Hoy vamos a hablar sobre la manipulación, entendida como el arte de convencer. Vamos a ver cómo convencer hablando. Para ello lo primero que tienes que dejar en casa es el miedo. No te servirán de mucho nuestros consejos si sientes miedo de hablar en público, pero con ellos lograrás una mayor seguridad.
Para vencer ciertos miedos lo mejor es que practiques en casa, si tu problema es que eres demasiado tímido, en primer lugar ponte en marcha para solucionar ese problema, nosotros tenemos cursos para ello, anímate.
Para convencer hablando no tienes más que aplicar ciertas normas y técnicas de manipulación como las que puedes encontrar en nuestro libro Cómo manipular a cualquier persona, gracias a las técnicas que aprenderás en nuestro ebook convencer a los demás te resultará más fácil que nunca.
Pero aprender a convencer hablando implica mucho más que saber tocar las emociones o saber cómo plantear una conversación para que vaya por donde tú quieres. Si quieres que alguien piense algo en concreto le puedes preguntar para que en su respuesta ya esté implícito el pensamiento que quieres que tenga o la conclusión a la que quieres que llegue o bien se lo puedes decir directamente.
A la mayoría de las personas no les gusta que les digan lo que tienen que pensar, prefieren llegar ellas mismas a sus propias conclusiones así que en nuestro libro te explicaremos cómo manipular para que la persona con la que hablas acabe pensando lo que tú quieres.
Pero para convencer hablando hace falta algo más que eso y es el arte de la retórica. Saber estructurar lo que se quiere decir y tener claros los distintos puntos por los que hay que pasar antes de llegar a una conclusión.
Convencer a alguien es en cierto modo dar un discurso, para ello tienes que tener una introducción, un desarrollo del tema y una conclusión.
Es básico que tengas buenas armas para comunicarte, a continuación vamos a darte algunas que serán imprescindibles si quieres convencer hablando. Esto sirve tanto para un político como para un vendedor, pero también te servirá para ir a pedirle un aumento de sueldo a tu jefe o convencer a tus padres de la necesidad de hacer o no hacer algo.
En primer lugar necesitarás conocer el tema a fondo. Enumera en una lista todos los pros que se te ocurran. No hará falta que los incorpores a tu discurso pero sí que los conozcas y los domines lo suficiente como para poder echar mano de ellos si la conversación se alarga o si tienes que rebatir los contras con más argumentos.
Una vez analizados todos los pros y desarrollados sus argumentos analiza los contras y busca la manera de superarlos, las alternativas, si algo es negativo, que puede que lo haya tendrá que tener una parte positiva que lo compense. Siempre hay cosas negativas y cosas positivas y se trata de hacer que la balanza se decante hacia el lado positivo. Por tanto piensa como alguien que estará en contra de tu idea y plantea todos los contras que te van a plantear.
Repasa los pros y practica a rebatir cada uno de los fallos con tu lista de beneficios.
Una vez tengas claro el tema a fondo, escribir o pensar pros y contras es una buena manera de profundizar en el tema, pensarás en las motivaciones, las razones más emocionales. A cada persona con la que hables o te enfrentes le conmoverán unas razones distintas, por eso es importante conocer al interlocutor o al público para enfocar de modo que puedas tocar sus emociones. De nada sirve preparar un discurso o una charla que emocione mucho a un grupo de personas de 60 años si la vas a dar ante una audiencia de 20.
Tener claro el público al que te diriges es algo que tienes que tener en cuenta siempre, desde el principio. Si llevas un guión escrito mentalmente y no lo cambias para adaptarlo a las nuevas personas con las que te encuentres, pronto dejará de funcionarte. Todos somos distintos y necesitamos cosas distintas para que nos convenzan.
Si, por ejemplo, eres vendedor y te enfrentas habitualmente a este tipo de conversaciones debes ir tomando nota mentalmente, seccionando el público, sabiendo qué funciona con cada uno. Con un poco de tiempo y de práctica podrás radiografiar a cada persona y conocer sus puntos débiles, aquellos que usarás para tocarla emocionalmente y convencerla de algo.
Entrando ya en lo que es el propio discurso, tienes que saber estructurarlo. Dotarlo de una introducción donde expondrás el tema y comentarás un poco de qué vas a hablar, conseguirás la atención del público haciéndoles reír o haciendo que su curiosidad se despierte en algún sentido y luego expondrás el tema para, por último, llegar a conclusiones o a la exhortación final en la que recuerdas, pides, reclamas que piensen, hagan, voten, compren… lo que tú quieras.
Estas tres partes del discurso serán básicas siempre. Introducción, nudo y desenlace.
Además puedes hacerte esquemas a partir de una sola palabra para aprender el orden en el que quieres decir las cosas. Tener recursos de memoria te ayudará a no quedarte en blanco. Si se te interrumpe con preguntas tienes que ser capaz de responderlas y volver de nuevo al tema original, en el punto que tocaba, el siguiente a la interrupción o el mismo que estabas tratando.
Para ello es básico aprender qué tenemos que decir mediante este esquema o esqueleto, pero ser capaces de poner las palabras cada vez en función del público o de las condiciones en las que se da la conversación.
También tenemos que aprender a convencer con pocas palabras. No siempre tendremos a un público dispuesto a escucharnos y que nos da su tiempo y su atención para que hablemos. A menudo convencer implica tener que luchar por captar la atención por lo que tendremos que conocer las partes básicas de nuestro discurso, echar mano de las emociones para captar la atención y ser efectivos en lo que decimos.
Para convencer hablando es súper importante conocer las técnicas de manipulación que te comentamos en Cómo manipular a cualquier persona, aprenderás a saber qué información puedes dar y cuál no, cómo usar las emociones para convencer, cómo descubrir la manipulación… Un libro muy interesante si tienes que vender o convencer a otros, no te lo pierdas.
Esto es empezar a educarse para ser un lider tenemos que tener carisma y inteligencia luego la facilidad de palabras que te salgan de la boca.Por eso, veo que su curso y sus libros supongo deben estar para instruir que todavía no lo hé comprado.
EXCELENTE TODO