Todos, por lo menos en alguna ocasión, discutimos con nuestra pareja. Para muchas parejas saber discutir es la clave de su éxito. Y por saber discutir me refiero a poder intercambiar opiniones sobre cosas en las que no se está de acuerdo, no se piensa igual o cosas que nos molestan del otro. Saber discutir es muy diferente a callarte para evitar las discusiones aunque siempre es mejor callar unos segundos o dejar pasar un tiempo antes de sacar el tema que ponerse a discutir si no somos capaces de controlarnos. Muchas parejas creen que tienen que discutir los problemas en el momento en que ocurren las cosas y eso les lleva a menudo a hacerlo en caliente, a tener prisa por ganar o a no poder dedicar el tiempo que la situación merece.
Insisto en que aprender a discutir no tiene nada que ver con callar y tragarnos todo lo que diríamos sino a usar una serie de normas para poder hacerlo de forma controlada y lo más constructiva posible.
Está bien tomarse un tiempo para decidir cómo sacamos el tema que nos preocupa. Al tomarnos este tiempo pensaremos qué decimos y cómo lo hacemos, además de intentar buscar la causa del problema, no el problema en sí sino qué es lo que hay detrás de eso. Si nuestra pareja ha olvidado algo que le hemos dicho puede que el motivo de la discusión sea que no sientes que te preste la suficiente atención más que el olvido en sí mismo. Así que deberás decirle que te gustaría que te prestara más atención, poniendo como ejemplo lo que ha ocurrido y te ha molestado. Si sólo te quejas de lo superficial no podrás ir a la raíz del problema y si lo haces en plena discusión te dirá que estás añadiendo cosas, hablando de otras que no tocan o que aprovechas la ocasión para echarle todo en cara. Así que elige bien cuáles van a ser los términos de la discusión, es decir tu queja.
Una vez has elegido tu queja plantéate que hay muchas maneras de expresarla. Si inicias la discusión gritando es obvio que te vas a encontrar rechazo y una persona a la defensiva. Hay modos de demostrar que apoyas a tu pareja, si te molesta que te haya gritado por levantarte tarde puedes ir y decirle «perdona por haberme dormido, dime en qué puedo ayudarte» para después añadir «tienes razón en lo que dices, pero te agradecería que no me lo dijeras gritando». De este modo es altamente probable que evites una discusión con tu pareja. Si por el contrario, tu pareja está de mal humor porque te has dormido y tú de mal humor porque te ha gritado, ambos tendréis la sensación de que tenéis la razón en la discusión y no cederéis lo más mínimo.
Por tanto el siguiente consejo es cuando se quejen enfrenta las discusiones aceptando lo que dicen de verdad y añade después lo que quieras. Cuando ambos quieren ganar la discusión son incapaces de aceptar que el otro pueda tener razón. Dar la razón en algo concreto es demostrar responsabilidad y madurez, no tiene nada que ver con ganar o perder la discusión. La discusión se gana o se pierde en función de los acuerdos a los que se lleguen, no de quién tenga la sensación al fina de que tenía más razón.
El problema es que muchas parejas discuten y lo pueden hacer durante mucho rato sin llegar a acuerdos, simplemente luchando por ser el o ella el que tiene razón. Muchas personas no aceptan que nadie les diga que hacen cosas mal, incluida su pareja. El hecho de que tu pareja tenga una queja no implica que no te quiera ni que vaya a dejarte ni siquiera que piense que todo lo haces mal. Tiene una queja puntual que si eres capaz de solucionar probablemente la hará feliz y verá cuánto quieres a esa persona.
De eso tratan las discusiones de llegar a acuerdos. Mi consejo es que si sabes que no vas a poder llegar a un acuerdo evites esa discusión, plantéala en términos en los que se pueda llegar a un acuerdo.
Por ejemplo, imaginemos que una pareja discute porque él no soporta a la madre de ella, quien por cierto se portó fatal con él y le hizo mucho daño. Ella lo sabe pero es su madre y no puede dejar de verla. Esta pareja no pueden discutir más sobre si ella puede o no puede ver a su madre. Tal vez él lo que debería hacer es proponer que cuando la vea no lo haga en casa y trate de que ellos no coincidan. Es una forma de llega a un acuerdo que podría habérseles ocurrido al discutir por la suegra pero que puede que con el ánimo de cada uno de ellos por ganar la discusión no se les viniera a la cabeza, es más inteligente plantear la discusión desde otro punto de vista y ver si por ese otro camino se puede llegar a un acuerdo. Busca soluciones y propónlas antes de empezar a discutir.
Si siempre discutís por lo mismo piensa en soluciones que puedas aportar y en cosas que puedas poner de tu parte para solucionar el problema. No exijas si no eres capaz de dar.
En la relación de pareja lo que hay que mantener a salvo es la salud de la pareja no el ego de cada uno así que trata de mantenerlo bien alejado a la hora de discutir, es un mal asesor en estos casos. No trates de ganar siempre sino que deberás intentar buscar la felicidad de la pareja, el punto en el que tanto tú como la otra persona estéis a gusto. A veces se trata de ceder y otras de reconocer que no somos perfectos, pero eso no significa, y no te lo quites de la cabeza, que tener un defecto implique no tener nada bueno ni que a tu pareja no le guste nada de ti. Todos tenemos cosas a mejorar por tanto, buscar lo mejor para nuestra pareja es una oportunidad de crecer como persona.
exelente refleccion me ayudara mucho
Muy buen tema
Muy bueno, es como si supieran lo que necesitaba, discutir con mi esposo no es muy agradable, yo propongo ideas para llegar a un acuerdo pero él solo ignora o intenta escapar.
Yo no se que hacer,el me grita y yo grito .Y me desespero
Cuando tienes un marido que sólo quiere ir al bar unas tres horas diarias y por supuesto tu tienes vetado aparecer por allí esto de lunes a lunes . Y por supuesto la mayoría de las veces llega pasado de vueltas tarde para la cena y yo cansada de todo el trabajo . Crees sinceramente que esto tiene arreglo