Te mueres de ganas de hacer algo por los demás, de sentirte útil. Y es que hay tanto por hacer… Pero justo por eso hay que elegir por dónde empezar, en qué campo actuar, qué nos resulta más gratificante y a la vez donde vamos a sentirnos realmente útiles.
Hace un tiempo yo también quise hacer algo que valiera la pena, de manera totalmente altruista, así que decidí empezar a colaborar en una asociación como voluntaria. La experiencia fue muy buena, no siempre fácil, pero sí muy enriquecedora. Además, aparte de ayudar a un grupo de personas también me sirvió a mí misma como una manera de superarme personalmente, aprender cosas nuevas y aumentar mi autoestima.
Al cabo de unos años, sí han tenido que pasar unos años para darme cuenta de que el primer paso para ayudar a los demás tiene que ser pequeñito, y cuanto más pequeño mejor. ¿A qué me refiero con esto? Pues que solemos mirar muy lejos cuando pensamos en cómo ayudar a los demás.
Muchas veces nuestra mente se centra directamente en determinados países donde predomina la pobreza, otras veces nos acercamos algo más al pensar en esa zona tan degradada de nuestra ciudad. Queremos hacer algo grande, dar pasos de gigante para ayudar lo máximo posible, y justo por ese motivo nos olvidamos de personas, situaciones, y lugares cercanos que necesitan nuestra ayuda, pero que somos incapaces de ver ya que nuestras aspiraciones están más allá, tanto que no vemos a quien tenemos al lado.
Y ese es justo el primer paso a dar antes de ponernos automáticamente los anteojos para mirar a lo lejos. Nuestra ayuda tiene que empezar aquí mismo, en nosotros. Así que en primer lugar tendríamos que mirarnos a nosotros mismos y preguntarnos. ¿Cómo puedo ayudarme? ¿En qué tengo que mejorar? ¿Qué me hace falta?
Cómo ayudar a los demás empezando por ti
¡Por supuesto que no significa ser egoísta si te centras un poquito en ti! Ya que si no lo haces tú mismo, ¿Quién lo va a hacer? Pensar en ayudarte y preguntarte en qué aspectos puedes mejorar es el primer paso para aprender cómo ayudar a los demás.
Ten en cuenta que tienes que estar plenamente capacitado tanto mental como emocionalmente para empezar a ayudar a otras personas. Es evidente que tienes que estar bien para poder poner bien a otros, y cuanto mejor estés, con más facilidad conseguirás ser útil para los demás.
Imagina que te dedicas a dar clases de relajación y llegas al aula completamente estresado, sofocado, sudando y con taquicardia. Si en esa situación esperas que tus alumnos se relajen les estarás pidiendo un milagro por mucha teoría que les enseñes.
Ellos, a parte de la teoría, también necesitan un ejemplo práctico, y en ese caso tú les estarías enseñando justo todo lo contrario. Si en un taller de relajación el profesor estresado no consigue que los alumnos se relajen, tampoco tú puedes empezar a cómo ayudar a los demás sin primero ayudarte a ti mismo.
Con esto no quiero decir que por muy mal que estés ahora mismo no puedas ir a una ONG y ayudar directamente, seguramente sí que puedes hacerlo. Pero serás muchísimo más productivo si estás en plena forma que si llegas cansado o deprimido.
En fin, que echarte una mano a ti mismo sería sin duda el paso más saludable a dar antes de darlo por los demás.
Cómo ayudar a los demás: Observa tu entorno
Y ya como segundo paso: mira a tu alrededor. ¿Alguien de tu entorno más cercano necesita algo? Piensa en tu familia, amigos, vecinos, conocidos,… date una vuelta por tu pueblo, ciudad, observa bien y plantéate si ese viaje a África lo quieres hacer realmente para ayudar o solamente es una excusa para no decir simplemente que vivir esa experiencia te apetece.
Sé sincero contigo mismo y si realmente quieres ayudar, es obvio que puedes hacerlo, pues a todo el mundo le va bien que le echen una mano de vez en cuando.
Viaja a donde quieras, haz un voluntariado, disfrútalo y siéntete útil, pero no olvides nunca que si estás donde estás es por alguna razón. En todas partes hay trabajo por hacer, algo por lo que luchar, aunque no siempre seamos capaces de verlo.
Elegir un proyecto que te motive lo suficiente es fundamental para poder realizarlo con éxito. Si haces falta en algún lugar, solamente tienes que saber verlo y estar dispuesto a aportar tu granito de arena.
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eh bueno la verdad es que e buscado mucho i como persona a mi me gustaria dedicar mis tiempos libres a ayudar al projimo ej. yendo a un hogar de ancianos o de niños a jugar con ellos o ayudarlos en lo que necesiten porq aveces ellos necesitan un amigo i me gustaria ser esa persona la verdad no se como puedo hacerlo porfavor ayudenme como puedo hacerlo.
me gusta
Yo quiero ayudar a los demás.
etstaba muy bonito es estupendo y maravilloso me encanto estubo muy bonito
bn todo lindo perfecto lindas reglas
No se necesita manipular a nadie para lograr las metas. Si uno es sincero consigo mismo, las cosas se van dando. Este artículo es genial.
me gustaria enseñar a niños a el respeto en la iglesias , con las personas mayores dando orientacion sobre tantas cosas buenas , que quizas no tienen en sus hogares .
Dependiendo de cada persona, ¿Por qué en general las personas que tienen menos (económicamente) ayudan más que las que tienen más o mucho más económicamente?
buena informacion
utilizar a personas que tienen necesidad de ayudar para venderles un libro, de como manipular a las personas, una vez mas veo la incompetencia y arrogancia de personas que aprovechan los sentimientos para enriquezerse.
espero que nadie compre un libro ha esta persona ya que lo unico que nos enseñara es a como engañar,mentir y hacer daño
Totalmente, es fácil darse cuenta…