Mystery: El encuentro con la seducción y con Mystery

Escrito por: Yo_mismo (es su nick)

Editado, corregido y maquetado por: Jack The Ripper

El encuentro con la seducción

No se cual ha sido la manera en la que cada uno de los que estamos aquí, se intereso por la seducción: una mala racha, un amigo, un día en una librería. Y es que, una vez que la seducción te pica y te atrae, ya no hay forma de pararlo… Es, como una metástasis casi incurable.

Y lo curioso de todo, es que esta enfermedad avanza tan rápido y consume tanto, que es cuestión de tiempo, que tarde o temprano, te topes con Mystery.

En mi caso, todo comenzó con el método. A través de él, empecé a sentir admiración y respeto por este personaje. Poco a poco, cada enseñanza impartida, se integraba en mi circuito. Llegando un punto, que si él hubiera dicho que el cielo es rojo, yo me lo hubiera creído.

Exageraciones a un lado, cierto día, descubrí que había hecho un programa: Pick Up Artist. Un programa en el que chavales fracasados en su vida sexual y amorosa, podían llegar a convertirse en auténticos maestros de la seducción. (Nota de Jack: Se supo ya hace tiempo que todo era un montaje y que los participantes eran actores. La información está en inglés por todo internet. Solo hace falta buscar Pick Up Artis VH! Fake)

Había todas las personalidades y para todos los gustos: el tímido, el gordito simpático, el empollón, el trepa, el soso, el deportista, el amanerado, el cuarentón… Los miraba, y no podía menos que reírme: sus dudas, sus aproximaciones, incluso cuando aprendían a besar chupando un melocotón.

Mystery: Mi envidia

Me reía, pero yo en mi interior sabia, aunque no quería reconocerlo, que yo era igual de torpe que ellos… y en parte…me odiaba. Y entonces observaba a Mystery, y lo envidiaba, en mi fuero interno deseaba ser él y hubiera dado cualquier cosa por lograrlo. Y como muchos de lo que estamos aquí, le imitaba.

Hacia lo que el decía y me lo creía. Imitaba su forma de vestir, sus gestos. Estudiaba su forma de hablar y de mirar, e intentaba integrarlo… Veía sus monstruosos dos metros, recordándome al espantapájaros de la película de dibujos Robin Hood, y los envidiaba….. Nunca me había gustado ser tan alto, incluso hubiera jurado que medir tanto sería motivo de risa, pero entonces, lo miraba a él y me parecía que ser alto era una bendición.

Valórate primero a ti mismo

Hasta que un día me di cuenta de mi equivocación. Puede que yo nunca llegue a ser un maestro de la seducción. No tengo la fuerza de voluntad que tienen muchas personas que lo han logrado. Puede que yo no tenga a una chica con solo chasquear los dedos. Pero, si cuando leáis esto, alguno de vosotros se siente identificado, recordar que cuando envidiamos a estas personas: Mystery, Style, Juggler… perdemos el respeto que nos merecemos.

Abogo por mejorar cada día… llegar a ser cada vez mejor… pero sin olvidar, que incluso en nuestra versión más primitiva somos valiosísimos. No ser un maestro de la seducción no nos hace ser peores. Valemos muchísimo, y en muchos facetas somos mejores que muchos gurús. Y eso no se puede olvidar.

Muchos esperabais que hablara del programa. Y la verdad es que, recomiendo no verlo. No porque vaya en contra de Mystery, sino porque no aporta nada que un manual de seducción de nivel medio no te vaya a enseñar.

Además, dudo un poco de si la gente que había eran actores o no, y… porque, si el ganador se lo estuvo currando durante diez semanas con la ayuda de tres gurús, y lo máximo que consiguió fue un teléfono y un beso (con la colaboración de Mystery), creo que cualquiera de nosotros podría ser nombrado ganador del programa, incluso sin acudir.