Hoy te traigo un nuevo artículo sobre el camino hacia una personalidad más asertiva. ¿Recuerdas que a principio de año iniciábamos nuestro camino hacia el objetivo asertividad? Pues hoy continuamos el ascenso a esta montaña, una vez establecidos los campamentos base y hablaremos de coherencia y persistencia.
Si sientes curiosidad por conocer cuáles han sido las etapas que hasta ahora hemos cubierto, solo tienes que hacer clic en la etiqueta del artículo o aquí mismo: objetivo asertividad. Haz clic y encontrarás todos los artículos que hemos escrito sobre este tema en concreto. Ya sabes que cada artículo tiene una categoría y unas etiquetas, que puedes encontrar al principio y al final de lo que escribimos. Haz clic en la que te interese para poder tener acceso únicamente a los artículos que encajan dentro de esa categoría o esa etiqueta, los encontrarás ordenados del más nuevo al más antiguo. Por supuesto que si buscas algo en concreto en el blog puedes usar el buscador, que encontrarás en forma de lupa un poco más arriba de donde empieza este artículo.
La asertividad es algo de lo que solemos hablar a menudo en este blog puesto que es una de nuestras especialidades. Tenemos un producto específico para ayudarte a cambiar esta forma de ser que no es asertiva, que puede ser agresiva o pasiva según te encuentres en alguno de los dos extremos. La asertividad es el camino intermedio entre estas dos opciones y por tanto el más justo y correcto. Pero va mucho más allá de estar a medio camino entre la agresividad y la pasividad. La asertividad, como te contamos en nuestro audio curso Cómo ser asertivo, consiste en saber respetar las necesidades de los demás sin entrar en problemas con las tuyas propias, se trata de ser un poco egoísta, mucho más de lo que lo son algunos, pero menos de lo que otros. El egoísmo implica luchar por lo que uno quiere y defender sus propios derechos.
La primera persona a la que tiene que defender de los demás es a ti mismo, ya sea a nivel físico o a nivel emocional, si tu no estás bien no podrás defender a otros. Imagina que te atacan y empiezan por ti, para defender a los demás, primero tendrás que librarte tú del atacante. ¿Verdad? Pues esto es lo mismo.
Por esto también es importante ser coherente y persistente. Cuando uno lucha por sus propios derechos la coherencia es muy importante.
En primer lugar porque no puedes exigir para ti algo que no eres capaz de darle a los demás. Si no respetas a los demás, no servirá de nada que exijas tu propio respeto. Alguien a quien no respetas no te va a respetar nunca y los demás no se tomarán en serio tu petición si tu no eres capaz de cumplir con el ejemplo.
La coherencia es un modo de comportarse, siempre tienes que ser coherente con tus creencias, ya sabes aquello de a Dios rogando y con el mazo dando, ¿verdad? Pues esto es justo a lo que me refiero. No puedes predicar una cosa y practicar otra. Por respeto hacia ti mismo y hacia los demás tienes que ser coherente con lo que pides, con lo que exijas y con lo que das.
Pero también es importante la coherencia porque en función de lo que des o no des es lo que recibirás. Y no solo eso, tienes que ser coherente en la aceptación de que los demás no siempre te van a dar lo que tú deseas o necesitas. Si no estás ahí para hacer favores a los demás, por tus motivos personales, que los tendrás, tienes que entender que los demás no estén para ti, y no es nada malo. Simplemente tenemos derecho a decir que no de vez en cuando o a hartarnos de hacer favores que no nos devuelven. Del mismo modo que esperas que se te entienda a ti cuando lo haces, debes entender tú a los demás.
La persistencia, por otro lado, te servirá para no ceder a la presiones, para no rendirte a la primera, para exigir lo que quieres y para luchar hasta que lo consigas. Hay que ser persistente para conseguir ciertas cosas que no se pueden conseguir de forma fácil y para no caer en la tentación de usar la fuerza. No me malinterpretes, no me refiero a entrar en un comercio y conseguir por la fuerza algo que no puedes pagar, me refiero a pegar 4 gritos para que te hagan caso en lugar de decirlo por las buenas las veces que haga falta.
Cuando un tema se nos pone complicado o la otra parte no atiende a razones deberás ser muy persistente para conseguir lo que quieres.
La persistencia es una gran virtud siempre y cuando no te ciegue. A veces tenemos que saber decir basta y no obcecarnos con cosas imposibles de conseguir o que nos alejan de nuestros objetivos.
A veces hay que aprender a dar un rodeo si el muro que pretendemos subir es demasiado alto, apartándonos podemos ver las cosas con perspectiva y quizás encontrar un camino más fácil o más corto.
La persistencia es algo que tienes que tener en cuenta junto al objetivo, el objetivo final es lo que realmente importa, así que los pasos intermedios son los que puedes alterar para llegar a tu destino de igual forma. Lee nuestro artículo sobre el no perder de vista tu objetivo y saber elegir las batallas. Teniendo en cuenta eso, la persistencia es lo que te ayudará a conseguir tu objetivo, la asertividad requiere paciencia y buenas palabras.
Te recomiendo que tengas siempre claro qué es lo que quieres conseguir y que no lo pierdas de vista, la persistencia y la coherencia te ayudarán a ello, recuerda que tu libertad termina donde empieza la de los demás. Si eres coherente tienes en cuenta los derechos ajenos del mismo modo que los propios conseguirás ser asertivo. Te ayudamos a conseguirlo en nuestro audio curso Cómo ser asertivo.