El problema de muchos maestros: Su ego

Como bien sabemos la cualidad más común del hombre es su ego. En los tiempo que salía a sargear siempre te encontrabas el típico novato que empezaba a explicarte cosas y decirte: «¡No hagas esto!«, «¡No hagas aquello!«, te daban consejos cuando no los pedías. ¿Y lo más bueno? Qué ellos ni siquiera abordaban.

El problema de muchos maestros

El problema de muchos maestros es que se creen dioses, perfectos o al menos intentan aparentar eso a todo el mundo. Si a un maestro le preguntas algo que no sabe, no ha vivido o no te puede contestar con exactitud lo que hará es contestarte. ¿Por qué? Porque así su ego se llena a tu costa.

El tío no tiene ni puta idea de que te está contestando pero lo hace porque tiene un EGO como un camión que mantener, por su orgullo, por quedar bien…

Algunos maestros no suelen ser humildes

No tienen la humildad de decirte: «mira, no te puedo contestar a eso porque no lo domino». A mí, siempre que me han hecho una pregunta y no podía ayudar o no sabía la respuesta lo que he hecho es decir: «no te puedo ayudar en esto, pero «x» si que puede«.
Es odioso ver como un maestro no tiene ni idea y cuando le hacen esa pregunta te mira a ti como diciendo: «¿Y ahora que le digo yo a este tío?«.

En esas ocasiones yo miro al maestro con una mezcla de desprecio e indiferencia y pienso: «no voy a ir nunca más a una clase tuya«, lo segundo que pienso es: «Dile que no puedes responderle porque no dominas ese tema«.

Pero que va, el maestro empieza a contestar y a hacerse el profesional cuando no tiene ni puta idea

Los que se hacen pasar por maestros

Hay gente muy incrédula qué se hace pasar por maestro y ni a eso llegan. ¿Cuando alguien no es un maestro? Pues si yo te enseño PNL y no tengo ni puta idea de PNL o no la aplico en nada en mi vida porque creo que es una farsa o porque no soy lo suficiente hábil, lo que soy es un farsante, no un maestro.

Un crítico de cine, si él critica películas y cuando tu le criticas a él se enfada, eso no es un crítico de cine para nada. Para ser maestro no hace falta ser perfecto en la materia pero si dominarla por lo menos. Muchos maestros, en psicología, seducción… te empiezan a dar consejos de cómo tratar a una mujer y ellos delante de sus novias son unos auténticos calzonazos. O sea, te dicen como se tiene que tratar a una mujer o estar bien con ella y luego los ves como auténticos calzonazos.

En situaciones así te puedes sentir realmente estafado. Por ejemplo, el típico maestro de Karate que dice una y otra vez: «no hay que usar el karate nunca para luchar fuera del gimnasio«. Luego un tío le insulta por la calle y el maestro de karate le da una paliza. ¿Eso es un maestro?

Un maestro cómo mínimo tiene que dar algo de ejemplo en la materia que da, y si no, pues que sea humilde y diga: «mira, yo os puedo hacer de maestro hasta cierto punto, más no»

Los maestros no aceptan las críticas

Eh aquí el pilar de Aquiles de todos los maestros o los que se hacen pasar por maestros. Todos conocemos al vendemotos, ¿verdad? En una ocasión salió con un amigo mío y el maestro la cagó dejando en ridículo a mi amigo. Pues bien, este se lo dijo y el «maestro» en vez de decir: «perdón, culpa mía» o algo así lo que hizo fue justificarse una y otra vez hasta tal punto que se enfadó solo y le dijo: «mira, aquí el maestro soy yo, si quieres que te diga lo que has hecho tú mal, me pagas«.

Es decir, el maestro dejó en ridículo a mi amigo y encima le dijo que lo había hecho él mal y que tenía que pagarle si quería la respuesta de porque mi amigo había fallado (cuando había sido él)

¿No aceptas las críticas? ¿Y eres un maestro? Un maestro es maestro porque se supone que ha avanzado en los caminos de su vida una y otra vez, porque ha sabido rectificar, tiene experiencia, es observador…

Si un maestro no acepta críticas no es un maestro, es un copy & paste más como tantos otros que hay en el mundo. Son personas que critican, pero no admiten críticas. ¿no es irónico?

Un maestro te dice: «haz esto» y si no les haces caso se cabrean un montón cuando ellos no han hecho caso nunca de los consejos de los demás, ni en un 1%.