vamos a hablar de la comunicación asertiva, entendiendo las dos vertientes que comentaba en el párrafo anterior: la importancia de comunicarse y la importancia de hacerlo bien. Entender todo lo que explicamos es imprescindible, pero además de entenderlo necesitarás paciencia y practica para llevarlo a cabo. Solemos actuar a partir de conductas aprendidas, por tanto va a ser un trabajo de substitución: patrones viejos por patrones nuevos. Lo ideal es que te enfoques en algo cada vez, de modo que centrándote en algo seas mucho más consciente del modo en el que lo haces.
Fija uno a uno tus objetivos y sólo cuando seas capaz de aplicarlo de forma automática y hayas substituido el patrón por uno nuevo, podrás pasar al siguiente. Dicen que los hábitos tardan 21 días en adquirirse, de modo que sería buena idea darte un mes entero para aplicar cada uno de estos objetivos. Combínalos con el resto de cosas que debe hacer una persona asertiva y que te contamos en nuestro curso Cómo ser asertivo.
Nadie va a leer tu mente
La vida no es un juego de adivinanzas, por mucho que algunos crean que los demás tienen la obligación de entenderles como si estuvieran dentro de la cabeza. Tenemos que cambiar el concepto y no dar por hecho que todo el mundo va a saber lo que sientes y lo que piensas. Nadie va a leer tu mente. Esto es así. Cada uno piensa de una forma diferente, por eso muchas veces tenemos discusiones con alguien, malos entendidos y desencuentros. Por eso no todas las personas se caen bien, ni te gusta todo el mundo.
Si entiendes que no puedes gustar a todo el mundo (si no, es algo en lo que tendrás que trabajar) también deberías entender que nadie está en tu cabeza. Nadie sabe lo que piensas y no pueden adivinarlo porque no piensan como tú. Y aunque lo hicieran, no tienen los mismos antecedentes que tú. Tú has vivido tu vida y la otra persona la suya. Aun y pensando igual, lo que te haya podido pasar durante el día o a lo largo de tu vida pueden cambiar un modo de pensar. Cada uno tiene sus pensamientos en función de lo que cree y de las experiencias que ha vivido, por no olvidar el estado anímico.
Así que entiende que la comunicación es imprescindible. Vimos ayer que una de las razones para ser asertivo es poder expresar tus opiniones, sentimientos y emociones. Por fuerza tienes que ser capaz de comunicarlo, de expresarlo en voz alta, de decir lo que piensas, lo que sientes.
Tienes que aprender a comunicarte porque es la única manera de que los demás sepan qué piensas y qué sientes. No des nada por hecho de los demás y no esperen que lo hagan contigo.
Pero no es solo eso, no es que no debes esperar que nadie piense por ti sino que no tienes que permitirlo. Si quieres convertirte en una persona asertiva puede que lo hagas para no sentirte ninguneado, para ser capaz de decir lo que piensas y lo que quieres en cada situación sin que nadie decida por ti.
Cuántas veces has vivido o presenciado una situación en la que alguien pregunta algo y en lugar de contestar la persona interpelada una tercera persona responde por ella. Eso lo hacen mucho los padres cuando los niños son pequeños. Alguien pregunta a pequeño cómo se llama y contesta la madre pretendiendo ayudar al niño a contestar. Seguro que lo has visto mil veces, la madre dice «dile, me llamo Juanito». ¿Verdad?
Pues entre los adultos esto también pasa, cuántas veces la hermana mayor habla en nombre de la pequeña, o el marido por la esposa, o la mujer por el marido. «Estaremos encantados de asistir», «No, mi mujer no quiere vino, gracias». Y puede que realmente la mujer no quiera vino, pero si no es una costumbre, algo habitual o se lo ha dicho antes del ofrecimiento, que el marido conteste por la mujer es un claro abuso, ella no se ha manifestado, por tanto debería preguntarle a ella. Está claro que es un ejemplo complicado ya que en muchas ocasiones la complicidad entre las parejas es tan grande que uno sabe perfectamente lo que piensa el otro. De todos modos a nivel de asertividad, el marido debería dejar que la mujer se expresara.
Otra ocasión en la que alguien piensa y decide por ti es cuando una persona se autoimpone como líder del grupo, y habla en nombre de todos cuando se queja por algo o manifiesta su disconformidad. Puede que realmente sea el líder y su opinión sea la consensuada entre todos pero si no se lo has pedido, ni habéis hablado del tema, no puedes permitir que alguien, para tener más fuerza en sus argumentos, ponga palabras u opiniones en tu boca.
Poder comunicarte y no permitir ni esperar que nadie adivine lo que sientes o lo que piensas es el objetivo a largo plazo. Para ello deberás ir asumiendo pequeños cambios en tu forma de comunicarte que te llevarán a alcanzar el objetivo final: tener una comunicación asertiva que te permita expresar lo que sientes.
De ello hablaremos en el artículo de mañana. Las claves que te ayudarán a que tu comunicación sea asertiva y que exprese tus sentimientos y emociones. Verás como poco a poco lo consigues. Te esperamos mañana en el blog y te recomendamos ampliar los ejercicios con el resto del programa de nuestro audio curso Cómo ser asertivo, en el que podrás ir añadiendo ejercicios a tu ritmo a medida que tengas los cambios asimilados. Suma pequeños objetivos y llegarás al objetivo final, el cambio vale la pena.