Guía para compartir piso – Parte IV – Introduciéndonos en la convivencia con los otros compañeros

Foto extraida de Ana Maria Santeiro

Una vez superadas las partes un poco engorronas de buscar piso y en ocasiones hacer el paripé para que nos cojan es hora de empezar la convivencia con los demás compañeros.

Aquí puedes encontrarte de todo, lo peor que me he encontrado yo ha sido un chico gay, retraído y reprimido que esquivaba todo tipo de contacto verbal y no verbal. Y no solo eso, sino que era increíblemente maniático e irrespetuoso. Era una especie de combo anti vida humana. Esto sin añadir su filosofía de: «todo llega por casualidad» que era desesperante para alguien como yo que está vivo por creer que «tú eres el que controla el mundo y no al revés».

El entrar a convivir es una etapa bien difícil y depende mucho de quién halla en el piso. Si son estudiantes será fácil, si son 2 familias será diferente. Aquí voy a dar una fórmula general tanto para los casos más difíciles cómo para los más fáciles. Sin embargo está más orientada a los casos difíciles o que más cuesta hacer convivencia.

Cena y come cuando haya gente

Es muy tentador esperar salir a comer/cenar cuando no haya nadie en el piso, así te ahorras muchos momentos de vergüenza. Sin embargo he podido comprobar a lo largo de los años que es una mala solución. Y no es porque sea culpa tuya, sino de las personas.

La gente si no conoce a alguien lo tienen cómo un extraño y sin respeto. Un compañero de piso con el que no te hablas, no entiende que tú eres su compañero de piso y que tienes los mismos derechos que él. En ocasiones te verá como un desconocido que entra sin permiso en su casa, le mueve la toalla del aseo… Eso puede ocurrir con muchas personas y lo mejor es entablar un poco de amistad.

Para eso tan solo tienes que comer/cenar junto a tus compañeros. Da igual que no hables, ya iréis hablando poco a poco y cada vez conociéndoos más. Pero está claro que si no te los encuentras no hablarás con ellos.

Sé que es algo difícil según las personas y cuantos sean pero debes empezar por aquí para entablar una amistad que evitará que te cojan manía, no te tengan respeto…

Y cómo he dicho, no es culpa tuya, es suya, pero debes ser lo suficientemente inteligente cómo para saber cómo tratarlos y que hay que darles.

Pregunta sobre todo lo qué no sepas

Un gran error puede ser entrar en un piso y asumir que se cocina con «x» cosas, que los vasos son comunes, que en la nevera puedes poner las cosas en «x» hueco…

Lo que tienes que hacer es preguntar. Las personas tienen muchas manías, prejuicios… Por timidez seguramente no te lo dirán pero irán acumulando odio contra ti por tonterías tan grandes como que pongas el pescado encima de la carne en el congelador. Además preguntar sobre todo es una buena forma para empezar a entablar breves conversaciones.

Hay personas muy sosas en el mundo y anti-sociables pero al final hasta con esas personas se puede hablar.

Utiliza ganchos conversacionales

Este es el recurso más utilizado por gente sociable y se trata de ver los gustos, aficiones y hobbies de las demás y utilizarlos para generar conversación.

En una ocasión vi una compañera de piso leyendo un libro en el comedor. Eran sobre las 10 de la noche. Yo pensé que esa hora era poco común leer en el comedor y si lo hacía era porque disfrutaba más leyendo que viendo la televisión y hacerlo delante de todo el mundo indicaba que le encantaba leer.

Así que cuando entró en la cocina le pregunté si le gustaba leer y que yo escribía muchas veces. Así se generó una buena charla por más de 5 minutos. Probablemente en esos 5 minutos ella decidió que yo era un buen chico y le caía bien, cosa que no habría creído si me hubiera limitado a estar callado y soso mientras fregaba los platos.

Ofrécete a ayudar con algo de la casa

Si eres fontanero, electricista, entiendes de ordenadores… ofrécete a ayudar y arreglar aquello que va mal si sabes hacerlo.  Con esto favorecerás la charla con los habitantes de la casa mientras estás haciendo eso y establecerás vínculos. Piensa que es una muy buena herramienta para hacer amistad.

Comparte aficiones como ver la televisión

Casi todas las personas de este planeta se sientan horas y horas en el sofá viendo sus programas favoritos. Ver tu programa favorito te hace estar ilusionado y de muy buen humor, psicológicamente las personas que tengas al lado mientras hagas eso te caerán bien y se les asociarán algunas emociones de tu programa favorito.

Por lo tanto, para establecer respeto hacia ti y amistad con la otra persona (aunque no hables) basta con compartir su momento de ver la televisión.

Puedes hacerlo mientras cenas. No comas tan rápido y te vuelvas a tu habitación sino que come lento y ve la televisión cómo hacen los demás, simplemente  para establecer vínculos.

Resumen: Inicarte como compañero de piso

Iniciarte como compañero de piso puede dar mucha vergüenza y ser dificultoso. Además te encontrarás con gente que no te tenderá ni siquiera 1 milímetro la mano para favorecer la convivencia, sea cual sea el motivo es tu deber ir iniciando breves contactos y lazos afectivos para que no te pase factura en posteriores momentos.

5 minutos al día son  1825 minutos al año que se convierten en una amistad. 0 minutos al día se convierten en 0 minutos al año transformados en rencores, manías y envidias absurdas que originarán enfrentamientos con tus compañeros de piso.