El líder simpático

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¿Se puede ser simpático y ser un buen líder? ¿Es cierto que un líder siempre tiene que ser autoritario y distante? ¿No sería posible cambiar la forma de tratarnos unos a otros y convertir los lugares de trabajo en algo más agradable? Hay muchas empresas, las más jóvenes y que han crecido rápidamente, que promueven este tipo de ambiente laboral y no parece que les vaya mal. El tiempo dirá si han conseguido mantener el éxito y han podido crecer funcionando de este modo o han tenido que volver a las distribuciones más clásicas. Pero de momento podemos creer que a alto nivel puedes ser un buen líder siendo simpático.

A más bajos niveles lo veo mucho más fácil, en una empresa o en cualquier grupo de gente que necesite un líder, el que sea simpático es un punto a favor de la persona que va a dirigir el grupo. Lo dirigirá por sus dotes de mando, sus conocimientos, o su carisma, pero acabará de encajar y será querido por todos gracias a su simpatía y a su buen hacer. De nada sirve ser un líder si nadie te respeta, creo yo.

Está claro hoy en día que ser un líder autoritario de los que persigue a sus subordinados causa una gran tensión y mucho estrés. No vale la pena conseguir que la gente trabaje con angustia, la presión sirve para sacar lo mejor de algunas personas pero trabajar bajo presión puede significar contra el reloj, contra un gran competidor o contra algo que motive, no hacen falta gritos, ni insultos y mucho menos amenazas. Al final lo que consigue este tipo de líderes es que la gente no tenga ganas de ir a trabajar y que no den más de lo absolutamente necesario. Sí, como se les exige mucho darán mucho, pero cuando se necesite que haya un apoyo real, un favor personal, un aprecio no estará y al final el líder estará solo. Ser un buen líder es algo que se puede aprender, nosotros te enseñamos cómo hacerlo en nuestro vídeo curso Cómo liderar, liderazgo carismático.

Qué hace un buen líder para caer simpático

Ya pasó a la historia el líder autoritario y sin escrúpulos que no dudaba ante las decisiones complicadas. El que no tenía sentimientos.
La gente, aunque haga cuatro días se pensaba lo contrario, ya no busca eso. Buscan, efectivamente, personas que son capaces de tomar la mejor decisión, pero no buscan a alguien a quien no le tiemble el pulso sino que quieren a alguien con humanidad y capacidad de tomar la mejor decisión. Probablemente tomará muchas decisiones igual que el líder autoritario, pero muchas otras, gracias a su capacidad de empatía, serán diferentes. Además, no solo tomará las decisiones con leves diferencias sino que las transmitirá con otros modos. Aquí es donde existe la gran diferencia.

Son cercanos

Puedes hablar con ellos, mirarles a la cara, no hace falta que hables con su secretaria para que le pase el mensaje. Puedes ir tú directamente y comentar lo que necesites.

Piensan bien

Son personas positivas que buscan lo mejor de cada uno y saben encontrar lo mejor en cada situación. Eso no solo se nota por su modo de gestionar equipos sino por la forma de transmitir la información ya que serán capaces de contagiar su entusiasmo a los demás.

Usan las emociones

Son personas que hacen sentir bien a la persona con la que hablan, la típica persona que aunque solo te dedique cinco minutos te hace sentir importante y te deja la sensación de que te ha dedicado mucho tiempo, que solo estaba por ti. Saben usar las emociones para establecer relaciones personales.

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Comparten

Son de los que no se guardan la información, cuánto más sepan sus empleados mejor, son de los que comparten lo que tienen y los que consideran que el éxito es cosa de todos y el fracaso algo propio.

Son íntegros

Si caen bien es porque no van con segundas, no ves intenciones ocultas detrás de ellos, ves que lo que dicen es lo que van a hacer. No se van a vender. No te van a dejar tirado. El líder autoritario, aquel que siempre hace lo que hay que hacer, lo hará por el bien de una misión o de una empresa, pero sacrificará todo lo que necesite sacrificar. El líder simpático basa su éxito en las personas, son íntegros, nunca te dejarían tirado. Tu confianza en ellos se basa en eso y no la pueden traicionar.

Huyen de la arrogancia

Tu éxito es suyo, se sienten satisfechos al hacer bien su trabajo, pero no querrán ser los protagonistas de tu éxito, eso es algo que se siente y se celebra en privado. Además no son arrogantes en su trato con los demás. No son de los de “te lo dije”.

Conocen a las personas

Por eso pueden usar las emociones y tener este tipo de relaciones personales. A un líder simpático se le da bien saber qué piensa la gente y qué tipo de persona es. No le puedes engañar.

Saben reconocer el talento

Y no lo temen. Al contrario, tal como hemos dicho reconocen que su éxito es conseguir que los demás tengan éxito. No quieren que recaiga sobre ellos sino ser capaces de encontrar a las mejores personas para hacer un trabajo, en eso consiste ser un buen líder, en saber reconocer al mejor para cada cosas, rodearse de los mejores y que quiero venir a trabajar contigo y conseguir entre todos los mejores resultados.

Un buen líder, bajo mi punto de vista, tiene que ser simpático, caer bien y contar con estas cualidades que he comentado en este artículo y que puedes aprender en este blog a través de nuestros cursos. El primero que te recomiendo es sobre cómo aprender a ser carismático, algo que sin duda le hace falta a un líder, después puedes mejorar tus conocimientos de lenguaje corporal para interpretar a la perfección a las otras personas. Pero como decía empieza por este: Cómo liderar, liderazgo carismático.

 

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