Veíamos la semana pasada el estilo de liderazgo llamado liberal, pero también conocido como Liderar con las riendas sueltas. En ese artículo comentábamos un poco por encima en qué consiste ser un líder autoritario, así que hoy quiero hablar más sobre este tema y aclarar algunos conceptos.
Sobre liderazgo decirte que se puede aprender, que se puede mejorar y ganar con la práctica y sobre todo con la seguridad en uno mismo. Un buen líder debe tener una serie de cosas, entre ellas confianza, autoestima y carisma. Si estás leyendo esto, interesado en el liderazgo autoritario puede que sea porque crees que no eres un buen líder y quieras aplicar mano más dura con tus subordinados.
Convertirte en un líder autoritario no tiene necesariamente que ser la solución, aunque hay determinados grupos de personas que solo funcionan con este tipo de líder. Lo que te recomiendo es que repases los fundamentos del liderazgo y refuerces tu carisma para poder analizar con mayor seguridad si el problema lo tienes tú o el grupo con el que lidias. Para mejorar tus habilidades como líder o incluso para empezar de cero si quieres transformarte te recomiendo nuestro vídeo curso Cómo liderar, liderazgo carismático, que resolverá todas tus dudas y te enseñará a ser el líder que quieres ser, siempre acorde con tu manera de ser y de pensar.
Ser un líder autocrático
Significa ser un líder que da órdenes y no escucha sugerencias. Es un tipo de liderazgo que genera mucha presión a las personas que son sometidas a él y con el que ganarse el respeto no es algo fácil. Te temerán pero no te respetarán.
No obstante hay momentos en los que te encuentras con un grupo ya formado, que se topa con un líder que no es el que esperaban y que se ponen totalmente en contra de él sin darle la oportunidad de darse a conocer. Optar por un liderazgo autoritario en estos momentos puede ser útil, dejas claro quien manda y cuando la situación está controlada puedes empezar a cambiar tu forma de relacionarte con ellos para usar una mucho menos autoritaria y poder pasar a ser un líder participativo.
Hay casos en los que el líder tiene tanta presión sobre él que no puede permitirse el lujo de ser participativo y tiene que actuar como un líder autoritario. La flexibilidad es algo importante y aunque seas un líder autoritario no deberías perderla de vista. Puedes ser autoritario o tajante en tus plazos de entrega pero permitir a tus trabajadores que tengan algo de iniciativa propia. Deberás saber diferenciar entre cada persona ya que no todo el mundo está preparado psicológicamente para aceptar a un líder autoritario o a uno que no lo sea. Es decir, con cada tipo de persona necesitarás ejercer la autoridad como mejor le funcione.
Con unos podrás ser muy liberal, como veíamos en el artículo de ayer pero con otros necesitarás ser muy autoritario y darles las cosas hechas.
Ser un lider autoritario implica decir qué, cómo y cuando. Si lo que quieres es que tomen sus propias decisiones díselo también. Pero sin malas formas, no es cuestión de decir «búscate la vida, a mi me importan solo los resultados» eso no es ser un buen líder, al contrario.
O les dices me haces esto de tal manera para tal fecha o les pides que te traigan un resultado tal día, y de ellos dependerá cómo hacerlo. Tú debes saber qué tipo de recursos tiene cada empleado y aprender a motivarles. Puede que si siempre han recibido órdenes de un líder autoritario ahora no sepan entender las ordenes de un líder liberal así que puedes hacer el paso intermedio y convertirte en un líder participativo para mostrar el camino a tus empleados y darte a conocer mejor.
Bajo mi punto de vista lo más justo para todos es tener un jefe liberal, que sepa motivar a los trabajadores pero que les de libertad para encontrar la mejor manera de hacer las cosas. De este modo el jefe no tiene que perder el tiempo en procesos y puede destinar esfuerzos a otras cosas como analizar resultados. De todos modos un buen jefe es aquel que conoce los procesos y sabe valorarlos, un buen líder es aquel que escucha a sus subalternos y les proporciona lo que necesitan.
Si no pierdes tiempo participando y actúas como un líder autoritario o liberal podrás atender mejor a tus trabajadores ya que dispondrás de más tiempo para hacer las cosas.
Pero como decía al principio ser un líder autoritario te puede ayudar a controlar mejor una situación que se ha salido de madre, siendo este tipo de líder conseguirás que todos los trabajadores vayan a la una, que tengan un mismo objetivo y podrás supervisarlo de cerca. El control no se pierde fácilmente si supervisas todo bien de cerca. Si te limitas a dar órdenes y a olvidarte del proceso hasta que llega el día que tienes que mostrar resultados no vas a conseguir tus objetivos.
Para conseguir los objetivos marcados debes asegurarte que el proceso es correcto supervisando a cada uno de los trabajadores y sus procesos. Si el control lo llevas a cabo demasiado tarde es posible que ya no tengas tiempo para corregirlo y además de una pérdida de tiempo te puede suponer una pérdida de dinero.
Así pues si te estás planteando qué tipo de líder quieres ser tendrás que conocerte bien antes, estudiar los distintos tipos de liderazgo y pensar cuál se adapta mejor a tu forma de ser. Por supuesto que necesitarás formación específica en liderazgo, no te creas que necesitas ir a una escuela de negocios o algo parecido. Ser líder es una actitud frente a la vida. Puedes ser el líder de tu grupo de amigos, liderar a tu familia con buen ojo o liderar a los compañeros en la oficina. No necesariamente tienes que ser jefe para ser líder. Así que si practicas un deporte de equipo o si necesitas ser líder en cualquier otro ámbito no dejes de consultar nuestro curso Cómo liderar, liderazgo carismático en el que te daremos las pautas para aprender a llevar las riendas de un grupo de gente y que a todos les parezca lo más lógico.
esta muy bien
es muy bnbnbnbnb larespuesta ok
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eres fea