La amabilidad suele confundirse con la adulación, y existen personas que tratan de sacar provecho de esta situación. Cuando tratas de agrada a alguien que no lo merece, estas atrayendo a tu vida una relación toxica, que luego interferirá en tus decisiones dificultando el desarrollo normal de tus actividades.
Lo ideal seria que los demás te traten como tú los tratas, para que se logre un equilibrio entre las partes y se pueda decidir las ventajas que pueda tener una amistad o una relación. La excesiva amabilidad, atrae peligros inminentes a tu vida, por lo que debes seleccionar a las personas para poder decidir a quién dejas entrar en tu parte afectiva.
La amabilidad se usa como una estrategia para agradar a los demás, el aprecio debe ser mutuo y darse de manera natural, para que los sentimientos sean verdaderos y existan relaciones que perduren con el tiempo.
El respeto es primordial para tener cualquier tipo de relación. Puedes apreciar a alguien enormemente, pero este sentimiento debe ir acompañado de una dosis enorme de cariño, que te presten atención, para que puedas lograr imponer tus criterios y desarrollar tus méritos. El respeto ganado, aumenta considerablemente tu autoestima y consolida cualquier sentimiento.
La verdad conserva los afectos
Las personas necesitan del afecto de los demás, pero estos deben ser claros, transparentes y que no estén sujetos a ninguna condición. La verdad es atrayente y consolida cualquier situación, atrae las oportunidades y el interés de los demás, consolidando el respeto que mereces en la relación.
La amistad y el respeto deben caminar por el mismo sendero. Tienes la responsabilidad de exigir que te traten bien, propiciar las mejores relaciones en tu vida, que te sean agradables todo el tiempo. Buscar las mejores oportunidades y luchar por lo que quieres, debe convertirse en tu norte, para lograr un mejor desempeño en tu vida afectiva.
El temor de no ser aceptado por lo demás te hace adulador y anula las oportunidades de que te conozcan por tus propios méritos y seas un verdadero triunfador. Reconoce tus propios logros y lograrás aumentar tu autoestima.
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