Cómo dejar de gritar a los hijos, con asertividad

© Andrew Senay

Todos tenemos nuestros ideales y creemos que vamos a ser mejores padres que los nuestros. Aunque hayamos tenido una infancia súper feliz siempre hay cosas que pensábamos que nosotros no íbamos a hacer y nos encontramos un buen día con la sorpresa de que somos justo lo que no queríamos ser.

Hoy hablaremos sobre gritarle a los hijos. Es algo que muchas personas hacen casi sin darse cuenta. Basta cualquier pequeño contratiempo para pegarle un grito al niño. Los niños se acostumbran a responder ante los gritos y ya no hacen caso si no se les grita. Saben que tienen tantas oportunidades o tiempo hasta que se grita, que cuando algo va en serio es porque lo oyen a gritos. Si estás leyendo esto es que te preocupa estar haciendo esto a tus hijos.

A veces incluso somos capaces de hablarles a nuestros hijos de un modo que no haríamos nunca con un desconocido o con alguien de nuestra edad. Los niños merecen tanto respeto o más que los adultos, así que si les gritas y a los demás no lo harías nunca plantéate qué les estás haciendo a los niños. Para conseguir hablar en un tono de voz correcto y aprender a decir las cosas sin ofender a los demás, es necesario que seas una persona asertiva. Si no sabes ni siquiera lo que significa te recomiendo nuestro audio curso Cómo ser asertivo con el que podrás aprender su significado, entenderlo y empezar a practicarlo. Ser asertivo te cambia la vida, te lo aseguro.

Igual que cambiará la vida de tus hijos si consigues dejar de gritarles.

Explica lo que vas a hacer

Lo primero que tienes que hacer es explicar a tu pareja y a tus hijos lo que vas a hacer. No más gritos. Ellos lo saben y cuando se te escapen podrán avisarte. Tienes que estar receptiva a sus avisos, no permitas que te enfaden más si te dicen que estás gritando. Se trata justamente de no gritar, por lo que necesitaremos la ayuda y el apoyo de los demás. Agradécelo si lo tienes, no todo el mundo tiene esa suerte, y no te enfades con quien te quiere ayudar.

Marca objetivos a corto plazo

Para triunfar hay que tener un objetivo. No puedes planificar no gritar así nunca más, de forma infinita. Propón tiempos, horas, o situaciones en las que no vas a gritar. Toca hora del baño, pues te propones no gritar mientras tus hijos están en la bañera.

¿Que te llaman a gritos desde cualquier rincón de la casa? Propónte no contestar gritando más que ellos. Acércate cada una de las veces que te llamen y contéstales de cerca. Explícales que deben hacer lo mismo cuando puedan hacerlo. No siempre pueden acudir a buscarte y tienen que llamarte a gritos.

A medida que consigues cumplir tus objetivos, márcate nuevos términos en este contrato privado que estás llevando a cabo, poco a poco tus objetivos deben ser más complicados.

Felicítate pero no te castigues

Si consigues superar uno de tus retos felicítate, alégrate de lo que has conseguido. Compártelo con los demás, con los que te apoyan y con los que te sufren. Si no lo consigues no te castigues, piensa en lo que has logrado y no dejes que por un error se estropee todo. Esto es algo que se consigue poco a poco, con esfuerzo. Pero verás como cuando cambies los demás estarán más felices, vale la pena.

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Prepara una válvula de escape

Si sientes que vas a perder el control, ten preparado un plan de escape para poder huír de la situación y relajarte en ese momento.

Practica la relajación

Meditar, hacer yoga o relajarse dando un paseo son cosas que ayudan a soportar mejor la tensión a la vez que liberan las tensiones que no hemos podido liberar gritando. Si antes te desahogabas gritando ahora tienes que encontrar la manera de expulsar esa energía de tu cuerpo. Lo puedes hacer de dos formas o mejor con una combinación de ellas. Por una parte puedes evitar enfadarte por tantas cosas, si no hay enfado no habrá necesidad de gritos y por por otra parte puedes relajarte de otra manera, cuando no hayas podido evitar enfadarte.

Como decía el yoga, la natación, la meditación son cosas que funcionan perfectamente para desestresarse y volver a casa con ánimo y energía renovada. La natación es una forma de hacer deporte muy completa que además permite practicar la meditación. Simplemente cuenta las brazadas que haces hasta llegar al otro lado de las piscina, o concéntrate en contar piscinas repitiendo el número de piscina que estás haciendo. Hacer deporte es mantenerse sano, proporciona energía, endorfinas y te hace sentir mejor, contigo y con la vida en general. Pruébalo.

Busca substitutos

Cuando dejamos de gritar, lo primero que hacemos, si es que lo conseguimos, es contener el grito. Si lo haces es posible que necesites gritar en otro sitio. De este modo no has gritado a tus hijos pero has sacado el grito que habías guardado dentro. Poco a poco tienes que buscar un substituto del grito, algo que puedas expresar sin ofender, sin gritar y sin asustar a los demás. No lo cambies por actitudes corporales que puedan dar miedo a los niños. Puedes usar pequeños ruidos como «hey» en lugar de pegar un grito diciendo toda una frase. El tono de voz tiene que ser mucho más suave que con un grito. Puedes usar también algún ruido, que aunque no llame la atención, como el «hey» sirva para expresar tu disconformidad. Arrrggg. Poco a poco irás evitando estos ruidos, lo que se trata es de conseguir no gritar.

No hay nada más bonito que ver a un niño feliz, los padres que gritan dan miedo a sus hijos. Los niños pequeños se equivocan y van a otro ritmo, muy distinto del tuyo, tienen sus preocupaciones y no entienden las tuyas. Así que lo primero que tienes que hacer es ponerte de nuevo en la piel del niño, sentir como se siente él y conseguir verle de forma que le quieras proteger, de tus gritos lo primero.

Para practicar asertividad y aprender a relacionarnos de una forma sana con los demás te recomiendo nuestro audio curso Cómo ser asertivo, en el que a través de ejemplos verás cómo puedes cambiar para ser una mejor persona.

 

Una respuesta a «Cómo dejar de gritar a los hijos, con asertividad»

  1. Le e preguntado a muchos padres cual sera la mejor manera de educar a sus hijos, la respuestas en mas del 50 por ciento de padres que les e preguntado básicamente es la misma todos concluyeron que la mejor manera de educarlos es Fajiandolos.

    Personalmente no estoy de acuerdo por que uno esta criando seres humanos no animales ni algo parecido.

    Para mi antes de pegarles un grito o pegarles con el cinturo deberían platicar con sus hijos mi lema es Vale mas un elogio que mil reproches….

    Y si funciona por que entonces los hijos obedecerán por amor no por temor o terror, así que yo estoy segura que cuando antes de gritar o pegar deberían conversar y escuchar su vercion de los hechos no apresurase a tomar una desicion, y si amerita castigo por algo piensen en otros tipos de castigo, según la edad del niño o adolescente ya después de los 18 años comienzan su vida adulta y es otra manera de tratarlos pero siempre con mucho amor.:-)

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