Consejos para ser más feliz

Qué fácil es dar consejos para ser feliz a los demás, ¿verdad? pero qué difícil es aplicárselos a uno mismo cuando las cosas no están bien. Todos tenemos problemas. Y todos pasamos por momentos «de bajón» en los que necesitamos reafirmar muchas cosas, empezando por nuestras creencias o lo que pensamos sobre nosotros mismos. No creo que haya nadie en este mundo que cuando le salen las cosas mal siempre lo encare de forma positiva. Muchas veces nos pasan cosas malas que son injustas y que no entendemos. Dejando de lado las desgracias, que a todos nos pasan pero es cierto que hay personas que parece que sólo han venido a sufrir, a todos nos pasan cosas que nos hacen daño, aunque a otros les parezcan tonterías y no siempre tenemos la moral suficientemente alta como para tomárnoslo de la mejor manera posible.

Aún y así hay modos en los que puedes prepararte para cuando llegan esos reveses que a todos nos da la vida, y que ayudarán a que cuando eso pase sea lo más leve posible, sepas encajarlo lo mejor posible en el menor tiempo que puedas. Que puede que a la primera te siente mal… pero la gracia de todo esto es aprender a levantarte solo, lamer tus propias heridas y poder empezar de nuevo sin la ayuda de nadie. No es fácil, mucha gente necesita de los demás para superar las cosas y lo que tendríamos que hacer todos es entender y aprender que aquí estamos solos y que sólo depende de nosotros la forma en la que nos tomemos la vida.

Como decía no hay recetas mágicas pero hay modos de aprender a gestionar nuestras emociones y lugares a los que mirar cuando sintamos que no tenemos donde agarrarnos. Lo importante es entender qué es lo que tienes que ver para que lo puedas ver. Por ello te recomiendo nuestro libro Cómo ser feliz y disfrutar de la vida, en el que te enseñaremos donde mirar, en qué fijarte para ver las partes positivas de la vida y poder salir solo y airoso de todos los baches con los que te encuentres.

Todos tenemos cosas buenas en la vida. Si no, dejar de vivir sería una solución para muchos y no lo es. Aunque a muchos alguna vez de les haya pasado por la cabeza pensar que no tienen motivos para vivir ya que no son felices la felicidad no es lo que buscamos en la vida. Como seres humanos estamos diseñados para sobrevivir, para luchar por nuestra vida siempre, en todas las circunstancias. Por eso continuamos adelante aunque muchas veces nos parezca imposible. La felicidad es lo que buscamos, lo que creemos que dará sentido a toda nuestra existencia. Supongo que algo de cierto tiene esta afirmación, pero no creo que la felicidad sea lo que muchos piensan.

La mayoría de personas cree que la felicidad es algo que te cambia la vida. Algo que cuando la consigues hará «bum» y ya nada volverá a ser como antes sino que será maravilloso y bonito. Y no, no es así. En caso de que fuera así no sentiríamos que todo es maravilloso y bonito sino que viviríamos preocupados de no perder eso que nos está haciendo tan felices y ya tendríamos el primer síntoma de infelicidad: la preocupación.

Creo que la felicidad está sobrevalorada. Que todos esperamos que nos cambie la vida y que seamos tan conscientes de ello, ¡ya está! Ha llegado! ya la hemos encontrado! Pero lo más probable es que encuentres la felicidad en pequeñas cosas que te hacen feliz únicamente a ti y que si no pudieras tener o no pudieras hacer no serías tú.

Por ejemplo, imagina al Quijote. Él enloqueció leyendo libros de aventuras. Era lo que más feliz le hacía del mundo. Quien dice libros de caballerías, dice videojuegos o series de la HBO el caso es que hoy en día muchos de nosotros tenemos una pasión por la que podríamos enloquecer si nos dejaran. Si nos permitieran pasar todo el tiempo del mundo haciendo algo. Obviamente no lo hacemos porque tenemos otras obligaciones. Pero imagínate que estás triste y deprimido porque has perdido a tu mejor amigo, se ha enfadado contigo y no sabes sus razones pero hace días que estás fuera de su vida y parece definitivo. Puedes optar por sentirte triste, por estar enfadado contigo mismo por hacer algo mal, aunque no sepas qué ha pasado ni qué has hecho.

Puedes llorar pensando en lo que has perdido y en lo que ya no volverás a pasar junto a él, echándole de menos y creyendo que no vas a tener ningún nuevo amigo, que nadie te quiere y un montón de cosas feas. Pero también puedes desahogate y ver la parte buena, aprovechar para hacer algo que hace tiempo que no hacías. Que te gusta un videojuego? Estrénalo, dedícate a pasar todas sus pantallas. Si eres un fanático de la programación ahora podrás pasar horas frente a la pantalla. Si te gusta hacer deporte podrás ir a entrenar sin miedo a que tus amigos se enfaden o a perderte algo interesante. No se puede tener todo en esta vida y en el fondo se trata de saber disfrutar de lo que tenemos.

Puede parecer que sea poco pero seguro que tienes una forma positiva de verlo y buscando un poco y dándole una vuelta la puedes encontrar.

La vida es habitual que venta llena de reveses, pasarás épocas en las que no harás otra cosa que mirar tu pantalla o salir a correr solo mientras que en otras, sin que te des cuenta, estarás rodeado de gente y no tendrás tiempo para tus pequeños vicios o pasiones. Así que te recomiendo que aproveches hoy, que no pierdas el tiempo llorando ni intentando entender lo que no puedes entender. A veces podemos aceptar las cosas sin entenderlas y simplemente pasar a otra cosa.

Es cierto que, con el ejemplo de perder a tu amigo, es duro lo que vas a pasar pero te tienes a ti mismo y tienes a la persona que más te quiere y que mejor te conoce. Aprovecha para hacer cosas por ti mismo, pasa tiempo solo y recupérate poco a poco, sin exigirte demasiado pero sin hundirte pensando cosas negativas. Simplemente haz algo que te apetezca y que te guste, la vida es eso, y la felicidad la encontrarás en estas pequeñas cosas. Un libro, una peli, una serie de la HBO.

Busca tus propios proyectos y aficiones y aprende a disfrutar de las pequeñas cosas que nos ofrece la vida. Si sabes a donde mirar cuando no estás bien podrás enfocar mejor la salida. Siempre hay luz al final del tunel, sólo hace falta andar en la dirección correcta. Te contamos cuál es en nuestro libro Cómo ser feliz y disfrutar de la vida.